domingo, 15 diciembre 2024

Las mentiras que Disney nos ha colado en sus películas para no acabar con tu infancia

Sin duda, uno de los grandes dentro del sector de la animación es Disney. El gigante del entretenimiento no para de comprar empresas, aunque luego despida a trabajadores en España, mientras calienta motores para su lanzamiento en nuestro país del esperado servicio de contenidos multimedia bajo demanda, donde podremos disfrutar de su inacabable catálogo de películas.

Y es que, una de las cosas que más nos gustan de todas las películas Disney es que acaban bien. Sí, siempre los protagonistas viven felices comiendo perdices. Ideal para ver con los más pequeños de la casa. El problema es que, el bueno de Walt, fundador de la compañía de entretenimiento más grande del mundo, nos ha colado alguna que otra mentira. Bueno, unas cuantas, para ser exactos.

Sí, los cuentos Disney en realidad acaban bastante mal en algunos casos

Pocahontas de Disney

Sencillamente, la gran mayoría de obras que lanza la factoría Disney están basadas en relatos anteriores. Pero, edulcoran sus versiones para que sean aptas para niños. De esta manera, omiten determinados detalles que traumatizarían a los más pequeños de la casa. ¡Y no es para menos!

Un claro ejemplo lo tenemos en uno de los clásicos de Disney: la Cenicienta. En el cuento original, la joven protagonista no se enamora del príncipe. Realmente, el hijo del rey es un acosador que casi la fuerza a casare con él. Y eso que Cenicienta utiliza varias veces la magia para huir de él. Hasta que el príncipe hace embadurnar las escaleras de palacio con brea, consiguiendo que uno de los zapatos de la joven se quede pegado.

Aquí empieza su búsqueda de una doncella cuyo pie se ajuste al zapato, y es cuando consigue que Cenicienta acabe siendo su esposa. Por cierto, los hermanos Grimm, creadores de la historia original, eran un tanto sádicos: realmente, las hermanastras de Cenicienta sufren un final atroz. Para empezar, los pájaros aliados de Cenicienta se comen sus ojos. Y las muy taradas no dudan en cortarse varios dedos y el talón para poder ponerse el delicado zapato. Sí, tu hijo saldría llorando del cine.

Algo parecido pasa con Pocahontas. La historia es más o menos la misma, pero hay que tener en cuenta que en realidad ella tenía 10 años y el John Smith 27. Y se dirigía a él como «padre». Tranquilo, no hubo ningún romance entre ellos. Ojo con el Jorobado de Notre Dame, porque la versión original es, sencillamente atroz.

Más películas cuyo final debería haber sido muy diferente

Basada en la novela de Victor Hugo, «Notre Dame de París», el «bueno» de Quasimodo es deforme y sordo.Y al enamorarse de Esmeralda no duda en secuestrarla, matando por error a varias personas. ¿El final? Se encuentran el esqueleto de Quasimodo abrazado de forma macabra a Esmeralda.

Otro ejemplo de películas Disney que han sido endulzadas, lo vemos en El Libro de la Selva. En el cuento original, Mowgli no es tan majete como lo pintan. Más que nada porque arrasa varios poblados humanos. Lo mismo pasa con Baloo, el divertido oso. En el relato original despedaza a más de un incauto con sus terribles fauces. Tenia hambre…

Y, para finalizar con las grandes mentiras de Disney, toca hablar de Aladdín, porque la cosa tiene miga. Para empezar, los tres deseos que le pide al Genio son muy diferentes. El primero es que le saque de la Cueva de las Maravillas. El segundo, es un banquete de lujo para él y su madre. ¿Y dónde estaba su padre? Murió de pura vergüenza por lo vago que era el chaval. No es broma…

Nada, aprovechando la situación, venden la vajilla de plata del banquete y se hacen de oro. Pero lo más retorcido de esta versión original es el tercer deseo: como la princesa Yasmine se ha casado con el hijo del visir, Aladdin pide que cada noche sea teletransportado a su habitación. ¿El motivo? Encerrar al marido en el baño y ligarse a su esposa. Mejor el cuento que ha creado Disney, ¿verdad?


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