La compañía eléctrica Endesa prevé repartir unos 5.350 millones de euros en dividendos entre sus accionistas en el periodo 2021-2024. A pesar de que el grupo extenderá su política de un ‘pay out’ al 70% al último ejercicio del periodo para adaptarla al perfil de crecimiento impulsado por el grupo con un plan que prevé inversiones por 31.000 millones de euros en la próxima década.
Así, la energética reafirma el giro en la política de dividendos que dio hace ya unos años con respecto a la que mantenía en el pasado. Aquel recogía para todos sus ejercicios un ‘pay out’ del 100%. El ejercicio 2020 fue el último en que se mantuvo el destino de la totalidad de las ganancias a retribuir a sus accionistas. A partir de esta año 2021 se recortó el ‘pay out’ hasta el 80%.
En 2022 y 2023 bajará hasta ese 70%. Esta cifra de momento se mantiene para 2024, según la nueva política de dividendos comunicada este jueves por la compañía.
Endesa estima un crecimiento medio anual en el período 2021-2024 de su beneficio neto de en torno al 6%
En su nuevo plan estratégico remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo señala que este 2021 pagará un dividendo por acción de en torno a 1,3 euros brutos por acción. Además, caerá en torno a los 1,2 euros en 2022 y se situará en unos 1,3 euros para los ejercicios 2023 y 2024.
Asimismo, el grupo anunció la distribución de un dividendo a cuenta de los resultados de este ejercicio 2021 de 0,50 euros brutos por acción el próximo mes de enero.
BENEFICIO DE 2.000 MILLONES Y EBITDA DE 4.700 MILLONES EN 2024
Endesa estima un crecimiento medio anual en el periodo 2021-2024 de su beneficio neto de en torno al 6%. Esto se traduce en pasar de los 1.700 millones de euros estimados en 2021 a los 2.000 millones de euros a cierre de 2024.
Además, el grupo dirigido por José Bogas prevé incrementar su beneficio bruto (Ebitda) un 18% en el periodo. Desde los 4.000 millones de euros estimados para 2021 hasta 4.700 millones de euros en 2024. Las razones son el esfuerzo inversor y la mejora del contexto de mercado.
En concreto, el negocio de renovables incrementará su aportación al Ebitda desde 500 millones a 800 millones entre 2022 y 2024. Otros 300 millones adicionales de Ebitda procederán del negocio de comercialización y de Endesa X. Mientras, la aportación al beneficio bruto de la actividad de distribución se mantendrá estable, en 2.000 millones anuales a lo largo del periodo.
En lo que respecta a la evolución del endeudamiento del grupo, crecerá previsiblemente de manera muy moderada entre 2022 y 2024. A cierre del presente ejercicio se situará entre 9.500 y 10.500 millones. Este rango que dependerá del impacto final que tengan en el capital circulante de la compañía las extraordinarias condiciones del mercado de este año. Además de las medidas fiscales y regulatorias adoptadas por el Gobierno para contener el alza de los precios eléctricos.
A partir de 2022, la inversión prevista y el pago de dividendos estimado se cubrirán con el flujo de caja en su mayor parte. Esto llevará el aumento de la deuda a unos 300 millones adicionales que situarán el pasivo total en alrededor de 10.700 millones al final del plan.
El director general económico-financiero de Endesa, Luca Passa, destacó que la inversión prevista en este plan 2022-2024 va a permitir «un sólido crecimiento» de la compañía. En ambos casos será casi del 18%, hasta 4.700 millones y 2.000 millones, respectivamente.
«Este crecimiento estará fundamentado sobre el despliegue de nueva potencia renovable. Además, por la mejora del contexto de mercado, y el mejor comportamiento esperado del negocio de comercialización de luz y gas sobre la base de la tendencia a la electrificación y nuestra propia estrategia comercial», añadió.