sábado, 14 diciembre 2024

El laboratorio Amapola Biocosmetics apuesta por elaborar cosmética natural ecológica beneficiosa para la salud

La demanda de la cosmética natural ecológica es cada vez mayor. Esto se debe a que los consumidores están concienciados sobre la importancia de obtener productos naturales, beneficiosos para la salud de las personas y mucho más sostenibles para el medioambiente.

Ana Isabel de Andrés, CEO y directora técnica de Amapola Biocosmetics, un laboratorio de cosmética natural con sede en Segovia, explica cómo está cambiando la industria de la cosmética, dejando atrás los productos tradicionales formulados con químicos y apostando por ingredientes mucho más sanos.

El proyecto de Amapola Biocosmetics tiene una trayectoria de 20 años, ¿este surgió más por una necesidad/oportunidad de mercado, o los incentivos fueron más por impulsar un cambio cultural (fomentar la sostenibilidad en la industria, por ejemplo)?

Amapola surgió como respuesta a una necesidad, tanto mía, como emprendedora, como de los consumidores que empezaban a demandar productos cosméticos más naturales. 

Como emprendedora tenía la oportunidad de desarrollar mi propia línea de cosméticos basados en las propiedades medicinales de las plantas del entorno, y eso era un reto para mí.

Por otro lado, empezaban a aparecer muchos problemas de alergias en los consumidores y mucha gente era intolerante a los ingredientes químicos en los productos cosméticos, así que Amapola surgió como una solución a estos problemas.

¿Podría detallar cómo es el proceso de aplicar ingredientes ecológicos sobre productos tradicionales (perfumes, cremas y aceites con químicos y aditivos)?

En Amapola no “aplicamos” ingredientes ecológicos en los cosméticos tradicionales, sino que formulamos, desde un primer momento, con ingredientes ecológicos.

El proceso que seguimos es: primero, definir el tipo de piel al que va dirigido nuestro cosmético, y en función de las necesidades de esa piel buscamos los activos vegetales más adecuados, que serán la base del producto cosmético. En nuestros productos no hay excipientes, todos los ingredientes son activos y cumplen una función específica en el cosmético.

¿Qué procedimientos pueden llevarse a cabo en un laboratorio, concretamente el suyo, para ser lo más sostenible posible?

En Amapola entendemos la sostenibilidad como un conjunto de factores que van mucho más allá de utilizar envases reciclables.

Para nosotros, la sostenibilidad es que nuestro proyecto empresarial sea posible, siga desarrollándose a lo largo del tiempo y para eso tenemos claro que lo primero es no agotar los recursos naturales de los que disponemos, sino más bien contribuir a su regeneración constante.

En este sentido podría poner algunos ejemplos de cómo aplicamos esta filosofía en amapola:

Utilizamos materias primas ecológicas, eso quiere decir que contribuimos a que los cultivos regeneren la propia tierra y no terminen agotándola y contaminándola con herbicidas tóxicos.

Reutilizamos todos nuestros residuos, dándoles una segunda vida. Principalmente, los residuos que generamos son cartones y garrafas de plásticos, con ellos elaboramos cajas de regalo para packs de productos.

Aún existe un público que se decanta por productos cosméticos con más cantidad de químicos, pero que pueden llegar a ser más económicos. ¿Qué consejo o advertencia tiene para decirles al respecto?

Que al final lo barato es caro, porque hay una repercusión negativa en la salud. La gran mayoría de los ingredientes químicos de los cosméticos convencionales son sustancias ajenas a nuestro organismo.

Muchas de estas sustancias actúan como tóxicos que se acumulan en nuestro organismo, provocando problemas a medio y largo plazo. Los ftalatos, filtros químicos, parabenos, polietilenglicoles, perfumes, etc. son sustancias que funcionan como disruptores hormonales y confunden el correcto funcionamiento de nuestras hormonas, y aunque algunas de estas sustancias ya se están prohibiendo como ingredientes cosméticos, aún quedan muchas que siguen utilizándose habitualmente.

¿Cuál es la garantía o beneficio que obtiene el cliente con los productos o servicio de la empresa con respecto a los de la competencia?

El beneficio claramente es la salud. Es decir, si utilizas un cosmético ecológico certificado, tienes la garantía de que no contiene ninguna sustancia química peligrosa para la salud. Por otro lado, también te aseguras de que no es contaminante para el medioambiente, ni su fabricación, ni el residuo que pueda dejar. Creo que son ventajas más que suficientes para decantarse por nuestros productos.

¿El proceso de fabricación de productos naturales es más complejo o costoso que si fuesen con químicos, o es todo lo contrario?

El proceso de fabricación no depende tanto de los ingredientes utilizados sino de que el proceso sea industrial o artesanal.

Sí que es más complejo desde el punto de vista de la formulación, porque hay ingredientes que son más difíciles de incorporar en las formulaciones. Además, hay una restricción de uso de ingredientes, ya que hay muchos ingredientes convencionales que no se pueden emplear en cosmética certificada y hay que buscar alternativas naturales.

Acerca del futuro, ¿considera que el impacto de los cosméticos naturales hará que en los próximos años el consumo de productos químicos sea casi nulo?

Bueno, casi nulo es mucho decir, sí que es verdad que la tendencia es hacia lo natural, a la utilización de ingredientes más naturales, pero no creo que los ingredientes químicos vayan a desaparecer en un plazo medio.

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