Desgraciadamente cada año parece hacer más calor y llegar antes temperaturas antes propias de julio y agosto y que ahora soportamos en sucesivas olas de calor en mayo, junio o septiembre, sobre todo en centro y sur de España. Es un país donde se valora, y casi se hace necesario, tener un aire acondicionado fijo o portátil. Pero a veces no es posible, bien por economía (el coste de instalarlo y luego lo que gasta al mes), bien porque vives de alquiler y no puedes instalarlo. Para estos casos de no querer o no poder, hay trucos y modos para convertir tu casa en un lugar agradable en verano, emulando un sistema de aire acondicionado. Veámoslo.
1LA IDEA MÁS SENCILLA Y RÁPIDA
Comencemos por lo más sencillo y menos elaborado. Una idea tan sencilla como colocar recipientes con hielo delante de un ventilador es muy efectiva para refrescar una habitación. Si es posible, se deben poner dos ventiladores en cada estancia o zona que se quiera enfriar, para que la circulación del aire sea idónea: uno debe estar situado de tal modo que el aire se dirija hacia dentro y el otro debería expulsarlo hacia fuera. Si solo se puede poner uno, conviene situarlo dirigido hacia el interior de la habitación. Así de simple.
Para que el aire acondicionado casero funcione, basta con colocar el hielo delante de los ventiladores, sin olvidar poner una toalla bajo los recipientes para absorber la condensación. Tras esto, hay que poner en marcha el ventilador y controlar el hielo para que, cuando esté medio derretido, se pueda cambiar el recipiente por otro recién sacado del congelador. Una buena idea es reutilizar el que se retira y meterlo de nuevo al congelador. Así se ahorrará agua y se necesitará menos tiempo para que se congele, pues está ya fría. Como ves esto no requiere compra ni manualidad alguna.