En el mundo del emprendimiento se está popularizando la conocida como teoría de la ilusión de Zuckerberg, que puede explicar la razón por la que muchos emprendedores acaban en la ruina al dejarse llevar por falsas ilusiones.
Se trata sencillamente de una forma más de autoengaño. Cuando nos creemos que nuestras ideas son mejores de lo que realmente son y nos dejamos llevar por esa ilusión en lugar de prestar más atención a lo que ocurre a nuestro alrededor para poder ver la realidad.
¿Qué es la teoría de la ilusión de Zuckerberg?

Los expertos la definen como la falsa creencia de algunos emprendedores de que pueden llegar a ser millonarios rápidamente con ideas de negocio más o menos sencillas. Esto se debe a que siempre ha existido cierto misticismo sobre las figuras de grandes emprendedores.
En realidad, nadie se hace rico de la noche a la mañana. Detrás de cada emprendedor exitoso hay una historia de superación. Además, no hay que olvidar que personajes como Steve Jobs o el propio Zuckerberg no estaban solos en sus proyectos.
¿Por qué es un peligro para los emprendedores?

“Vender” el emprendimiento como algo sencillo y al alcance de cualquiera es un riesgo. Porque puede llevar a las personas a pensar que poner un negocio en marcha es algo sencillo y rápido, cuando la realidad nos demuestra que no es así.
El emprendedor siempre debe ser consciente de que va a encontrar obstáculos en su camino y de que hay muy pocas ideas que lleguen a triunfar a nivel mundial. Son muchos más los pequeños emprendedores con un éxito moderado en su campo de actividad que los que se hacen millonarios.
¿Una buena idea no puede llevar al éxito?

Claro que puede hacerlo. Lo que defiende la teoría de la ilusión de Zuckerberg es que el emprendedor debe ser objetivo y tomar distancia con respecto a sus ideas. Si cree que va a ser el próximo triunfador, posiblemente no llegue a serlo.
De hecho, la mayoría de los emprendedores de éxito iniciaron sus proyectos sin pensar que iban a llegar tan lejos como lo han hecho.
Necesitas una buena idea y una buena gestión

Una buena idea puede acabar convertida en un éxito empresarial, pero para triunfar hace falta mucho más que la idea. Es necesario hacer una buena gestión del proyecto y saberse rodear del talento adecuado.
Una buena muestra de esto es que hay ideas que, no siendo espectaculares ni demasiado novedosas, pueden llegar a triunfar si detrás de ellas hay una buena gestión del proyecto y un equipo competente.
Un emprendedor debe ser realista

Lo que nos enseña la teoría de la ilusión de Zuckerberg es el que emprendedor debe ser siempre realista. No puede dejar que sus sueños de éxito se conviertan en el centro de su vida y que todo su proyecto gire en torno a esa idea.
Además, quien se pone al frente de un negocio debe tener un cierto grado de flexibilidad. Ser consciente de que su idea no va a ser perfecta y que es más que probable que tenga que implementar cambios a medida que el proyecto avanza.
Las cualidades son tan importantes como una buena idea

Como decíamos antes, la idea no lo es todo. Para ser capaz de desarrollar un proyecto emprendedor de éxito el emprendedor debe tener una serie de habilidades profesionales y personales que no todo el mundo tiene.
Entre ellas podemos destacar algunas como la creatividad, el ingenio, la pasión, el liderazgo, la confianza en uno mismo, la paciencia, la empatía o la capacidad para tomar decisiones difíciles en poco tiempo.
¿Y si no estás hecho para ser emprendedor?

Otra de las cosas que hay que tener en cuenta es que no todo el mundo está hecho para ser emprendedor. La mejor idea del mundo puede quedarse en eso, en una mera idea, si quien la tiene es una persona que no reúne las habilidades y capacidades necesarias para poner un negocio en marcha.
Quienes piensan que emprender es un camino fácil para ganar dinero, son precisamente aquellos que no deberían plantearse montar un negocio. Porque para ganar dinero al emprender primero hay que invertir, y luego hay que trabajar mucho y superar todo tipo de adversidades. Puede que ganes dinero, pero no será sencillo.
No rechaces las ideas

La teoría de la ilusión de Zuckerberg nos quiere transmitir que no todas las ideas de negocio que podemos tener son tan estupendas y con tantas posibilidades de éxito como nos gustaría creer. Pero eso no quiere decir que debas desecharlas.
Si tienes una idea de negocio pero crees que no conviene desarrollarla, déjala anotada. Quizá llegue un momento en que pueda ser rentable, o podría servirte en un futuro como base para desarrollar otra idea que sí pueda triunfar.
Un camino difícil pero gratificante

Con lo que hemos expuesto seguro que ya tienes claro que emprender no es sencillo y que tienes que valorar muchas más cosas que tu idea inicial. Sin embargo, esto no debería desanimarte, sino todo lo contrario.
La vida está llena de retos, y emprender es uno de los más grandes que puedes afrontar. Seguramente no seas el próximo Mark Zuckerberg, pero podrías alcanzar un éxito moderado, incluso un gran éxito. ¿Por qué no probar suerte?
Siempre con los pies en el suelo

Mantén los pies en el suelo y comienza a trabajar en un proyecto que gire en torno a tu idea. Con tiempo, y haciendo una buena labor de investigación, llegarás a la conclusión de si tu negocio podría tener éxito o no.
Con una buena planificación y siendo objetivo, no hay razón para que no alcances las metas que te hayas propuesto, siempre y cuando estas sean realistas.