Las osadas contradicciones de Oliver Zipse (BMW) sobre el coche eléctrico

La movilidad eléctrica sigue generando incertidumbres en el sector de automoción. El consejero delegado de BMW, Oliver Zipse, advertía a las empresas de sus segmento de tener cuidado para no volverse “demasiado dependientes” de unos pocos países. El aviso se entendía en el contexto de centrarse “únicamente” en el coche eléctrico. Unas palabras no solo desafortunadas, sino que demuestran que algo no funciona bien en la casa alemana, tanto por los términos escogidos como por el trasfondo. Así lo recoge una información publicada en MOTOR16.

Además, llegan en mitad de distintas investigaciones por acumular más de un millón de vehículos defectuosos. Sin lugar a dudas, su cruzada por mantener la industria del motor a combustión es lo que más choca de Zipse. Incluso, cuando los argumentos esgrimidos son poco sólidos.

Para Zipse el acelerón de la industria para reconvertirse hacía el coche eléctrico le parece desafortunada. Al menos, eso transmiten sus últimas palabras durante una mesa redonda celebrada en Nueva York recientemente. El consejero delegado de BMW alertó de dos problemas principales: el primero es que apostar por el coche eléctrico “aumenta la dependencia de unos pocos países”. En especial, de China, ya que la región tiene bajo control gran parte de las materias primas que necesitan este tipo de vehículos. Entre ellas, por ejemplo, destacan los óxidos para tratar el cobalto (del que cada unidad necesita hasta 10 kilogramos) o las llamadas tierras raras.

Pese a que no se puede negar esa máxima, quizás BMW no es el más indicado para advertirlo. Entre otras cosas, la marca teutona tiene una presencia muy fuerte en la región asiática a través de sus socios. También produce allí un gran número de unidades merced a sus enormes fábricas. Algunas de las cuales, por cierto, permanecen cerradas en los últimos días por los confinamientos obligatorios en algunas de las grandes ciudades chinas como Shanghái. Un problema que se le suma, además, al de los microchips que se puede extender hasta 2023. En otras palabras, BMW ya está pagando un precio por su dependencia china.

ZIPSE, BMW Y EL CHISTE DEL COCHE ELÉCTRICO ‘DEMASIADO CARO’

Aunque sin a lugar a dudas, su cruzada por mantener la industria del motor a combustión es lo que más choca de Zipse. Incluso, cuando los argumentos esgrimidos son poco sólidos. Así, el CEO de BMW señaló en Nueva York: «Si alguien no puede comprar un vehículo eléctrico por alguna razón, pero necesita un automóvil, ¿preferiría proponerle que continúe conduciendo su viejo automóvil para siempre? Si usted ya no vende motores de combustión, alguien más lo hará».

El argumento en sí es válido. Obviamente, en la actualidad no todo el mundo se puede permitir un vehículo eléctrico, ya sea por precio o por autonomía (incluida la falta de infraestructura de carga). Pero esa respuesta que podría valerle al 90% de las marcas de automóviles de todo el mundo nunca encajaría con el argumentario del director ejecutivo de BMW. Y es que difícilmente alguien que no se puede permitir comprarse ahora o en adelante un coche eléctrico (los precios tenderán a la bajar) sí puede adquirir un BMW.

Quizás el problema es otro: que aquellos que puedan permitirse un BMW prefiera comprarse un eléctrico (de otra marca) a un precio similar. De ahí, el nerviosismo que está demostrando últimamente la ejecutiva de la marca alemana. En cuanto a la segunda opción, autonomía e infraestructura de carga, obviamente todavía hay muchas limitaciones, pero sus rivales se están adelantando. De hecho, su archirrival Mercedes Benz presentó ya un modelo, el Vision EQXX, con una autonomía récord de 1.000 kilómetros. Obviamente, se trata de un modelo de alta gama, pero en la industria del motor ese es el comienzo, ya que luego esa tecnología se democratiza.

Por último, la firma se ha enfrentado a otro grave problema: las investigaciones por vender millones de coches defectuosos. La historia comienza en 2018 en Corea del Sur cuando varios modelos de BMW se incendiaron, lo que llevó a las autoridades a investigar a la firma. Hasta el punto de que algún directivo se vio obligado a dar explicaciones ante el Congreso. Los coreanos temían que solo fuera cosa de su país, pero pronto se demostró que no. En la actualidad, la firma ha retirado del mercado cerca de un millón de coches con piezas defectuosas que podrían causar problemas a sus clientes.

Unos problemas que pueden extrapolarse a los deseos de Zipse. Y es que BMW debería tener cuidado con el mismo cuidado con el motor a combustión que sus clientes con la combustión de su motor.