La ensaladilla rusa siempre es una solución a tener en cuenta. Porque sí; a muchos nos ha pasado eso de estar con muchas otras personas alrededor de una mesa, y con hambre, y sentir esa responsabilidad acerca de qué tener que decidir que pedir para comer… y que guste a todo el mundo. Y ahí, este plato es, en muchas ocasiones, la gran salvación.

Por tanto, se puede decir que es una reina de la cocina de siempre, una ensaladilla rusa que tiene un lugar de excepción. Pero para que no te sepa igual que las más conocidas o las que te pueden poner en el bar, desde nuestro portal de MERCA2 te damos el truco perfecto a modo de ingrediente para que este plato se eleve a otra dimensión culinaria.

La ensaladilla rusa, un plato sencillo y sabroso… con un truco especial

Su viaje a través de los tiempos la despojó de lujos y hoy identificamos a la ensaladilla rusa como un plato sencillo y sabroso de verduras cortadas mezcladas con mayonesa y atún. Pero eso no es todo. O lo que es lo mismo; esto no es lo único con lo que podemos preparar nuestro plato.

En el día a día la podemos encontrar con varias preparaciones al gusto de quien la realiza (a veces muy maltratada, es verdad), por lo que en esta ocasión te vamos a mostrar un truco como ingrediente que le puedes sumar para hacer que este elaborado quede como un manjar de tu cosecha. ¿Quieres saber cuál es? Sigue leyendo, lo conocemos.

La ensaladilla rusa, un disfrute gastronómico de la élite moscovita

La ensaladilla rusa fue inventada en el año 1860 por Lucien Olivier, chef del Hermitage, uno de los restaurantes más conocidos de Moscú. Hoy en día es considerada uno de los entrantes más populares de nuestra gastronomía, y puede encontrarse prácticamente en todos los bares de tapas de nuestro país.

Dedicado al disfrute gastronómico de la élite moscovita, se dice que Olivier ideó en sus cocinas una ensalada fría que, al poco tiempo, no solo se convirtió en el plato estrella del Hermitage, sino que pasó a ser denominada como «ensalada Olivier», y como tal terminó extendiéndose a lo largo y ancho de Rusia, y más tarde, de Europa.

Aporta un ingrediente especial para elevar tu ensaladilla rusa

Con todo, siempre recordarás la típica barbacoa de verano con su gazpacho casero, unos boquerones en vinagre para acompañar y su ensaladilla, algo delicioso que se contaba en casa como algo más que habitual. Pero eso no quiere decir que haya una única receta con la que tener el sabor de toda la vida.

Ni mucho menos. Y si no que nos lo digan a nosotros, que tenemos un ingrediente que hará porque a la ensaladilla rusa más común que puedes encontrar en bares y restaurantes la eleve a la altura de la alta cocina. Estamos tan seguros de que va a triunfar que sabemos que a partir de ahora buscarás hacerlo con él. Te lo presentamos.

El aguacate y el atún para una ensaladilla rusa de escándalo

Hay quienes las prefieren sin mayonesa y prueban con yogur, otros añaden guisantes, zanahoria o cualquier tipo de verdura, y a la hora de emplatar bien puede ocupar todo el recipiente o usar la cáscara de un aguacate como envase de presentación. De hecho, es el aguacate el elemento estrella y diferenciador de esta ensaladilla rusa diferente.

Una ensaladilla rusa que viene acompañada del aguacate como tal (no solo la cáscara) y del atún como perfecto protagonista para la que será la ensaladilla rusa más especial que habrás probado. Lo mejor de todo es que es súper fácil de preparar y por la que estará lista en cuestión de unos pocos minutos. Estos son sus ingredientes:

La ensaladilla rusa de aguacate y atún, una buena fuente de energía y vitaminas

O lo que es lo mismo; si eres ‘avocado lover’, esta ensaladilla te encantará. Es el protagonista del plato, aunque también lleva patata cocida, atún y mayonesa. Es un rico plato de verano que es muy fácil de preparar y aparte de estar delicioso, es una buena fuente de energía y vitaminas dado que va cargado de vegetales.

Como una receta diferenciadora de la tradicional o la más clásica, será perfecta para servir en los días de verano acompañando tanto platos de carne como de pescado. Prueba a combinar tu ensaladilla rusa con aguacate con unos flamenquines cordobeses o unos calamares rebozados en tempura. ¡Un menú exquisito!

