Bankia y Cuba: fin a una relación de 20 años

Mientras los españoles aún seguían lamentándose por el fallo de Zubizarreta en el partido contra Nigeria de infausto recuerdo que echó a España del Mundial, Caja Madrid (ahora Bankia) firmaba su desembarco en Cuba. Esta semana ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha visitado la perla del Caribe.

En octubre de 1998 nació Corporación Financiera Habana S.A., primera institución financiera no bancaria creada en Cuba. En el accionariado, un 60% para Banco Popular de Ahorro (100% propiedad del estado cubano) y un 40% para Caja Madrid.

Eran otros tiempos para la entidad presidida por Miguel Blesa. En el trimestre anterior, había cerrado una alianza estratégica en banca y seguros con Mapfre. Caja Madrid era la segunda caja más importante de España y la aseguradora la mayor en el ámbito nacional. Surgía así un gigante financiero que todavía perdura.

Ha llovido mucho desde entonces. En junio de 2010 se aprobó la creación del Sistema Institucional de Protección (SIP) que integraba Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja La Rioja. Seis meses después se constituyó el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), donde se integraron los activos de las antiguas cajas. Entre ellos, las participaciones de Caja Madrid en empresas cotizadas como Iberia, NH Hoteles e Iberdrola. La entidad madrileña contaba en ese momento con una cartera compuesta por casi 70 compañías de múltiples sectores como finanzas, infraestructuras, seguros, energías renovables, ocio y turismo, sanidad y capital y riesgo.

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En noviembre de 2012, tras salir a Bolsa en julio de 2011, las autoridades europeas aprobaron el Plan de Reestructuración del grupo BFA-Bankia. Un mes después, recibió una inyección de casi 18.000 millones de euros (10.400 millones destinados a Bankia y 7.400 millones a BFA). Como contrapartida, Bruselas ordenó al banco deshacerse progresivamente de sus participaciones industriales.

A partir de ese momento inició un goteo de desinversiones en sus participadas. Iberdrola, Bancofar, Banco Caminos, Metrovacesa, el 12% de Mapfre, Indra, IAG (el grupo que integra la antigua Iberia), el City National Bank of Florida, Inversis, Mecalux y Globalvía… Una larga lista de empresas. En 2017 las ventas sumaban más de 5.000 millones de euros. Resistía, como último bastión de un pasado mejor, el 40% en la Corporación Financiera Habana.

BANKIA, CENTRADA EN ESPAÑA

La entidad que naciera en octubre de 1998 lo hizo con fecha de defunción. El ejercicio de dicha actividad financiera no bancaria fue autorizada a través de un acuerdo del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de la República de Cuba, explican desde el banco. Otorgó una licencia para operar por un periodo de 20 años con un vencimiento fechado en el 16 de octubre de 2018.

Llegada la fecha, la junta general de accionistas de la sociedad decidió disolver y liquidar la Corporación Financiera Habana. Concluye así una relación de dos décadas con el país caribeño para centrar su negocio únicamente en España (cada vez mayor con la absorción de BMN), devolver las ayudas públicas e intentar levantar una acción que a 23 de noviembre ha perdido en torno a un 25% de su valor desde su salida a Bolsa.