Los cambios que la sociedad está experimentando son a veces tan rápidos que en muchas ocasiones la profundidad e intensidad de los mismos no puede ser percibida sin pararse a analizarlos. Aspectos esenciales de la vida cotidiana como el empleo, la educación o la salud se encuentran en transformación constante impulsada, en su mayoría, por los imparables avances tecnológicos.
En el libro El Buen Capitalista, se menciona que a medida que estos cambios van generándose en el entorno, la mente de los consumidores también tiende a transformarse y es allí cuando las empresas deben alinearse a una concepción más humana del cliente. A esto se le denomina capitalismo consciente.
El mundo cambia cuando se compra y cuando se vende
José Carlos León Delgado, autor de esta obra editada por El Viso Media, defiende esta visión y el rol que tienen las empresas a nivel mundial para ser agentes generadores de cambios tanto cuando se compra como cuando se vende.
El nacimiento del término “capitalismo consciente” se refiere a la renovación del sistema de mercado con el fin de ajustarse a los valores de una sociedad que se encuentra en constante cambio. En esta, las empresas no solo deben conformarse con la creación de empleo y cumplir con las obligaciones tributarias o legales, sino que también han de ser capaces de adaptarse a la evolución social para que las ganancias sean distribuidas equitativamente en el conjunto de la sociedad y las partes interesadas o stakeholders.
La tecnología es el elemento, quizás, más incidente en la transformación que la sociedad ha estado experimentando en los últimos años. El autor no niega la importancia de esta realidad en las organizaciones, ya que facilita la conexión entre las personas y ha influido en la mejora de los procesos que anteriormente no eran posibles, pero aboga porque el componente humano no pierda su prevalencia sobre esta.
¿Cómo influyen las empresas en la transformación de la sociedad?
En El Buen Capitalista, el autor menciona cómo con el paso de los años el papel de los Estados en el mundo ha perdido protagonismo y poco a poco las empresas han ido ganando terreno en cuanto a su capacidad para lograr transformar la realidad.
En la actualidad, la competitividad que existe en el mundo empresarial es cada vez mayor, lo que conlleva que las organizaciones estén obligadas a actuar de forma responsable. Por esta razón, se afirma que el nuevo capitalismo trata de personas que trabajan en función de lo que quieren otras personas: «Empresas que creen en las personas porque hay personas que creen en las empresas».
En conclusión, podría decirse que este sistema se refiere a un nuevo paradigma que, hasta cierto punto, puede convertirse en una realidad y es en este punto cuando se verá la importancia de la tecnología de este proceso. León Delgado afirma que “el nuevo capitalismo es humanista y pone en el centro a la persona y al planeta”, es decir, si la tecnología favorece esta evolución siempre será importante. En el caso contrario, el mundo seguirá siendo el mismo de antes.