miércoles, 11 diciembre 2024

Vodafone y Huawei exprimen las pruebas de 5G antes de que sea real

Para que la inclusión del 5G como nuevo estándar de tecnología móvil sea una realidad, primero hay que realizar todas las pruebas necesarias. De su uso se esperan -casi- milagros. Aunque para ello debe quedar todo atado en los laboratorios donde se experimenta actualmente. Vodafone y Huawei, por ejemplo, dan los últimos retoques a los vehículos conectados.

En este caso se trata de un experimento sobre un coche dirigido por conducción remota a través de tecnología 5G. Es muy importante, puesto que ambas compañías señalan que su aplicación a la sociedad sería para cuestiones importantes, tanto en el ámbito social como empresarial.

Sobre la prueba en cuestión, Huawei y Vodafone han presentado en Europa cómo una operadora autorizada puede utilizar el estándar 5G para controlar un vehículo de manera remota. La prueba se ha llevado a cabo en cooperación con el Centro de Innovación 5G (5GIC, por sus siglas en inglés) en la Universidad de Surrey y la Universidad Técnica de Munich (TUM, por sus siglas en inglés).

Para la demostración del estándar 5G, el vehículo se ubicó en el campus de la Universidad de Surrey, mientras que se controlaba desde el centro ExCel de Londres a través de una conexión totalmente cifrada.

Vodafone y Huawei, luego deberá ser real

Un factor fundamental, casi vital, es el concepto de latencia. Que viene a definirse como el retardo en la respuesta entre dos objetos o personas conectadas. Un factor que, a la vista del experimento, todavía tiene margen de mejora.

Así, el coche ha estado controlado a una distancia de 50 kilómetros con tan solo seis centímetros de desviación en el frenado cuando viajaba a una velocidad de aproximadamente 20 kilómetros por hora. Esto es debido a que la red de extremo a extremo generaba un tiempo de espera de menos de 10 milisegundos (ms, por sus siglas en ingles) y el de la interfaz aérea era de menos de 1 ms.

La importancia reside en que Vodafone y Huawei prevén que «esta tecnología 5G podría ser utilizada en el futuro por operarios entrenados y autorizados que se comuniquen a través de canales cifrados para controlar de forma remota las máquinas que se utilizan en trabajos que se realizan particularmente en lugares peligrosos, como en minas o vertederos, así como para el uso del control de vehículos autónomos de emergencia».

Por este motivo, la latencia debe ser mínima. Algo en lo que, lógicamente, siguen trabajando. Y la experiencia es positiva. Sobre todo porque todavía quedan algunos años para que el 5G se establezca como estándar móvil de conexión, y hay margen para seguir mejorando.


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