¿Le gustaría encontrarse con una taberna que se llame ETA? Seguramente su respuesta será no. Una pregunta quizá un tanto absurda, pero que nos podría hacer a nosotros cualquier italiano relacionado con el mundo de la cocina. La misma que podríamos hacerles nosotros si les preguntásemos qué les parece si hubiera un restaurante que llevara en su nombre la palabra ‘mafia’.
Este segundo caso existe. Y no parece que les haya sentado nada bien a los transalpinos. Consideran que se vincula su comida a una banda criminal y, por ende, han iniciado una ofensiva que busca terminar con la cadena de restaurantes La Mafia se sienta en la mesa. Una enseña aragonesa que cuenta con casi medio centenar de locales en nuestro país.
A priori pueden tener razón. Aunque todo depende de la acepción que queramos coger del término. La Real Academia de la Lengua Española habla de varios: 1.- organización criminal y secreta de origen italiano; 2.- cualquier organización clandestina de criminales; 3.- Grupo que trata de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos. Ergo no está tan claro que tenga que referirse exclusivamente a Italia
Aun así los agricultores y la Comisión antimafia del Parlamento italiano se han ido a la Oficina de Patentes y Marcas de la Unión Europea, y allí les han dado la razón. O eso dice el diario –La Repubblica– porque en La Mafia, su portavoz, Alfredo Cortés, asegura que “no hay ningún requerimiento que nos obligue a quitar la marca”. Así que no parece que estén muy dispuestos a echarse a un lado.
La Mafia se sienta a la mesa cuenta con 40 restaurantes en España. Aseguran que no van a cerrar y continuarán trabajando
“No entendemos por qué ha vuelto a salir ahora. Esto empezó hace ya dos años”, explica el portavoz que aclara que tienen la “patente por diez años en España y Europa. Por tanto, podemos seguir operando. Como mucho podrían intentar impedir que la renovemos”, sentencia.
Desde La Mafia se sienta a la mesa aseguran que “no hay ningún tipo de intención de vincularse a organizaciones criminales. Al contrario, responde a una afición de nuestros socios fundadores por el cine negro; y por El Padrino en particular”, sentencia el portavoz.
Sin embargo, los argumentos italianos dicen que el nombre “responde a un sentido del honor mal entendido”. El sentar a la mafia a la mesa “es atribuir unos valores benignos a una de las organizaciones más peligrosas de Italia”, detalla La Repubblica. Afirmación que, de nuevo, refutan en España: “tenemos estudios que demuestran que la gente no ve mal el nombre, no lo relaciona con la criminalidad practicada por una banda. Todo lo contrario», añaden
La Oficina de Patentes y Marcas de la Unión Europea ha remitido a Merca2.es a los autores de la iniciativa que, por el momento, no han contestado a nuestros requerimiento. El caso ya está sobre la mesa –o eso parece- y va a dar mucho que hablar. El enfrentamiento está servido, y va camino de convertirse en una cuestión de defensa del orgullo patrio italiano más que de otra cosa. Algo que no hace presagiar algo bueno, porque La Mafia ya avisa: “está todo en manos de nuestros abogados». Aquí, por fortuna, no hay nada de pistolas.