Estos elementos de protección se han transformado en un complemento más para todas las personas. Por eso, muchas marcas han aprovechado para hacer negocio lanzando sus propias mascarillas, aunque no todas son tan fiables y seguras como las mascarillas FFP2. Éstas se han convertido en la opción más segura, pero tampoco están libres de inconvenientes.
Uno de los problemas más importantes del uso masivo de mascarillas en todo el mundo es la cantidad de residuos que se están generando. Algo que afectará al medioambiente de forma considerable. En cambio, nuevamente científicos españoles del CSIC han desarrollado una idea que aúna lo mejor de las FFP2 y el respeto por el medio con una línea biodegradable.