El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Francia se moderó el pasado mes de marzo hasta el 5,7% en tasa interanual, después del incremento del 6,3% del mes anterior, lo que supone el menor encarecimiento del coste de la vida en el país galo desde septiembre de 2022, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee).
En el caso de la inflación armonizada, empleada por Eurostat en sus estadísticas, la tasa interanual de Francia en marzo se moderó al 6,7% desde el 7,3% del mes anterior. La desaceleración de la tasa interanual de inflación de la segunda mayor economía de la zona euro reflejó la sustancial disminución en el ritmo de subida de los precios de la energía (+4,9% frente al +14,1%).
A su vez, los precios de los bienes manufacturados subieron un 4,8%, frente al 4,7% del mes anterior, mientras que los servicios se encarecieron un 2,9%, una décima menos que en febrero. Sin embargo, los precios de los alimentos aceleraron su subida interanual en marzo, con un repunte del 15,9%, frente al 14,8% del mes anterior, mientras que el precio del tabaco aumentó un 7,8% tras la subida del 0,2% en el mes precedente.
Al excluir del cálculo la volatilidad de los precios de los alimentos y de la energía, la tasa de inflación subyacente de Francia registró en marzo un nuevo máximo al subir hasta el 6,2% desde el 6,1% interanual registrado en febrero.