Ahora que llega el verano es normal querer adelgazar y quitarse unos kilos de más. Lo malo es que hay muchas dietas realmente aburridas, que se basan en comer panga y césped y que se dejan enseguida. Por suerte, está la dieta del jamón ibérico y el vino, la cual promete hacerte perder hasta 6 kilos disfrutando de la comida.
Esta dieta, basada en la dieta mediterránea original, es fácil de seguir y es eficaz, siempre que se personalice con un nutricionista eficaz. ¿Quieres saber más sobre ella? Pues no te pierdas todos los detalles, ya que te contaremos cómo funciona, por qué funciona y para quién no debería usarse.
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¿Por qué funciona la dieta del jamón ibérico y el vino?
La dieta funciona porque es hipocalórica, es decir, se comen menos calorías de las que se gastan. Este es el funcionamiento de todos los planes de adelgazamiento, ya que simplemente es un asunto de energía y termodinámica. Eso sí, debe personalizarse con un dietista y adaptarse al peso y talla de cada persona, ya que no todos necesitamos comer lo mismo.
Además, esta dieta es muy adherente y poco restrictiva, ya que incluye alimentos muy ricos. ¿Quién no quiere perder peso comiendo jamón y bebiendo vino? Eso sí, eso no significa que no sea saludable, ya que es buena para el corazón y tiene abundancia de vegetales, así que es de alta calidad.
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Los beneficios del vino y del jamón
La dieta del jamón ibérico y el vino tinto se basa en estos dos alimentos por sus beneficios para la salud. El jamón ibérico tiene muchas proteínas y grasas saludables, además de minerales. Aunque el jamón ibérico es el que mejor sabe, también se puede sustituir por jamón cocido, dependiendo de los gustos y las necesidades del usuario.
El vino tiene alcohol, pero con moderación tiene beneficios. Posee resveratrol, un flavonoide que sirve como antioxidante y que tiene numerosas propiedades. Por otro lado, también tiene aminoácidos esenciales, minerales como el potasio, el calcio o el magnesio y vitaminas del grupo C y del grupo B.
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La dieta del jamón ibérico y vino tinto tiene alimentos de origen mediterráneo
Esta dieta en realidad es una variante de la dieta mediterránea original. Apuesta por dejar de lado los alimentos procesados y reduce al máximo las harinas refinadas para apostar por los productos originales de origen mediterráneo.
Eso incluye frutas y hortalizas de temporada, pescado azul y blanco, carne blanca, aceite de oliva y legumbres. Todo eso se combina con una pequeña cantidad de jamón y una o dos copas de vino tinto. Por otro lado, la carne se cocina a la plancha con poca grasa.
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¿Cuántos kilos perderás?
Con la dieta del jamón ibérico y el vino tinto vas a perder peso, ya que es una dieta hipocalórica con esa función. Según su creador, puedes perder entre 4 y 6 kilos si la haces bien, aunque depende de cada persona.
De hecho, el propio creador nos recomienda acudir a un nutricionista para personalizar la dieta al peso, altura, sexo y gasto calórico del usuario. Obviamente, no puede comer la misma cantidad una mujer de 50 kilos que un hombre de 100 kilos. De hecho, un dietista profesional podría personalizar la dieta de tal forma que se pudiera perder todos los kilos que se quisiera (esta y cualquier dieta), ya que simplemente tiene que crear un déficit calórico adaptado al paciente e ir ajustando la dieta a medida que vaya perdiendo peso.
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La dieta del jamón ibérico y el vino tinto y su funcionamiento habitual
Esta dieta se basa en desayunar como un rey e ir bajando la ingesta a lo largo del día, para acabar cenando como un mendigo. Por ejemplo, el desayuno es abundante, con jamón, frutas y pan, siendo el único momento donde se puede comer pan. La media mañana incluye grasas saludables en forma de frutos secos y frutas.
En cuanto a la comida, tiene carne o pescado, cocinado con poco aceite, en compañía de alimentos mediterráneos como la verdura, la legumbre o la ensalada. A media tarde ya se baja mucho la ingesta, comiendo un yogur. La cena suele tener algo de jamón y proteína a la plancha.
¿Qué ocurre con el jamón y el vino? Los hombres tomarán dos copas de vino de 150mm y las mujeres una copa, repartidas en dos comidas a elegir. En cuanto al jamón, se comen entre 60 y 90 gramos diarios dependiendo del peso, sexo y talla del usuario.
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Fin de semana libre
Uno de los mayores problemas que tienen las dietas tradicionales es el tema social. Muchas veces, impiden salir con los amigos o con la pareja, algo que dificulta las relaciones sociales de las personas. Por suerte, la dieta del jamón ibérico y vino tinto es consciente de ello y te deja los fines de semana libres. Eso significa que podrás comer lo que quieras durante el sábado y el domingo (o los dos días a la semana que tú elijas).
Una dieta bien ajustada permitirá saltarte la dieta un par de días y seguir adelgazando, siempre que no hagas demasiados excesos. La razón es que el balance energético seguirá siendo negativo, así que adelgazarás. Por otro lado, podrás mantener la dieta durante más tiempo, ya que no dejarás de hacer tu vida social y no te cansarás. Eso sí, recuerda que la dieta debe ser personalizada por un nutricionista para que esto funcione, ya que sino corres el riesgo de no ajustarla bien.
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Contraindicaciones de la dieta del jamón ibérico y el vino tinto
Esta dieta está bien pensada, especialmente para personas que no quieran dejar de comer jamón y beber vino para cuidarse. Eso sí, como es una dieta con alcohol y carne, tiene algunas contraindicaciones que se deben tener en cuenta, haciéndola una dieta prohibida para algunas personas.
Como lleva alcohol, esta dieta está prohibida para menores de edad, ya que no pueden tomarlo. Por ello, tampoco se permite en embarazadas o mujeres en periodo de lactancia. También está prohibida para personas con enfermedades hepáticas o insuficiencia cardíaca. El jamón ibérico hace que esté prohibida para personas con el ácido úrico elevado y personas con hipertensión.