El Mundial de Fórmula 1 reúne a los monoplazas más sofisticados en cada Gran Premio. Pese al dinero invertido de cada escudería, evidentemente estos automóviles necesitan igualmente combustible. Los coches de Fórmula 1 no utilizan el mismo carburante que puede usar un coche convencional en su día a día. Como todo en el Mundial, el carburante utilizado en la Fórmula 1 ha ido evolucionando a lo largo de los años.
En 2022, la F1 estrenó el combustible E10, una mezcla de 90% de combustible fósil y 10% de etanol, y el proyecto a largo plazo es que el 100% del combustible se cree en el laboratorio empleando residuos o biomasa no alimentaria, al tiempo que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero por la gasolina de origen fósil en al menos un 65%.