España se dirige hacia la recesión tras un mal final en el tercer trimestre del año. El crecimiento esperado entre julio y septiembre es de apenas un décima o nulo, según las propias estimaciones del Instituto Nacional de Estadística. Este frenazo se produce en una época en la que se esperaba un fuerte ascenso del PIB debido al turismo. Sin embargo, los datos de ocupación hotelera han sido peores de lo previsto, especialmente en zonas líderes como Cataluña.
Los elevados precios de los hoteles, junto con la inflación, han dado como resultado una caída del 22% en las pernoctaciones hoteleras en septiembre respecto a julio, con una menor estancia por persona y una menor ocupación, de apenas el 69%. Los datos muestran que el sector no ha registrado la esperada recuperación en este 2022 al abrir la brecha respecto al 2019, año previo a la pandemia. La facturación de los hoteles por habitación se ha disparado un 13% este mes respecto al mismo de hace tres años, 107,2 frente a los 94,2 euros de 2019.
PRIMER AVISO DE RECESIÓN EN ÉPOCA ESTIVAL
Tan sólo los hoteles de lujo experimentan la menor caída en este último mes del tercer trimestre respecto al de 2019, con un total de 647.308 pernoctaciones, mientras que los de cuatro estrellas pierden 200.000 noches; otras 100.000 los de tres; cerca de 50.000 los de dos estrellas; y unas 4.000 los de una. Todo con una oferta que se reduce en 1.000 habitaciones en estos tres años. Una muestra de estas cifras es Barcelona con 30.000 viajeros más en 2022 respecto al 2019, pero con 40.000 pernoctaciones menos. Es decir, turismo a un día.
Y es que, las familias han recortado gastos tras los meses de julio y agosto debido a la presión de los precios. Si bien, la inflación moderará su subida interanual en los próximos meses debido a que se incrementó con fuerza en la última parte del año, mientras las materias primas dan una cierta tregua, especialmente el gas, al hacer acopio y llenar las reservas. Con todo, la incertidumbre continúa y apenas hay visibilidad en el corto plazo. Eso sí, pocos dudan que España entrará en recesión.
La escalada de precios está dejando un panorama poco alentador para la economía europea
En cuanto a otro de los motores de la economía, la vivienda, se encuentra estancada pese al aumento de los precios. Y es que, la renta disponible de los hogares se reduce con fuerza por una inflación que golpea y amenaza no sólo con la recesión, sino también con una entrada en estanflación. «La escalada de precios está dejando un panorama poco alentador para la economía europea», según ha destacado Morín.
LAS INMOBILIARIAS SE DESPLOMAN EN BOLSA ANTE EL RIESGO DE RECESIÓN
Y es que, se teme una recesión y el sector inmobiliario sería uno de los afectados. Colonial, por ejemplo, registra caídas superiores al 20%, pese a que las valoraciones de los inmuebles no han hecho más que incrementarse por los bajos tipos de interés en la Eurozona. De hecho, el precio de los inmuebles a vuelto a ver niveles no vistos desde la burbuja de 2007.
Se entraría en una crisis, la peor de la historia, que provocará un estancamiento durante un largo tiempo
A su juicio, el sector está entrando en una «fase de cierta burbuja», con recalentamiento en los precios, que provocará después una bajada. Para el analista de IG Markets, la inflación continuará alta durante más tiempo del que estiman los bancos centrales. De esta forma, se entraría en una crisis, «la peor de la historia», que provocará un estancamiento durante un largo tiempo, con una menor renta de las familias, que conllevará mayores problemas.
Y es que, las condiciones financieras en la concesión de hipotecas y refinanciaciones de deuda son las peores desde la época del rescate, en 2012, tal y como apuntó Goldman Sachs. De hecho, el principal problema macroeconómico en España es la gigantesca deuda, que se ha disparado más de 22% desde que Pedro Sánchez llegó al poder, hasta rozar los 1,5 billones. De esta forma, se sitúa en un nivel del 111% del PIB. Y eso sólo la deuda pública. Si se añade la deuda privada, de familias y empresas, la cifra total alcanza los 3,2 billones, es decir, el 250% del PIB.
El otro indicador que muestra la caída de la economía es la Bolsa. «El escenario actual es bajista, puesto que los bancos centrales no tienen intensiones de cambiar su rumbo de subida de tipos», ha sostenido el analista de IG Markets, a preguntas de INVERSIÓN. Y es que, los banqueros centrales están obligando a frenar a las economías. Por tanto, «si la inflación sigue manteniéndose alta pese a los aumentos de tipos, la renta variable se verá perjudicada», ha analizado.
SÓLO UNA MODERACIÓN DE LA INFLACIÓN DARÁ TREGUA EN LA RECESIÓN
Así lo hemos podido ver con los indicadores adelantados (PMIs) que auguran cierto pesimismo para la economía. A su juicio, «vienen meses duros para las economías mundiales, especialmente en Europa con una crisis energética compleja y un guerra que empujará a la zona euro a una fuerte recesión». Tan sólo una tregua de la inflación daría «un soplo de aire fresco para las bolsas». Sin embargo, este escenario es más complicado. Si bien, una moderación en los precios «provocaría un freno a las políticas de endurecimiento de los bancos centrales».
Mirando a España, Morín insiste en una decidida apuesta por productos más intensivos en valor añadido, como la alta tecnología, aunque ya cuenta con cierto reconocimiento, como la alta velocidad o la energía renovable, esta última con gran peso desde la crisis de energía que azota Europa. Así, de utilizarse de la manera adecuada, «podría impulsar el crecimiento».
La situación que aproxima será de tormenta fuerte y prolongada en Europa, incluso más que la vivida en el año 2011
A su juicio, el gran problema es la deuda. «Terminará estallando tarde o temprano porque básicamente se gasta más de lo que ingresa, y el BCE no podrá mantener este ritmo». La deuda pública de Italia o Grecia se ubican en el 177% y 237% del PIB, mientras que España en el 111%. Por el momento, la acción del BCE mantiene relajadas las primas de riesgo, pero Morín cree que «la situación que aproxima será de tormenta fuerte y prolongada en Europa, incluso más que la vivida en el año 2011».
UN ESCUDO CONTRA LA RECESIÓN EN ESPAÑA
En comparación con otras crisis anteriores, Morín ha señalado que las empresas del Ibex 35 se encuentran en situación más precavida desde un punto de vista de la deuda y eso les ofrece también más margen de operación a nivel operativo, aunque en un escenario de inflación como la actual, cualquier análisis de este tipo puede saltar por los aires en cuestión de semanas. «El peor escenario posible para el Ibex 35 sería la pérdida de los mínimos anuales y encaminarse hacia los 7.000 puntos, puesto que esto podría determinar el hundimiento del selectivo a niveles de marzo del 2020».
De esta forma y como escudo protector, Morín centraría la cartera en sectores que puedan mantener márgenes de precios y no les perjudique tanto la presión de la inflación. Así, ha apuntado a las utilities -eléctricas- que tengan mayor exposición a las renovables, ya que los problemas que presenta Europa ante la crisis de energía considero interesante tenerlas en la recámara.