Hay cosas que llevamos haciendo toda la vida, que nunca nos han afectado, y que siempre hemos pensado que estaban bien. Pero claro, los avances y estudios nos descolocan al advertirnos de los peligros de algunas de ellas, como lavar el pollo crudo. Siempre nos han dicho que hay que lavarlo antes de cocinarlo o antes de congelador.
Pues bien, resulta que esta simple acción es peligrosa para nuestra salud, y no solo eso, corres un serio riesgo de intoxicarte. Hasta ahora puedes haber tenido suerte, o haber enfermado y desconocer la razón. A continuación, te explicamos por qué no debes seguir lavando el pollo crudo.
Tu salud corre peligro
Ya hace tiempo que la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido informó sobre la propagación de la bacteria campylobacter en todo lo que estuviera alrededor de la cocina cuando lavamos el pollo. A través de las gotas de agua que podían caer en utensilios, alimentos o incluso en la propia ropa es la forma en la que se propagan estas bacterias. Fue en 2014 cuando FSA notificó de este hecho, ya que un 44% de las personas lavaban el pollo cuando iban a cocinarlo.
La mayoría de las personas que lavan el pollo es para quitar los gérmenes que pueda tener el ave o por suciedad, otras personas lo hacen por costumbre desde siempre. Una intoxicación alimentaria muy común, y más entre los viajeros, es la enteritis de campylobacter, la bacteria que contiene esta ave de corral.
El tomar alimentos crudos como por ejemplo las aves, también la verdura fresca e incluso consumir leche sin pasteurizar son las principales causas para que se dé la infección de esta bacteria. Y es que si los alimentos están infectados de esta bacteria y los consumimos, nosotros también lo estaremos y los síntomas que podríamos padecer son diarrea, dolor abdominal, fiebre, náuseas y vómitos entre otros.
