Luca Costantini: «Pablo Iglesias busca marcar la agenda política con ‘La Base'»

Luca Costantini (Bolonia, 1983) es licenciado en Ciencias Políticas y doctor en historia política por la Universidad de Bolonia y la UNED. Y desde hace varios años informa sobre Unidas Podemos, antes en VozPópuli y ahora en el renovado The Objective. Sobre esta formación política acaba de publicar su nuevo libro, ‘Al olor del dinero: La verdadera historia de Podemos’.

¿Qué van a encontrar los lectores en este libro?

Encontrarán datos inéditos. Este trabajo repasa la vida de Podemos como partido político: su impacto cultural, sociológico y electoral que le llevó a ser formación de Gobierno. El estilo del libro es el propio de un reportaje. El lector no se encontrará con un ensayo clásico.

En ‘Al olor del dinero’ hay capítulos sobre el dinero que consigue para el partido Juan Carlos Monedero; el caso de Dina Bousselham; el enfrentamiento entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón; la estructura de guerrilla digital del partido a través de las redes sociales bajo las consignas de Juanma del Olmo, que ejercía de estratega del partido; o uno sobre las empresas que orbitan alrededor de Podemos, donde tiene mucho que ver Rafa Mayoral. ¿Si parece una serie? Creo que la narración es parecida a la de una película de Tarantino (ríe).

He visto que has elogiado a Pablo Iglesias, comparando su carisma con el de Lenin.

Creo que Iglesias es un político de gran habilidad, clave para describir la historia de España en los últimos años. Es un personaje político notable con luces y sombras. Hay que reconocerle el carisma, su capacidad para sorprender o de dar batallas, ganando la mayoría de ellas, sin temblar.

Pero también tiene muchas sombras: creo que tiene serias dificultades para entender y aceptar puntos de vista diferentes al suyo porque es alérgico al disenso. Su liderazgo impidió la capacidad de Podemos de ampliarse con nuevos talentos o nuevas voces. Y el partido bajo su liderazgo fue extremadamente vertical

En el primer libro que escribiste sobre Podemos, ‘Aquí mando yo’, describes las traiciones de Manuela Carmena o la falta de valentía de Íñigo Errejón.

Iglesias siempre ha sabido que Errejón no tenía liderazgo ni carisma, por eso siempre estuvo en ventaja a la hora de darle batalla. Carmena, en el imaginario colectivo del partido, es la principal traidora porque no era ‘nadie’ cuando Podemos la elige como una especie de Ada Colau madrileña.

Cuando Carmena llega al poder intenta quitarse de encima a Podemos y apuesta por construir un nuevo partido político o plataforma, parecido a lo que ahora intenta Yolanda Díaz, que pretende robar el espacio progresista alternativo al PSOE.

Errejón, por su parte, tuvo muchísimos errores dentro de Podemos, maniobró de forma oculta contra la dirección del partido, no respetó los equilibrios internos cuando comandaba el partido mientras Iglesias estaba en Bruselas y quiso dar la batalla contra el ‘pablismo’ sin asumir el precio de la guerra, que era bajar al ruedo y optar a la secretaría general en primera línea de combate en Vistalegre II.

Tengo la sensación que a Podemos se le lleva varios años acusando de financiación ilegal y varios delitos idénticos… y la justicia siempre acaba dando la razón al partido. Y no veo ningún tipo de autocrítica por los medios que ‘investigan’ al partido, que sale impune de los tribunales. ¿No crees que falta autocrítica en la profesión?

No creo que Podemos esté inmaculado: cuando Monedero hizo la regularización fiscal se evidenció una de las contradicciones del partido. Monedero, además de ser fundador del partido, es la persona que les abría las puertas en Venezuela. Y es que tenía un despacho en el Palacio de Miraflores.

Lo que debemos asumir es que el periodismo va mucho más adelante que la Justicia. No hay más que ver la actuación de la Fiscalía, que está ejerciendo su papel de una forma atípica, según mi punto de vista. En Francia, Italia o Alemania este organismo quiere que se investigue cualquier asunto sospechoso de ser ilegal, mientras que en España intenta que no se investiguen algunos casos relacionados con el partido.

También es cierto que no es fácil probar la relación del partido con gobiernos extranjeros porque los papeles, es evidente, estarán en el Palacio de Miraflores mientras continúen los actuales mandatarios. No es fácil ver que las investigaciones periodísticas se plasmen en sentencias.

