La pizza precocinada se ha convertido en un elemento básico para todos los españoles. No hay frigorífico que se precie sin uno de estos simulacros de comida italiana, sobre todo cuando son de supermercado.
Pasan a examen en esta cata a ciega (aunque hoy sí hay algún ojo visto) las principales marcas de los súper, y el resultado no ha sido el esperado. Bueno, en realidad sí, aunque algo más bajo de lo previsto.
Hay “problemas comunes”. El olor a masa es fundamental para una pizza, y ninguna de éstas lo tiene. “El jamón sabe a bacon; y el que no sabe a bacon, no huele”. Calificaciones muy bajas. Jonatan Armengol, el único crítico invidente de España, junto a Rafa Vega, el propietario de Premiata Forneria Ballaró, prueban las pizzas, ¿algo que ni hubieran deseado?