Una buena opción es rebajar la mayonesa de esta diferente ensaladilla rusa con yogur griego

Resulta divertido tunearla un poco añadiendo ingredientes distintos que tengamos en la nevera o comprados a propósito. En este caso el protagonista es el aguacate, una fruta rica en Omega 3, contiene además una buena cantidad de proteínas, potasio y zinc, y por si fuera poco es un auténtico manjar.

Esta no es una receta cerrada, puedes ponerle un poco más de una cosa o eliminar aquél ingrediente que te guste menos. Una opción fantástica es rebajar la mayonesa con yogur griego, queda riquísima si pones 3 cucharadas de mayonesa y 6 de yogur griego, salpimentas y te aseguro que el resultado es buenísimo y aligeras la receta de un modo muy sencillo.

Pela y añade el aguacate en dados igual que las patatas

Las albóndigas de pescado es un plato al que siempre nos acercamos con cierta precaución, porque solemos pensar que no van a gustar. Sin embargo, con la receta de Arguiñano, te aseguramos que van a gustar a todo el mundo.

Una receta muy saludable que puedes hacer igual un día de diario que cuando te apetezca preparar una comida especial un fin de semana, ¡incluso si tienes invitados! Así que vamos a ver cómo se prepara.

¿Por qué deberías poner más merluza en tu dieta?

Estas albóndigas se elaboran a base de merluza, que es uno de los pescados más sanos que podemos tomar, rico en proteínas y en aminoácidos, también tiene grandes cantidades de ácido fólico y vitaminas del grupo B.

Además, la gran ventaja de la merluza es que podemos prepararla de muchas formas diferentes, hoy te vamos a contar como aprovechar este pescado para hacer con él unas ricas albóndigas.

Un plato perfecto para los más peques

Aunque hay niños que comen muy bien, no es extraño que los más pequeños de la casa le tengan un poco de manía al pescado, así que no es mala idea disimulárselo un poco a la hora de incorporarlo en su dieta.

Están tan acostumbrados a que las albóndigas sean de carne, que cuando les pongas esta variedad delante ni se plantearán que quizá no estén hechas como siempre, y lo mejor es que les van a encantar.

Ingredientes para hacer albóndigas de pescado

Para elaborar este plato en cantidades suficientes para cuatro personas, necesitas un kilo de merluza o pescadilla, y unos 10 langostinos, también 20 tomates cherry, un par de dientes de ajo, 75 ml de vino blanco y 2 cucharadas de pan rallado.

Apunta también en la lista de la compra una cebolla, un huevo, sal, pimienta, harina, perejil, aceite de oliva virgen extra y unas 15 o 20 hebras de azafrán.

Preparación del pescado

Antes de empezar limpia bien el pescado, quitándole la espina central y las pieles. Si no te apañas, le puedes decir al pescadero que te deje la merluza o pescadilla limpia en el momento en que la estás comprando. Pero llévate la espina y las pieles a casa.

Por otro lado, pela los langostinos y resérvalos, conservando tanto las cabezas como las cáscaras, porque te van a servir para hacer el caldo.

Caldo para las albóndigas de pescado

Calienta agua en una cazuela e incorpora la espina y las pieles del pescado, así como las cabezas y las cáscaras de los langostinos. Añade también unas ramas de perejil fresco y un poco de sal.

Una vez que el agua empiece a hervir desespuma el caldo y pon a cocer el pescado y los langostinos durante 10 o 15 minutos.

Mezcla para las albóndigas

Con el pescado ya listo, es hora de preparar la mezcla de las albóndigas de pescado. En un bol, incorpora la merluza, los langostinos y media cebolla, todo ello cortado en daditos pequeños. Salpimenta y añade el huevo.

Incorpora después una cucharadita de perejil picado y una cucharada de pan rallado. Mezcla bien y, a medida que lo vayas haciendo, ve incorporando el resto del pan rallado. Deberías conseguir una textura con la que se puedan amasar albóndigas.

Elaboración de las albóndigas

Coge pequeñas porciones de la masa y dales forma de albóndiga con ayuda de tus manos. Después, pásalas por harina y fríelas en una sartén con abundante aceite hasta que veas que están doradas.

Retira las albóndigas del fuego y déjalas reposar en una fuente con papel de cocina en la base para que absorba el exceso de aceite.

Salsa para las albóndigas de pescado

Pasa un poco del aceite de freír las albóndigas a una cazuela que sea amplia y baja. Pica la media cebolla que te queda, e incorpórala al aceite junto con los dientes de ajo bien picados. Luego añade las hortalizas y cocina a fuego bajo unos ocho minutos.

