Francisco Rivera Ordóñez confiesa sus miedos

Francisco Rivera Ordóñez es una persona que no ha tenido una vida fácil. La temprana muerte de su padre; el éxito Paquirri y su abuelo en los ruedos lo que generó en el torero una gran sensación de exigencia… Situaciones nada fáciles que le han obligado a tener que superarse diariamente y a luchar contra sus miedos en una infinidad de proyectos. Unos hechos que han hecho que Francisco Rivera haya sido escogido para dar una conferencia sobre el miedo y sus consecuencias dentro de las jornadas de La Organización del SXXI.

Fuentes de la organización han confesado a Cotilleo.es que «el miedo hay que combatirlo, y él sabe cómo se hace». De ahí su elección para esta curiosa charla en la que, ante un nutrido auditorio, el torero tuvo que sortear a la suerte y enfrentarse a hablar en público. El torero comenzó reconociendo que él es temeroso: «de hecho, el miedo y yo pasamos los veranos juntos», confesó. Rotulador en mano, pizarra y grandes ideas en la mente explicó cómo es es sentimiento para él. Ahora bien, para aquellos que consideran que las cosas no son sencillas, reconoció que el «miedo es necesario y beneficioso. Te afina los sentidos, activa el sexto sentido».

El torero Francisco Rivera Ordóñez durante su conferencia "Cómo Superar el Miedo y Dominarlo" con motivo del acto del Centro de Dirección de Recursos Humanos, Madrid 20/10/16
El torero Francisco Rivera Ordóñez durante su conferencia «Cómo Superar el Miedo y Dominarlo» con motivo del acto del Centro de Dirección de Recursos Humanos.

Una situación que Francisco Rivera reconoce que sólo le llega cuando uno está al límite, y te proporciona una información que resulta «vital», señala. Es más, asegura que su mayor miedo es «saber si el toro me va a coger o no».  

Para el diestro el miedo es fácilmente reconocible. Asegura que cuando empieza a padecer pasa mucho frío. Recordó, además, una anécdota en Málaga, con 40 grados a la sombra, en la que estaba cubierto con mantas porque estaba helado. Ahora, explicó, «he recurrido al aikido, una técnica japonesa que le ayuda a superar esos momentos.