Te pongo un ejemplo: el ‘Pollo’ Carvajal (exjefe de la contrainteligencia del Gobierno de Venezuela) sostiene que repartió maletines de dinero a formaciones de corte populista, tipo Movimento 5 Stelle en Italia o Podemos en España. Entiendo que algunos piensen que su testimonio es falso, porque él podría estar intentando evitar la extradición a EEEU, pero no que la fiscal quiera impedir su interrogatorio cuando ha ocupado cargos de cierta relevancia. No es ‘Paquito’ el del bar de al lado. En Italia los fiscales han pedido interrogarlo, aquí lo contrario

Es posible que desde Venezuela u otros países se mimasen a ‘La Tuerka’… pero de ahí a que haya llegado ni un céntimo a Podemos, que no lo necesitaba con el tremendo impulso ciudadano que recibió.

Aquí se mezclan dos historias: antes del nacimiento de Podemos algunos gobiernos, el venezolano o incluso el ruso, querían tensionar Europa con nuevos actores. Y cuando nace Podemos, que se puede mantener ‘con vida propia’ mediante afiliados, donaciones de cargos propios o subvenciones públicas, se pudo generar otro circuito de circulación monetario a través de empresas afines. Una red clientelar en otra dimensión con el ánimo de que determinados partidos actúen en favor de determinados intereses. No creo que nadie venga con una maletita.

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‘Al olor del dinero’.

En el caso de Vox, sí. Incluso han reconocido que se fundaron gracias al dinero de unos exterroristas iraníes (el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán). ¿No crees que Podemos ha sufrido una guerra sucia insólita? Han llegado hasta a atacarles en el ámbito personal, a sufrir escraches durante semanas (cuando los escraches por definición son un hecho puntual de protesta)….

Cuando Podemos nace llegan con la etiqueta de que ellos son el pueblo que ha entrado al Congreso y quizá este hecho activó algún mecanismo perverso de cierto tipo de prensa. También es cierto que dirigentes del partido abrieron su vida personal, véase cuando Carolina Bescansa llevó a su niño a la Cámara Baja. Esta era una estrategia con la que buscaban diferenciarse de la clase política.

Autodefinirse como verdaderos representantes del pueblo, seguramente, les ha costado que acaben sufriendo escraches tan lamentables como el que le hicieron a Iglesias. También es cierto que hay miembros de Podemos que admiten que ellos empezaron ‘esa guerra’ y que hablaban de «jarabe democrático» para definir estas conductas contra adversarios políticos.

En el ecosistema mediático también ha habido ataques durísimos al PP y es evidente que la llegada de Podemos o Vox ha hecho más agresiva la vida política española y, en algunos casos, ellos han acabado pagando parte de las consecuencias.

Una de los aspectos que más diferencian a Unidas Podemos de lo que fue Izquierda Unida es el aspecto mediático. No sé si has visto el estreno de Iglesias con ‘La Base’, que se ha colado entre lo más escuchado en Spotify. 

Iglesias creo que quiere mantener su influencia dentro de Unidas Podemos y hacer lo que más le gusta, que es trabajar en el mundo audiovisual. Él tiene dos etapas diferenciadas en política: el de guerrillero de la protesta, convertido en adalid de los indignados; y el de vicepresidente con poquísimas competencias y bajo las órdenes de un dirigente al que no respeta a nivel intelectual, Pedro Sánchez.

‘La Base’ le permite mantenerse en la pomada pública, marcar la agenda política (se ha notado en temas como las macrogranjas o el conflicto ucraniano), y defender a los suyos. Porque salir de la política le otorga una vida extra, ya que más tiempo como vicepresidente le hubiese carbonizado.

¿Qué piensas del Frente Amplio que podría liderar Yolanda Díaz?

El Frente Amplio es un nombre elegido para intentar trazar similitudes con el chileno Boric, que ha alcanzado la presidencia en su país. Podemos regalará ‘la cabeza’ del proyecto a Díez, pero el cuerpo está controlado por ellos. En símil futbolístico: ceden el puesto de delantera a la vicepresidenta, pero ellos mantienen 5 o 6 puestos del once inicial. Este proyecto les puede inyectar algo de vida.