Rachel Evans y Nejra Cehic para Bloomberg
Hay una gran cantidad de dinero destinado a los fondos negociados en Bolsa europeos (ETF por sus siglas en inglés), según Blackrock, el mayor gestor de activos del mundo.
Los activos en ETF que se operan en Europa saltarán una vez que la regulación conocida como la MiFID II –la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros- entrará en rigor durante el próximo año, según Stephen Cohen de BlackRock durante una entrevista en Bloomberg Television.
Cohen, que lidera el negocio de ETF de la firma en Europa, Medio Oriente y África, se hizo eco de la investigación de Bloomberg Intelligence que muestra que los activos en los fondos podrían duplicarse a dos billones de dólares (1,69 billones de euros) en los próximos cinco años.
La MiFID II armoniza la regulación sobre los mercados de valores, organización y relación con los clientes de las entidades que prestan servicios de inversión. Se trata de la segunda versión de una normativa que ya aplica en Europa y que busca regular los mercados financieros, productos de inversión y prestación de servicios de asesoramiento.
“Es el tipo de crecimiento que esperamos”, observó Cohen en “Bloomberg Markets: Rules and Returns”. A su juicio, se han producido cambios más amplios, pero la MiFID II y la regulación son uno de los catalizadores que deberían acelerar en los próximos años.
Las regulaciones, una perenne insensatez para los banqueros, han demostrado ser de gran ayuda para los ETF desde la crisis financiera. El mayor enfoque en la transparencia y el costo ha jugado a sus puntos fuertes.
Los ETFs revelan sus participaciones a diario y a menudo cobran una fracción de las comisiones exigidas por los fondos mutuos. Eso les ayudó a recaudar más de tres billones de dólares (2,5 billones de euros) en los Estados Unidos. Pero el crecimiento en Europa se ha retrasado.
La MiFID II intenta cambiar todo eso, desafiando los modelos de asesoría de pago a juego que han puesto a los ETF en desventaja y aportando una mayor visibilidad a las operaciones.
Impacto demorado
El impacto no será inmediato, advirtió Cohen. Si bien los operadores probablemente se beneficiarán de una mayor transparencia en torno a las transacciones de cambio en 2018, las nuevas reglas de distribución tardarán más en tener un efecto.
“Los modelos comerciales toman tiempo para cambiar”, sostuvo. Pero en la medida en que eso ocurra, comenzaremos a ver una aceleración en la adopción de los ETF. “En los próximos dos o tres años, realmente se empezará a ver la activación”.
Más emisores se han establecido en la región en previsión de las nuevas normas, con Invesco comprando recientemente un emisor europeo y JP Morgan Chase listando sus primeros ETF en Londres. BlackRock proyecta más competencia en una industria que domina, según Cohen. “Cualquiera que esté mirando el mercado puede desempeñar un papel positivo en impulsar una mayor adopción. No nos concierne”.