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China tomó medidas para garantizar el crédito llegue a pequeñas empresas, prestatarios rurales y startups, una medida adoptada para apuntalar a la economía a medida que se aproxima una transición política vital para la nación.
El Banco Popular de China anunció que reducirá la cantidad de dinero en efectivo que las entidades financieras deben mantener como reservas desde 2018, un corte que irá vinculado al flujo de fondos a partes de la economía donde el crédito tradicionalmente ha sido escaso. Esta distinción fue subrayada por indicadores del sector manufacturero que mostraron que mientras las grandes empresas son optimistas, los productores más pequeños son más negativos.
La medida que podría traducirse en más de 600.000 millones de yuanes (76.180 millones de euros) para nuevos préstamos, demuestra que el gobierno está aprovechando múltiples impulsos para evitar que el crecimiento económico se desacelere demasiado en la segunda mitad, cuando tiene lugar el Congreso del Partido Comunista. El recorte de la tasa de interés de reserva es una señal de que los responsables políticos no quieren aliviar la política monetaria en general, en medio de la preocupación por el incremento de la deuda.
En cambio, de forma similar a los esquemas dirigidos antes por el Banco de Inglaterra o el Banco Central Europeo, China está tratando de impulsar a los fondos a lugares específicos a través de incentivos para los prestamistas comerciales.
“La última medida es sorprendente por la notificación anticipada que da a los bancos aparentementemente encamina a incentivar los préstamos a las pequeñas y medianas empresas antes de fin de año para que puedan aclarar el umbral de menores requisitos”, decían los economistas de Bloomberg Intelligence, Tom Orlik y Fielding Chen en un informe. “El momento debe ayudar a mantener la confianza del mercado en el cambio de liderazgo”.
Los recortes oscilarán entre 0,5% y 1,5% dependiendo de los negocios con pequeñas empresas, prestatarios agrícolas y startups
Las medidas se aplican a los principales bancos, el 90% de los bancos comerciales y el 95% de los prestamistas comerciales rurales, dijo el Banco Popular Chino a través de un comunicado. Los recortes oscilarán entre 0,5% y 1,5% dependiendo de la cantidad de negocios que hagan con pequeños empresas, prestatarios agrícolas y startups. Los bancos extranjeros también serán elegibles si cumplen con los requisitos.
Los bancos recortaran la tasa de 0,5% si los préstamos elegibles superan el 1,5% del total en 2017. La deducción será de 1,5% si alcanzan el 10% o más de los nuevos préstamos en 2017. Los bancos comerciales rurales que cumplan con los requisitos pueden recibir otras deducciones.
Las reducciones son un “ajuste estructural” y no un cambio en política monetaria, según el banco central. Los políticos, que han mantenido la tasa de interés de referencia sin cambios desde hace casi dos años, reiteraron su promesa de una política monetaria “prudente y neutral”.
El movimiento liberará cerca de 600.000 millones de yuanes (76.338 millones de euros), escribió Ming Ming, jefe de investigación de renta fija de Citic Securities, en Beijing, y un ex funcionario del Banco Popular de China. Lianxun Securities estima que el recortá será de 700.000 millones de yuanes (89.000 millones de euros). El requerimiento para los grandes bancos se ha mantenido en 17% desde febrero de 2016.
Los datos publicado el sábado pasado muestran poca necesidad de más estímulo, incluso si la compañía está en desaceleración a largo plazo. El índice oficial de compras mostró que las perspectivas de fabricación subieron a un máximo de cinco años, lo que indica que el crecimiento de la segunda mitad de 2017 podría ser más robusto. La producción se alzó 6,9% interanual en ambos de los dos primeros trimestres.
Ese resultado podría ser una buena noticia. Sin embargo, no todas las fábricas disfrutan de las mismas condiciones, como mostró un indicador del sector privado. El índice de gestores de compras (PMI en inglés) de Caixin Media y Markit Economics, que examina el sentimiento entre un grupo representativo de pequeños y medianos productores, cayó de 51,6% a 51% en septiembre. Las lectura indica un ritmo de crecimiento más lento que la encuesta oficial.
Se espera una avalancha de nuevos préstamos dirigidos a estas empresas en el último trimestre para liberar este efectivo
El movimiento del Banco Popular aborda esa divergencia incluso antes de una reducción de las reservas en 2018, según Christopher Balding, profesor asociado de la Escuela de Negocios HSBC de la Universidad de Pekín en Shenzhen.
“Se puede esperar una avalancha de nuevos préstamos dirigidos a estas empresas en el último trimestre para liberar este efectivo”, señaló Balding. “Es también un desafío directo a la industria bancaria sombra en China, ya que comprende una parte importante de sus clientes. China está efectivamente impulsando esta deuda en los balances oficiales.
El banco central y los principales líderes del país han usado sistemáticamente el lenguaje prometiendo una política monetaria “prudente y neutral” y se han comprometido a controlar el riesgo financiero desde que el presidente Xi Jinping convocó a su Conferencia Central de Trabajo Económico en diciembre.
El 60% de los economistas cree que la política del Banco Popular de China permanecerá igual a finales de 2017
Un corte que toma efecto en tres meses significa que el banco central “no piensa que hay una necesidad grande de ajustar la política monetaria”, y que el apalancamiento es crucial mientras la economía se sostiene arriba, dijo Zhou Hao, economista en Commerzbank en Singapur.
La política del Banco Popular de China permanecerá igual a finales de 2017, según el 60% de los economistas en una encuesta realizada por Bloomberg en agosto.
El Banco Popular de China también reiteró que mantendrá el yuan “básicamente estable” a un nivel de equilibrio razonable y la liquidez con diversas herramientas, comentaron en un comunicado sobre su reciente reunión de políticas del tercer trimestre liderada por el gobernador Zhou Xiaochuan.
“El crecimiento está bien encaminado. Deja mucho espacio a los responsables políticos”, apuntó Lu Zhengwei, economista jefe de Industrial Bank en Shanghai. “El corte no significa que el Banco Popular cambiara su postura. El futuro ajuste debe depender de si estas medidas satisfacen las expectativas de los políticos y el impulso económico”.