Desde que Rocío Carrasco decidiese romper su silencio en Telecino, después de veinte años soportando un acoso mediático incentivado por su exmarido Antonio David Flores, el susodicho vive tiempos oscuros. O tal vez no, porque aunque parece que ha sido vetado de la que fuese su cadena durante muchos años, su presencia en los medios acapara más noticias y titulares que nunca.
Por otra parte, su empeño en dar su versión de los hechos, le ha llevado a conceder entrevistas y a hablar por boca de su mujer Olga Moreno, y su hija Rocío Flores, cuya popularidad también se ha visto incrementada tras la docuserie y que les está resultado muy rentable. Sin embargo, las contracciones de Antonio David sobre todo lo ocurrido son muchas, lo que pone en duda su credibilidad, por mucho que cuente con el respaldo de lo que se ha bautizado como ‘marea azul’, es decir, el enfervorizado club de fans de la familia Flores-Moreno.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN SOLO PARA ÉL
La primera contradicen de Antonio David Flores, quedó clara incluso antes de que se estrenase el polémico documental. Sus afirmaciones siempre han sido muy categóricas, y siempre se ha mostrado muy seguro de sí mismo, poseedor de la única verdad, apoyado por una actitud y un tono de voz que parecen no dejar lugar a dudas. Durante las últimas dos décadas siempre ha defendido que tenía todo el derecho a hablar sobre su vida, concretamente sobre todo lo referente a Rocío Carrasco y su familia. Sin embargo, no le gustó nada cuando su ex mujer decidió hacer lo propio y hablar también de su vida, contando su versión de los hechos. En este momento, Antonio David no estaba tan de acuerdo con que cada uno contase sus experiencias, como si fuese un derecho exclusivo para él. Incluso dijo estar dispuesto a tomar medidas legales.