Después añade la cucharada de harina y rehoga bien durante un par de minutos para que pierda su sabor a crudo. Dale un breve hervor al vino y añádele las hebras de azafrán, luego lo añades a la cazuela.

Haz unas deliciosas albóndigas

Ya casi tienes listas tus albóndigas de pescado, lo único que te queda por hacer es incorporar a la cazuela unos 300 o 350 ml del caldo de pescado que has elaborado antes. Mezclas doto bien y añades un poco de perejil picado.

Ahora introduce las albóndigas en la salsa y deja que se cocine todo junto durante unos 10 minutos.

El toque final

En una sartén añade un poco de aceite y fríe los tomates cherry durante dos o tres minutos, añadiendo sal a tu gusto.

A la hora de emplatar, sirve las albóndigas con una ración generosa de salsa y coloca por encima algunos tomates fritos.

Hacer una tortilla de patata española no tiene gran complicación. De hecho, en merca2.es os hemos mostrado en otros artículos los secretos de los grandes chefs para hacer este plato tan típico de la gastronomía española. Ahora bien, hay que reconocer que no siempre se dispone de tiempo o de patatas para hacer esta elaboración, que lleva sus cuarenta minutos mínimo. ¿Es posible hacer una tortilla de patatas de escándalo en menos de 10 minutos? Estamos de enhorabuena, porque la receta es más sencilla incluso que la tradicional, y aunque el sabor no es exactamente el mismo, el resultado sigue siendo una tortilla jugosa, sabrosa, y además, en mucho menos tiempo. ¡Te encantará!

DÍ ADIÓS A PELAR, LAVAR Y PICAR PATATAS

¿Cuál es el secreto de esta receta de tortilla de patatas en 10 minutos? Piensa en qué es lo que lleva más tiempo de la original: pelar, lavar, picar y freír las patatas. Ahí es donde destaca esta forma fácil de hacer tortilla española sin perder un ápice de la autenticidad de la elaboración de toda la vida. Porque vamos a sustituir las patatas en crudo que hay que procesar por las que ya están procesadas. En efecto, hablamos de las patatas chips de bolsa. Si estás acostumbrado al pelador apenas notarás diferencia. Eso sí, tenemos que comprobar que son patatas fritas de calidad, y saber si son muy saladas o no, pues de lo contrario podemos hacer una receta muy salada (casi incomible). ¿Te ha entrado curiosidad? Sigue leyendo.

CON ESTOS POCOS INGREDIENTES PUEDES HACER UNA TORTILLA DE PATATAS EN 10 MINUTOS (O MENOS)

Insistimos, lo más importante de esta receta para gente sin tiempo (o sin ingredientes), es que las patatas de bolsa sean de buena calidad: sin demasiada sal ni grasa, y elaboradas con aceite de oliva. Junto a las patatas, también los huevos son importantes. Si has probado alguna vez los de gallinas de casa, sabrás a qué nos referimos: una yema más consistente, un color más intenso… y un sabor natural.

Para hacer una tortilla de patatas para 2 personas necesitas únicamente estos ingredientes:

• 100 g (80 gr si eres de los que le gusta más esponjosa) de patatas fritas de bolsa
• 4 Huevos, 4 enteros
• Aceite de oliva virgen extra

Es muy importante que no añadas nada de sal a la receta: las patatas ya la llevan. Aunque lo ideal es añadirla en el huevo, por esta vez lo haremos (forzados) al revés.

CÓMO HACER LA TORTILLA DE PATATAS EXPRÉSS CON CHIPS: 

Para conseguir que no se note tanto que son patatas de bolsa y no patatas de huerta, es importante picar bien las patada y dejarlas como si las hubiéramos picado en crudo. Un truco muy útil para evitar poner perdido todo es no sacarlas de la bolsa. Ciérrala, sin nada de aire dentro, y utiliza una botella de cristal para pasarla a modo de rodillo por encima. Para cerrarla, puedes usar una goma o una pinza. Cuando hayas dado dos vueltas, comprueba si ya están, y si no es así, repite el proceso una vez más. Después se reservan en un bol, hasta que hayamos concluido el siguiente paso.

