La Copa del Rey no es un competición que se le dé bien al Real Madrid, al menos desde la década de los 80 del siglo pasado. Sin embargo, el 26 de junio de este año se cumplirán 30 años del triunfo en la Copa ante el Zaragoza, una victoria que sirvió al club blanco para lamerse las heridas de la segunda liga consecutiva perdida en la última jornada en el campo del Tenerife. Entonces Teka patrocinaba al Real Madrid de Ramón Mendoza y Balay lo hacía al Zaragoza que presidía Alfonso Solans (padre).
DEL’ ATRACO’ AL REAL MADRID A LA VICTORIA
El 20 de junio de 1993, entre el mal partido del Real Madrid y el arbitraje de Celino Gracia Redondo, que dejó sin señalar tres penaltis a favor del equipo blanco, el Real vio como el campeonato de Liga volaba de nuevo a las vitrinas del Barcelona de Johan Cruyff. No obstante, el fútbol siempre da nuevas oportunidades y el Real Madrid de Benito Floro logró que el trago de la campaña 92-93 no fuera tan amargo gracias a que levantó la Copa del Rey en una final en la que se impuso al Zaragoza en el estadio Luis Casanova (Valencia). Al Madrid le robaron en Tenerife y al Zaragoza en la final de Copa ante los merengues, ya que, con 0-0 en el marcador, el árbitro Urio Velázquez le virló un penalti al cuadro maño y a Higuera le señalaron un fuera de juego que no era cuando se quedaba mano a mano con el portero Buyo.
LA HERIDA DEL REAL MADRID EN CANARIAS
El Real Madrid llegó a la final de la Copa del Rey con la herida aún fresca. Había nadado mucho en la Liga, siendo un plantilla de mucha menos calidad que el Dream Team de Pep Guardiola, Michael Laudrup y Hristo Stoichkov, para ahogarse en la orilla. No perdía ni un partido desde la derrota en Sevilla (2-0) el 19 diciembre de 1992, cuando disputó la jornada 15, hasta que jugó contra el Tenerife. Si en la primera liga, el Madrid se dejó birlar el triunfo de modo patético (3-2 después de ir ganando 0-2), en la segunda ocasión, perdió con merecimiento, pero con el árbitro en contra.
El MADRID SE PLANTÓ EN LA FINAL DE LA COPA DEL REY AL ELIMINAR AL BARCELONA EN SEMIFINALES
La derrota dejaba una carga muy pesada para Benito Floro, que finalizaba su primera temporada en el Real Madrid. Y en esto que llegó la final de la Copa del Rey, una final a la que accedió tras eliminar al Barcelona en semifinales. Lo hizo en el campo del Barça en un partidazo de los blancos. El rival, el Zaragoza eliminó al Valencia en la otra semifinal.
El Real Madrid jugó sin Zamorano en la delantera y sin el central Ricardo Rocha. Alineó un once titular con Buyo, Chendo, Sanchís, Nando, Lasa; Hierro, Milla, Míchel, Luis Enrique; Butragüeño y Alfonso. Por su parte, el Zaragoza jugó con Cedrún; Solana, Julià, Aguado, Esteban, Belsué; Gay, García Sanjuan; Poyet; Higuera y Moisés.
LA SOCIEDAD MÍCHEL-BUTRAGÜEÑO
Lo primero que hay que decir es que el arbitraje perjudicó al Zaragoza. Un penalti claro a José Aurelio Gay se quedó sin señalar y a Higuera le dejaron con cara larga después de que le pitaran como fuera de juego una posición reglamentaria. Esto fue con 0-0 en el marcador. Además el Zaragoza desaprovechó una ocasión clara y el Real Madrid, a las primeras de cambio no perdonó. Así, en el minuto 29, Butragueño cede a Villarroya, que desde la banda izquierda manda para Míchel, que con el guante habitual, se la pone votando al ‘Buitre’, que llega desde atrás, gana la espalda a dos defensores y de cabeza marca el primer tanto del Madrid.
Después hubo una gran oportunidad para que el Real anotara el segundo tanto, pero la pelota que Alfonso elevó por encima de Cedrún la escupió el larguero y el segundo gol se fue a dormir el sueño de los justos.
En la segunda parte la clava estuvo en la doble ocasión fallada por el Zaragoza
En la segunda parte la clava estuvo en la doble ocasión fallada por el Zaragoza. Primero el lateral derecho Belsué delante de Buyo, con una meritoria parada del arquero merengue y, luego, Moisés García León, cuyo hermano Gerardo jugó en la cantera del Madrid, falla, solo, delante de la portería, mandando fuera un remate de cabeza.
EL PRIMER ‘LASAZO’
En el segundo periodo, el central del Madrid Nando casi metre gol en su propia portería. No obstante, el que sorprendió fue otro defensa, en este caso el lateral izquierdo Mikel Lasa. El lateral, que no era ni de lejos un prodigio de cualidades técnicas, recibió un pase de Butragueño en una jugada que había empezado en un saque de banda. Tras varios toques de los merengues, el buitre da un pase a la espalda del lateral derecho del Zaragoza y Lasa que había buscando el espacio como si se tratase de un extremo con alma de delantero se plantó delante del portero, con un recorte poco ortodoxo se deshizo de Cedrún y con su pierna mala, la derecha, anotó a puerta vacía.
Lasa se hizo muy famoso después por marcar un gol al Sevilla en 1995 desde el centro del campo
Lasa se hizo muy famoso después por marcar un gol al Sevilla en 1995 desde el centro del campo. Eran tiempos del Madrid de Jorge Valdano, que había recalado en el Madrid con un idea muy clara: “Devolver al Madrid todo lo que le había quitado”, en referencia a las dos ligas perdidas por el Madrid con Valdano como técnico del Tenerife.
En cuanto a la copa del Rey, a la temporadas siguiente el Zaragoza ganó la competición en la tanda de penaltis ante el celta de Santiago Cañizares. ‘Paquete’ Higuera marcó el gol decisivo, el quinto penalti.
