El coronavirus es ahora mismo la gran preocupación. España, sin ir más lejos, se acerca a los 100.000 infectados con más de 8.000 muertos. Esta pandemia mundial, definida así por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cambiado la forma de vida millones de personas. Son muchos los países afectados que han tenido que tomar medidas drásticas como decretar el Estado de alarma y confinar a toda la población en casa. Y, pese a ello, son muchos los que se resisten a perder algunos de sus hábitos de ocio como el botellón, el alcohol y la fiesta.
Sí, el tema de salud es el principal quebradero de cabeza. Después, la crisis financiera que se avecina. Pero para los que no han sufrido ningún síntoma ni han visto a ningún familiar afectado, estar encerrado en casa también es uno de los quebraderos de cabeza. Sobre todo para adolescentes y jóvenes acostumbrados a echarse a las calles durante horas, y que ahora tienen que pasar en familia un fin de semana sí y otro también. Pero eso no les ha impedido consumir alcohol y darse fiestas. Y hasta lo relatan en las redes sociales.
Sólo hace falta echar un vistazo para ver cómo son muchas las personas que aprovechan las videollamadas con sus amigos para beber. Otros, directamente planean juegos como ‘el yo nunca’ con cualquier bebida en mano. Los hay hasta que se suman a ‘fiestas’. Sí, conciertos virtuales como excusa para ingerir alcohol durante la cuarentena. Algunos hasta han llegado a pasarse de la raya, como si se tratase de una noche loca.
Twitch y otros canales se han convertido en ‘socios’ de este movimiento: un amigo pone música y a través de las múltiples aplicaciones que han surgido a raíz del confinamiento, el resto le escuchan en una videollamada mientras hablan y beben como si de un botellón en las fiestas de un pueblo se tratase. Y hasta altas horas de la madrugada, como si estuviesen esperando a que cierre la discoteca.
Algunos no necesitan botellón con amigos ni excusas para beber. El consumo de cerveza se disparó la semana pasada en los supermercados mientras el de algunos productos básicos caía. Es más, se multó a algunas personas que se saltaron la cuarentena para ir a comprar al supermercado y que sólo adquirieron cerveza.
Muchos, en cambio, sí tienen más paciencia y aguante durante la cuarentena. En las redes sociales se han visto muchos comentarios de gente planificando estos botellones, pero para cuando acabe la cuarentena. Lo que está claro es que los hay con más y menos fuerza de voluntad. Pero lo evidente es que estar en casa no ha servido para frenar a muchos. Y los jóvenes se resisten a dejar sus hábitos menos sanos durante esta crisis del coronavirus.