EL HUEVO SE UTILIZA IGUAL QUE EN LA RECETA TRADICIONAL 

Una vez tenemos las patatas ya picadas, es momento de cascar los huevos y batirlos. Si eres de los que te gusta que quede jugosa, más bien remueve. En cambio, si prefieres la tortilla de patata más esponjosa, dale bien al tenedor o las varillas para que blanquee el huevo y salta la espuma. Recuerda que en esta receta no añadimos nada de sal (por si tienes la tentación). Cuando esté el huevo en su punto, vertemos sobre él las patatas rotas y lo extendemos bien para que quede uniforme. Mientras tanto, ponemos a calentar una cucharada de aceite de oliva en una sartén adecuada al tamaño de la tortilla a potencia media.

Cuando esté caliente, vertemos el huevo con la patata y operamos igual que la tortilla de toda la vida: Intenta crear unos bordes bonitos, y con más huevo que patata para que al moverla no se rompa (no tenemos nada de almidón, y dar la vuelta puede llevarte a sorpresa). En menos de 10 minutos tendrás una tortilla rica, jugosa o esponjosa, según tu elección, y con la que vas a gastar menos luz y tiempo. Ahora bien, si no te convence lo de utilizar las patatas de bolsa, mira estas otras sugerencias de tortilla de patatas exprés.

AL MICROONDAS, LA OTRA OPCIÓN SI NO TIENES TIEMPO

Si quieres cuidar la línea y evitas por todos los medios las patatas fritas de bolsa también puedes hacer una tortilla de patata en 15 minutos…¡al microondas! Aquí sí que necesitarás las patatas en crudo. Estos son los ingredientes que vas a utilizar para 2 personas…

Ingredientes

• 1/2 kg. de patatas
• 1/2 cebolla
• 4 huevos (según tamaño)
• aceite de oliva
• sal

… y para la elaboración, al modo tradicional, pelamos y picamos la patata y la cebolla. Solo que aquí en vez de por la sartén vamos a utilizar el microondas, ahorrando tiempo y aceite. Necesitas unos 10 minutos para que queden blandas las patatas, tiempo que puedes aprovechar para batir los huevos. Cuando estén blandas las patatas y las cebollas (notarás algo de jugo), lo unes todo y salas. Lo colocas en un recipiente apto para microondas -importante- y lo tapas con una cubierta con agujero(s). En 6 minutos estará lista la tortilla de patatas express.

La mayoría de las dietas se basan principalmente en la restricción de ciertos alimentos y en la limitación de las calorías consumidas durante el día. Dentro de eso, existen un sin fin de modalidades muy diversas. En cambio, existe una dieta en la que se pueden perder muchos kilos de sobrepeso en base a cómo se combinan los alimentos.

Además, este tipo de dietas suele ofrecer buenos resultados, y no son tan problemáticas para la salud como lo son otras. Por tanto, podrían ser una buena alternativa cuando se quiere perder peso. Siempre que se convine también con ejercicio físico para evitar una vida sedentaria, ya que esta otra parte se olvida en algunos casos y es especialmente importante.

Todos los secretos de la dieta disociada

¿Qué es la dieta disociada?

La dieta disociada parte de la idea de no mezclar algunos tipos de alimentos durante las comidas. Gracias a eso, se puede llevar una dieta en la que unos tipos de nutrientes no interfieran con otros durante los procesos metabólicos, para ayudarte a perder peso.

Para eso, las proteínas deben quedar aisladas de los hidratos de carbono. Algo que no se suele hacer en la mayoría de dietas, ya que es frecuente que se consuman juntos. Por ejemplo, comer carnes, pescados, huevos, lácteos, legumbres, etc., junto con arroz, patatas, cereales, pasta, etc.

Si eso se hace, cada uno de esos grupos de alimentos necesita un pH distinto, más ácido o más alcalino, con diferentes enzimas digestivas. Por eso, la absorción es diferente. Al separarlos, se pueden asimilar mejor los nutrientes según los defensores de esta dieta.

Reglas

Resumiendo, las reglas básicas para esta dieta son:

• Proteínas por un lado, hidratos de carbono por otro.
• No juntar las proteínas tampoco con el almidón.
• La fruta se debe comer sola, con el estómago vacío. Además, habrá que separar frutas ácidas de las dulces.
• No hay límites en cuanto a cantidades.
• Las bebidas deben reducirse a solo agua. Nada de café, refrescos, alcohol, etc.
• La forma de preparar los alimentos también es importante. Preferiblemente crudos (los que se puedan), o a la plancha, al vapor, cocidos, etc. Para evitar introducir más grasas.
• Elegir productos light si vas a tomar lácteos. Y para tomarlos, mejor hacerlo a media mañana o por la noche.
• Los frutos secos también se pueden tomar en las mismas franjas horarias que los lácteos, preferiblemente solos. Así que deberás elegir entre lácteos y frutos secos.

