domingo, 15 diciembre 2024

Vodafone capta más clientes de banda ancha, pero con la fibra de Telefónica

El sector telecos sigue en plena guerra de captación de clientes. A falta de movimientos corporativos entre empresas, la actualidad mira las altas, bajas y portabilidades que se dan entre compañías. El año pasado el saldo neto más favorable de banda ancha lo tuvo Vodafone. Aunque hay un “pero”: gran cantidad de esos clientes están entrando en el operador con accesos indirectos de Telefónica.

¿Pero qué es un acceso indirecto? Los operadores de telefonía pueden ofrecer sus servicios a través de sus redes, pero también pueden hacerlo alquilando la infraestructura a su competencia, casi siempre a Telefónica. De este modo, tanto Vodafone como Orange, por ejemplo, pueden ofrecer sus tarifas en sitios donde ellos no tengan fibra. Eso, lógicamente, sale menos rentable para las compañías, puesto que deben pagar por ese acceso.

En este contexto, el operador que más está llevando a cabo esta práctica es Vodafone. Por eso, su crecimiento de clientes es bueno, pero podría serlo más. En concreto, según los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Movistar tenía en enero de 2017 más de 5,9 millones de clientes de banda ancha, misma cifra que en enero de este año. Por su parte, Orange tenía 3,9 millones en 2017, y mantiene el mismo número en 2018. El único que ha crecido ha sido Vodafone, que pasó de 3,1 millones de clientes a 3,3 millones.

Lo único malo para el operador rojo es que una gran mayoría de esos usuarios entran en la compañía con la red de Telefónica, por lo que el ARPU (rentabilidad por cliente) no es tan alto como a ellos les gustaría. De esta manera, una muy buena noticia, puesto que es la única compañía que tiene un saldo positivo de bajas y altas en los accesos a banda ancha; se convierte en un pequeño lunar por la forma de conseguirlo.

VODAFONE Y EL ACUERDO CON TELEFÓNICA

Dentro de lo malo, Vodafone está pagando por este acceso indirecto a la red de Telefónica menos de lo que tenía previsto. Y es que justo hace un año ambos operadores llegaron a un acuerdo para puentear a la CNMC, que se encarga de regular los costes de acceso mayorista, para que los rojos tuvieran acceso a la fibra de los azules, tanto en las zonas donde hay regulación y Telefónica tiene la obligación de abrir su red a los demás; como en las zonas libres de competencia, donde nadie tiene obligación de nada.

Se trata de un acuerdo por cinco años en el que el volumen de usuarios que meta Vodafone será fundamental para que el precio de dichos acceso sea todavía más rentable. Y es que aunque ninguna de las compañías ofrece datos sobre dichos accesos mayoristas y los alquileres de red, la realidad es que Vodafone es el gran cliente de Telefónica.

Por un lado, fuentes cercanas al regulador explican a MERCA2 que la explosión de acceso mayorista que hubo el año pasado, se pasó de 355.000 a 916.000 en un solo ejercicio, se debe a la actividad de Vodafone y Orange. Aunque aquí hay que recalcar que los naranjas están siendo mucho más activos en el despliegue propio de redes, y, por lo tanto, recalan el Vodafone la mayor parte de accesos indirectos.

Otro factor tiene que ver con el HFC, que es la tecnología que usa todavía Vodafone del cable adquirido en la compra de Ono. El cable-casi-fibra ha perdido usuarios en el último año, según datos de la CNMC, por lo que Vodafone tendría, susceptiblemente, menos clientes con esta tecnología. De ahí que la ampliación en su base de clientes venga de los accesos indirectos para de Telefónica.

Todo esto no es necesariamente malo para la compañía que dirige en España Antonio Coimbra. Por un lado Vodafone mejora su situación competitiva al tener más lugares en España donde ofertas sus tarifas con fibra. Además, no gastarse dinero en redes le permite diversificar dicha inversión en redes móviles o acuerdos para tener contenidos en televisión.

Aunque siempre queda el “pero” de ser un negocio menos rentable que desplegando fibra propia, ¿o no? El ejemplo de Orange que está haciendo un gran esfuerzo inversor en tener sus propias infraestructuras determinará si la apuesta de Vodafone era arriesgada o no.


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