Esta semana no es como las demás. Si conduces por cualquier carretera del país, es probable que te sientas observado. Y no es paranoia. Lo que ocurre es que la DGT ha decidido aumentar su presencia en nuestras rutas, y lo ha hecho con un despliegue que no deja lugar a dudas: se van a tomar en serio lo del exceso de velocidad. Muy en serio.
No estamos hablando solo de los radares clásicos que todos conocemos. Hablamos de nuevos controles, móviles y fijos, colocados con precisión quirúrgica para cazar al que se pasa con el acelerador. Y no lo hacen por capricho. La DGT tiene claro que la velocidad sigue siendo uno de los mayores causantes de accidentes en nuestro país. Por eso, esta campaña va con todo.
4Tecnología contra la imprudencia

Los nuevos métodos de control que ha desplegado la DGT no se basan únicamente en radares. Hay drones, hay cámaras ocultas, hay vehículos camuflados. La idea es que el conductor no se relaje por creer que ya pasó “la zona del radar”. El control ahora es aleatorio, móvil, inesperado…
Ya no vale con levantar el pie solo cuando ves un poste sospechoso. Porque lo mismo te está grabando un dron desde arriba o una cámara desde el retrovisor de una furgoneta que ni sabías que era de tráfico. La tecnología se ha puesto al servicio de la seguridad. Y eso cambia las reglas del juego.