Rovi espera alcanzar este año las previsiones de crecimiento para 2023, con unos ingresos operativos de entre 588 y 609 millones de euros, al tiempo que refuerza su colaboración con Moderna y aspira a convertirse en su socio de fabricación a largo plazo, según consta en una presentación remitida este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Asimismo, la compañía ha logrado alcanzar en los nueve primeros meses de este año un resultado bruto de explotación (Ebitda) sin I+D de 158,6 millones de euros, previsto para 2023.
De cara a 2022, la firma prevé una tasa de crecimiento de ingresos operativos situada en banda media de la primera decena, con las especialidades farmacéuticas y la fabricación a terceros, entre ellos Moderna, como «principales palancas de crecimiento».
De hecho, las ventas de fabricación a terceros aumentaron un 39% en 2020 y un 187% en los nueve primeros meses de este año.
Rovi espera que este año el negocio de fabricación a terceros se incremente entre 2 y 2,5 veces con respecto al 2020, incluyendo la producción de la vacuna contra la Covid-19. Las ventas internacionales representan en torno al 97% del negocio de fabricación a terceros.
La compañía ha resaltado que aspira a convertirse en socio de fabricación a largo plazo de Moderna, con inversión en dos nuevas líneas de producción en las instalaciones de Rovi en San Sebastián de los Reyes (Madrid).
Estas líneas permitirán más que doblar la capacidad de llenado y acabado de los viales de la vacuna de Moderna en estas instalaciones. Así, ‘Dara 2’ se espera que esté operativa en el cuarto trimestre de este año y ‘Dara 3’, entre el segundo y tercer trimestre de 2022.
Sobre la fabricación del principio activo, Rovi destaca en la presentación la instalación de una nueva línea de apoyo en Granada, una capacidad de producción equivalente a más de 100 millones de dosis anuales y una mejor integración vertical del proceso de fabricación de la vacuna, con el suministro a mercados fuera de Estados Unidos.