El Banco Central Europeo (BCE) se desliza hacia la bajada de tipos

Los miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) reconocieron en la última reunión sobre política monetaria del órgano de gobierno de la entidad, celebrada a principios de marzo, que los argumentos a favor de considerar una bajada de los tipos de interés estaban ganando cada vez más peso.

Según refleja el resumen de las deliberaciones de los días 6 y 7 de marzo, los consejeros del BCE reconocieron que, si bien era prudente esperar a recibir datos y pruebas, «se estaban fortaleciendo los argumentos a favor de considerar recortes de tipos».

LAS PROYECCIONES DEL BCE

Esta opinión se sustentó en la reunión sobre la base de las últimas proyecciones macroeconómicas de los expertos del BCE, con una mejoría de las previsiones de inflación y un empeoramiento del crecimiento, así como en los nuevos avances en los tres criterios especificados por el Consejo y una evaluación de riesgos más equilibrada.

En cualquier caso, los miembros del Consejo de Gobierno subrayaron la necesidad de que las políticas del BCE sigan dependiendo de los datos y basándose en los elementos de la función de reacción de la institución.

De tal modo, todos los miembros estuvieron de acuerdo con la propuesta del economista jefe del BCE, Philip Lane, de mantener los tipos de interés, mientras que hubo consenso en que sería prematuro discutir recortes de tipos en la reunión de marzo.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, destacó que el proceso de desinflación en curso en la zona euro ofrece una mayor confianza, «pero no la suficiente», añadiendo que, si bien en abril habrá un poco más de información, habrá «mucha más en junio».

La francesa quiso dejar también claro que no hubo ninguna discusión en la reunión de marzo al respecto de bajar los tipos y que el órgano de gobierno de la entidad únicamente acababa de empezar a debatir el ajuste de su postura restrictiva.

La tasa de inflación de la zona euro se habría situado en marzo en el 2,4% interanual, dos décimas por debajo de la subida del 2,6% de los precios en febrero, según el dato preliminar publicado por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, que sería el más bajo desde el pasado noviembre, cuando la referencia marcó mínimos desde el verano de 2021.

En el tercer mes de 2024, la caída interanual de los precios de la energía se moderó al 1,8% desde la bajada del 3,7% en febrero, mientras que los alimentos frescos se abarataron un 0,4%, después de  un 2,1% en febrero.

De su lado, el aumento anual del coste de los servicios se mantuvo en el 4%, mientras que la subida del precio de los bienes industriales no energéticos se atenuó al 1,1%, medio punto porcentual menos que en febrero.

De este modo, la tasa de inflación de la zona euro al descontar el impacto de la energía fue del 2,9%, frente al 3,3% de febrero de 2024, mientras que al excluir también los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente bajó al 2,9% desde el 3,1%.

Entre los países del euro, las mayores tasas de inflación en marzo se observaron en Croacia (4,9%), Austria (4,2%) y Estonia (4,1%), mientras que las menores subidas de precios correspondieron a Lituania (0,3%), Finlandia (0,7%) y Letonia (1%).

En el caso de España, la tasa de inflación armonizada se situó en marzo en el 3,2%, frente al 2,9% de febrero, ampliando así a ocho décimas el diferencial de precios desfavorable para el país respecto de la media de la eurozona.

En el resto de las principales economías de la zona euro, la tasa de inflación armonizada en marzo se situó en el 2,3% en Alemania y en el 2,4% en Francia, mientras que en Italia fue del 1,3%.

REFUERZA LA POSIBLE BAJADA DE TIPOS EN JUNIO

El dato preliminar de inflación en marzo ha quedado por debajo incluso de las expectativas del consenso de analistas, que apuntaban a mantener la tasa del 2,6% ante el potencial impacto al alza sobre los precios del adelanto de la Semana Santa, afianzando así la senda de bajadas de tipos sugerida por el BCE, con un primer recorte del precio del dinero en junio.

EL DATO PRELIMINAR DE INFLACIÓN EN MARZO HA QUEDADO POR DEBAJO INCLUSO DE LAS EXPECTATIVAS DEL CONSENSO DE ANALISTAS, QUE APUNTABAN A MANTENER LA TASA DEL 2,6%

«Esta lectura mejor de lo esperado aumenta las posibilidades de que el BCE recorte las tasas, pero no espere que sucedan este mes», señala Bert Colijn, economista senior para la eurozona de ING Research, para quien «es poco probable que el BCE actúe este mes» y considera que junio será el momento para que la institución comience a reducir «cautelosamente» los tipos, por lo que mantiene la previsión de un recorte de 75 puntos básicos en total a lo largo del año.

Sin embargo, advierte de que la buena salud demostrada por el mercado laboral, que mantiene el desempleo en el mínimo histórico del 6,5%, puede influir sobre el crecimiento de los salarios, que ha comenzado a retroceder, pero sigue siendo elevado, lo que podría frenar el ajuste de la inflación.