BBVA ha pactado con el fiscal el pago de una multa de 20 millones de euros, a los que habría que sumar los intereses, por un fraude carrusel del IVA, según ha publicado El Confidencial citando fuentes jurídicas.
La Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción comenzaron una operación contra la empresa Asia Chip en 2006. El juez José de la Mata expone es su auto que “el fraude investigado urdió una ficción continuada en los ejercicios 2002 a 2004 respecto a las operaciones comerciales de importación y exportación entre España y EEUU de componentes informáticos. Las maniobras de engaño y ocultación desplegadas tuvieron como único objetivo obtener por parte de unas sociedades exportadoras a EEUU devoluciones de IVA de la Hacienda pública”.
Según el texto del juez, utilizaron “todo un esquema de ficción de las empresas instrumentales de su cadena de aprovisionamiento, que se fueron repercutiendo fase a fase las cuotas de IVA devengadas sin realizar desde el inicio ningún ingreso en la Hacienda pública. De esta forma, se apropiaron de fondos públicos en cuantías millonarias”.
La conexión con BBVA llega a través de BBVA Trade. La defensa de la filial de la entidad presidida por Francisco González ha mostrado durante el juicio, según el diario digital, su disposición a pagar lo defraudado porque al haber aceptado los acusados una condena en conformidad era la mejor opción. Fuentes del banco han declarado a El Confidencial que se trata de una “consecuencia de una actuación de algunos exempleados a los que el banco es ajeno”.
El juez de instrucción cifró el fraude de BBVA Trade en 61,77 millones de euros, el cual afectaba a la Agencia Tributaria y la Diputación Foral de Vizcaya. Según apunta la información, lo más probable es que los acusados no puedan hacer frente de la cuantía que les imponga el juez de la Audiencia Nacional por lo que tendrá que asumirla el responsable civil subsidiario, principalmente BBVA Trade. A este respecto, desde la entidad han señalado al medio que “el acuerdo preliminar con el fiscal excluye a la matriz”.
Este tipo de fraude está relacionado con las exportaciones e importaciones, normalmente de productos electrónicos. Una empresa española, que se conoce en el ámbito jurídico como “trucha”, compra una mercancía a una extranjera, en una operación que está exenta de IVA. Luego la vende a otra española con su correspondiente IVA. Cuando llega el momento de que la “trucha” devuelva el IVA ingresado a Hacienda, esta se disuelve y ahí se comete el delito. En ocasiones, apunta El Confidencial, la mercancía vuelve a ser exportada, por lo que la empresa solicita que le devuelvan el IVA y el delito es doble.
En el caso de Asia Chip, la instrucción se archivó contra los 37 acusados porque no pudieron ser localizados. “Las sociedades importadoras fueron todas ellas sociedades truchas inexistentes o casi opacas para la Hacienda pública, con una intensa y discontinua actividad de compras por millones de euros, sin infraestructura ni recursos. Su vida comercial era muy corta hasta que eran reemplazadas por sociedades similares. La mayoría de sus administradores eran de nacionalidades extranjeras y no fueron nunca localizados por el juzgado”, señala el auto. Pero durante la investigación apareció el nombre de BBVA Trade.