Las compañías de teléfono son las que más reclamaciones acumulan en lo que se refiere a empresas de servicios. Al menos así lo aseguran desde FACUA, donde reconocen que un tercio de las quejas que gestionan corresponden a estas empresas. Jazztel es la compañía peor valorada en este sentido, según datos del ministerio de Industria.
Sólo en comercialización de paquetes de voz y datos fijos, la empresa recibió 17,74 reclamaciones por cada 10.000 abonados, casi un 11% más que el año anterior. ONO fue la segunda con más quejas, seguidas de Orange, Vodafone y Movistar.
Calidad del servicio
Nos afanamos mucho en contratar un teléfono, buscamos que sea la mejor gama, la tarifa más barata y con más Megas… Pero se nos olvida algo básico: el servicio que se ofrece y la cobertura. Si vives en una ciudad como Madrid o Barcelona, no hay problema. Pero… ¿Y en los pueblos? No todos los operadores tienen la misma red. Es algo que hay que tener en cuenta, pero no siempre lo hacemos.
Además, luego vienen los ‘errores’ propios de la compañía. Llamadas que se cortan en mitad de la conversación, mensajes de texto que no llegan, averías constantes que requieren de la intervención de un técnico. Algo muy frecuente, por cierto, en el caso de la fibra óptica y el ADSL. De hecho, el 16% de las quejas que recibe Industria en el servicio fijo se producen por esto.
Mala atención en los call center
Seguro que estás harto de llamar al centro de atención al cliente y hablar con una máquina que te pide que introduzcas números o le digas las opciones que quieres. Te sientes idiota, y encima la mayor parte de las veces acabas la conversación sin lograr hablar con un ser humano. Es una técnica que se utiliza para agilizar tiempo, pero que frustra a los clientes porque la relación persona-persona sigue siendo importante.
Enrique Piñero, portavoz de FACUA, explica a Merca2.es que «existe un déficit de funcionamiento de estos centros«. No ya sólo por el hecho de la automatización y permanente descapitalización humana, sino también por «la mala formación que reciben sus empleados a la hora de atender las necesidades de los clientes». Al final, hay que tener en cuenta que la impresión es lo que se queda el consumidor y, si no es positiva, el cliente se rinde.
Alta en servicios no solicitados
Es una de las grandes picarescas de las compañías de telefonía. De repente aparece en tu teléfono fijo una identificación del número entrante que no has pedido, o tu móvil tiene un buzón de voz que no has contratado. Se trata de altas unilaterales ofrecidas por las propias operadoras porque en muchas ocasiones consideran que van a beneficiar al cliente. Sin embargo, la mayor parte de las veces, esas «mejoras» conllevan una facturación a posteriori.
Desde Facua nos cuentan que suelen ser pequeñas facturaciones que pasan desapercibidas para los clientes, salvo que se revise minuciosamente el recibo todos los meses. Ahora bien, alertan de que en ocasiones esas cifras pueden ser bastante elevadas, por lo que recomiendan estar alerta.
Promociones incumplidas
Viene muy relacionada con lo anterior. Te ofrecen un servicio estupendo y maravilloso, que luego no tiene nada que ver con la realidad. Disfrute del fútbol, la fibra, las llamadas por sólo… Pero luego se le olvidó decirte que, por cada minuto adicional de móvil se factura a tanto, o que incluye un número limitado de Megas.
Resulta complejo defenderse de ellas, porque normalmente están englobadas en un contrato general que no hemos leído, y que seguramente ni siquiera nos habrán enviado. Pero aceptadas las habremos aceptado, aunque no nos hayamos enterado.
Penalizaciones excesivas
En numerosas ocasiones al contratar una línea de teléfono, una fibra o comprar un móvil de última generación muy barato, estamos adquiriendo un tiempo de permanencia. Se trata de un compromiso en el cual si lo rompemos tendremos que abonar una cantidad a nuestra operadora. ¿Esto es legal? A tenor de lo visto sí.
El problema viene, explica Piñero, cuando nunca fuimos informados de que existían esas penalizaciones. O cuando se trata de una penalización abusiva. Por ejemplo, no explica el caso de un cliente que tenía que abonar la misma cantidad por romper el contrato con su operadora dos meses antes del término de permanencia, que 5 días antes. «Deben ser proporcionales», nos dice el portavoz de FACUA.
Retraso en el alta de las líneas
Contratas, pero el técnico nunca llega. Llamas y te dicen que se han perdido los papeles. De hecho, hay algunas asociaciones de teleoperadores que aseguran que en numerosas ocasiones esos trámites se «pierden por el camino». Es decir, que se hace aposta para evitar que el cliente pueda suscribirse a una determinada promoción. ¿Motivos? Siempre favorables a la empresa, claro. Por ejemplo, el que ya han suscrito el 100% del cupo que tenían previsto para esa oferta.
No solo eso, también puede venir por el hecho de acumular demasiadas peticiones en un momento determinado, y no tener técnicos suficientes para atender la demanda.
Retrasos en la tramitación de las bajas
A nadie le gusta perder clientes. Y en un sector donde el cliente es cada vez más infiel esto es fundamental. Por eso, en ocasiones, las operadoras demoran en exceso las bajas de sus clientes. Según nos cuentan desde Facua, el proceso es parecido al anterior. Pérdida de documentos, trámites que fallan, o necesidad de ampliar la documentación en un momento determinado.
No sólo eso es que en ocasiones «siguen facturando pese a haber mostrado la intención de darse de baja por escrito», explica el Portavoz.
Excesivo celo comercial
«Las operadoras priman contratar a cuidar a su cliente», sentencia Piñero. Esto quiere decir que el nuevo suele verse beneficiado sobre el que ya está. Pero para que esto suceda, las compañías necesitan cientos de altas a diario. Por eso no es de extrañar que sus comerciales hagan lo que sea por lograr su comisión. ¡Hasta despertarte de la siesta!
De hecho, Merca2.es ha vivido la experiencia en primera persona al contratar un servicio con una operadora, y no poder instalarlo porque el servicio ofertado por el comercial no existía en la zona donde nos encontramos. No debemos ser los únicos, porque según los datos del Ministerio de Industria, esta materia aglutina el 31,3% de las reclamaciones hechas por los consumidores.
Servicios de tarificación adicional
Es una de las principales quejas de los consumidores. La suscripción a determinados servicios que tienen un precio especial. Son los llamados «servicios premium» que tantos disgustos han traído a muchos. En ocasiones se activan de forma ilegal, ya que no se aclara a los clientes lo que están haciendo, nos dicen desde FACUA.
Sin embargo, en otras, se emplea con maldad. Se aprovecha el desconocimiento o la necesidad de las personas para poner en marcha estafas o negocios. Son muy habituales el uso de estos servicios en páginas relacionadas con el horóscopo, tele tiendas, etc.