Aunque las cosas están ya muy calmadas y hemos vuelto casi a la normalidad, el COVID sigue presente en nuestras vidas. Lo ha hecho a través de las mutaciones del virus, las cuales cambian su naturaleza y permiten que conviva con nosotros sin llegar a desaparecer del todo.
De hecho, hay tantas variantes que es normal confundirse, especialmente viendo su nomenclatura. ¿Quieres conocer esas diferencias? Te las enseñaremos con todo detalle, explicándote además cuáles podrían ser preocupantes, cuáles siguen en circulación y cuáles han desaparecido ya.
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Así es la variante XT del COVID
Una de las últimas noticias con respecto al virus es la nueva variante XT. La variante XT es una mutación de las variantes BA.1 Y BA.2, es decir, de la Ómicron que se originó en Sudáfrica. Esta variante ya ha llegado a España y está aquí desde el 18 de abril, fecha en la cual fue detectada. Eso sí, aún no se considera una variante a vigilar, como sí que ocurre con Delta y con Ómicron, que siguen siendo las dos mayoritarias.
Sus síntomas son la tos, la fiebre, la mucosidad, el cansancio y el dolor de cabeza. Al contrario que otras variantes, no presenta ni lesiones cutáneas ni pérdida de audición. De momento, se desconoce si las vacunas funcionan contra ella de forma tan eficaz como contra otras variantes. Además, es bastante contagiosa, igual que ocurre con Ómicron.
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La variante Ómicron, más contagiosa, pero menos grave
Una de las más conocidas es la variante Ómicron. Esta variante fue una de las que permitió la llamada “gripalización” del COVID, ya que era mucho menos letal que la variante delta y ya no mataba tan fácilmente a las personas mayores. La principal diferencia con respeto a la anterior es que traía ritmo cardiaco elevado, dolores musculares, más mucosidad y no afectaba a los sentidos de gusto y el olfato.
Además, se caracteriza por cansancio extremo en personas sanas que antes eran asintomáticas y por sudores nocturnos. Eso sí, los síntomas más comunes siguen siendo la fiebre, la tos seca y el cansancio.
La variante Ómicron de COVID es la más dominante en España en la actualidad. Su primera aparición se dio en noviembre de 2021, apareciendo en varios países. Es conocida por ser extremadamente contagiosa y por resistir a las vacunas. Al ser más contagiosa, ha desplazado a las otras variantes, algo que es una buena señal, ya que es menos letal. Eso sí, un paciente puede tener las dos al mismo tiempo.
A su vez, Ómicron tiene una gran cantidad de mutaciones, haciendo que los síntomas puedan ir variando. De hecho, la variante XT que hemos visto antes, es una mutación de Ómicron, así que seguramente veamos más.
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La variante delta de COVID es una de las más peligrosas
En verano de 2020, todos pensamos que el virus se acababa, pero no fue así. Todo fue por la variante Delta, la cual apareció por primera vez en la India en octubre de 2020 y rápidamente se extendió por todo el mundo. Tiene más letalidad que el virus original, además de que se trasmite con más facilidad aún que la anterior, algo que hizo volver a las medidas de protección originales.
Delta destacaba por traer más secreción nasal y mucosidad que la enfermedad original, la cual se caracterizaba por la tos seca. En este caso, los pacientes no presentaban falta de aire ni cansancio. Además, traía dolor de garganta, estornudos, dolor de cabeza y fiebre elevada. Estos síntomas se unían a los típicos como el cansancio, la pérdida del olfato y del gusto y la tos seca.
En este caso, las vacunas son muy eficaces ante esta variante, con una efectividad muy elevada que ha permitido controlar casi por completo la enfermedad y lo que permitió ir levantando las medidas restrictivas en marzo de 2021. De todos modos, la enfermedad aún no ha sido erradicada y sigue en nuestro país. Por este motivo, aún se mantienen algunas medidas restrictivas, como llevar mascarilla en el transporte público, en las farmacias y en los centros de salud.
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Así era la enfermedad original
Antes de que aparecieran todas esas variantes con nombres de letras griegas, teníamos al COVID original. El coronavirus que todos conocemos y que apareció en China en 2019, se extendió por todo el mundo entre enero y febrero de 2020, trayendo confinamientos y medidas de contención muy duras que nos acompañaron durante todo el año. Se podría decir que este es el famoso virus que salió de Wuhan y con el que empezó todo.
Los síntomas originales del Coronavirus eran la fiebre, la tos seca, el cansancio, la falta de aire y la pérdida del gusto y del olfato. Era una enfermedad bastante letal en personas mayores, aunque las vacunas y las otras variantes consiguieron acabar prácticamente con esta variante original (con una efectividad del 95% en algunos casos). En la actualidad, se puede considerar que el virus original ya no aparece, ya que fue prácticamente desplazado por la variante Delta.
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Otras variantes del COVID que debes conocer
Además de las variantes vistas anteriormente, hay otras que debes conocer. Estas no se han extendido como las anteriores, pero sí que están circulando en la actualidad y hay que vigilarlas de cerca por si acaso.
- Variante Alfa: aparecida por primera vez en septiembre de 2020
- Beta: apareció en Sudáfrica en mayo de 2020
- Gamma: apareció en Brasil sobre noviembre de 2020
Estas tres variantes fueron ligeramente preocupantes en su día, pero dejaron de serlo a partir del 9 de marzo de 2022. Después de esas 3, aparecieron la variante B-1640 en septiembre de 2021 (varios países) y la variante XD, aparecida en Francia en enero de 2022. En ambos casos, son variantes no preocupantes, pero están bajo vigilancia.
Además de las anteriormente mencionadas, ha habido otras circulando como Épsilon (EEUU, marzo de 2020), Dseta (Brasil. abril de 2020), Eta (diciembre de 2020 en varios países), Zeta (Filipinas, enero de 2021), Iota (Estados Unidos, noviembre de 2020), Kappa (India, octubre de 2020), Lambda (Perú, diciembre de 2020) y Mu (Colombina, enero de 2021). Todas ellas ya no son consideradas de interés desde hace más de un año.
Por si fuera poco, hay que mencionar las variantes COVID de Ómicron, que aparecen con mucha frecuencia. La mayoría tienen síntomas muy parecidos a esa variante, con muy poca letalidad y mucha propagación.