Por tanto, es una dieta equilibrada, ya que puedes comer de todo, y no altera la economía familiar al no tener que comprar productos caros o extraños. Suelen ser alimentos muy habituales.

Ejemplo de menú de una dieta disociada

Puedes encontrar varios ejemplos de menú en varias plataformas online, para que puedas orientarte cuando inicies la dieta disociada y puedas variar a lo largo de las semanas. Además, también podrás variar los menús de forma personalizada, siempre que cumplas los requisitos citados anteriormente.

Un menú de dieta disociada podría ser:

• Menú 1:
  • Desayuno: puedes comenzar el día con dos huevos revueltos con jamón y setas. Un vaso de leche de soja o una taza de té.
  • Almuerzo: para comer, te puedes hacer un plato de espaguetis con verdura.
  • Merienda: prueba con dos zanahorias o algún otro vegetal crudo.
  • Cena: termina el día con una crema de calabacín o algún cereal.
• Menú 2:
  • Desayuno: comienza con muesli o cereales, manzana, yogur bajo en calorías, y té. Puedes endulzar el desayuno con un poco de miel.
  • Almuerzo: puedes prepararte una ensalada verde, y unas patatas cocidas u horneadas con alguna salsa baja en calorías.
  • Merienda: un yogur o queso fresco.
  • Cena: puedes terminar la noche con arroz con verduras.
• Menú 3:
  • Desayuno: una tostada con algo de aceite de oliva, un plátano, yogur, y té.
  • Almuerzo: filete a la plancha con guarnición de verduras.
  • Merienda: yogur o queso fresco.
  • Cena: termina el día con patatas cocidas o al horno con algún tipo de aderezo, como curry.
• Menú 4:
  • Desayuno: nuevamente huevos revueltos con setas, o champiñones y jamón. Un vaso de leche de soja y té.
  • Almuerzo: hazte un plato de guiso de fideos (como una sopa de verduras) o alguna pasta con verduras.
  • Merienda: puedes tomar un zumo natural.
  • Cena: crema de calabacín.

Más información – Más menús de ejemplo OnlinePersonalTrainer

¿Es segura?

Lo cierto es que esta dieta disociada no parece un problema para la salud, puesto que trata de tomar alimentos variados sin demasiadas restricciones de evitar algunos grupos de alimentos que son necesarios. Además, los resultados son similares a los de otros tipos de dieta que sí que podrían representar una amenaza para la salud.

No obstante, sus detractores aseguran que esta dieta no tiene efecto alguno en cuanto a la pérdida de peso. Es decir, ni te va a engordar ni te va a adelgazar. A pesar de eso, si se lleva a acabo y se acompaña de ejercicio, podrás ver resultados, ya que puede evitar que se lleve otro tipo de dieta más descontrolada en la que puedes tomar otro tipo de alimentos más grasos o con más calorías.

Por otro lado, FESNAD (Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética) tiene a esta dieta en una lista en la que se detallan sus efectos adversos, y aseguran que no tiene sustento científico. Entre los problemas que pueden presentar quien la hace destacan las alteraciones gastrointestinales, malestar, mareos, ansiedad, mal aliento, etc.

Por tanto, no te deberías obsesionar demasiado con esta dieta, y probarla en cortos periodos de tiempo y ver si te surte efecto o no. Además, si cuentas con algún problema como diabetes, problemas gastrointestinales, etc., siempre deberías consultar con tu médico sobre la dieta más adecuada.

Deportistas

Por último, siempre hay que acompañar las dietas de cualquier tipo con ejercicio. El ejercicio no solo hace que la dieta sea más efectiva a la hora de perder peso, sino también hace tu estilo de vida mucho más saludable.

Algunos deportistas, especialmente atletas de maratones, suelen hacer este tipo de dieta disociada justo unos días antes de la competición. Lo que suelen hacer es suprimir los hidratos de carbono en los primeros días de la semana, y cuando faltan dos o tres días para la competición consumen mayor cantidad de hidratos y pocas proteínas.

Una forma de conseguir algunos beneficios metabólicos según los defensores de estas dietas. Pero, recuerda que siempre deberías consultar con un nutricionista profesional o médico, especialmente si tienes alguna patología.