Tubacex registró pérdidas de 32,4 M€, pero confía en la recuperación

Tubacex ha cerrado los nueve primeros meses del año con unas pérdidas de 32,4 millones, cifra superior a las que tuvo en el mismo periodo del año anterior (13 millones), si bien afronta con optimismo los próximos trimestres con una cartera de pedidos actual de 500 millones.

El grupo ha presentado este viernes los resultados del tercer trimestre de 2021 que, segun ha destacado, están «marcados por la aceleración de los proyectos de inversión en el mercado energético», de manera que constata una «clara tendencia positiva» que espera que se mantenga en los próximos meses.

Tubacex ha indicado que la reactivación de la demanda ha permitido cerrar el tercer trimestre del año con unas ventas de 86,4 millones de euros, un 17,6% por encima de las ventas del segundo trimestre, y un Ebitda de 4,7 millones de euros, «significativamente por encima de los 0,2 millones de euros del trimestre anterior». Este tercer trimestre se ha cerrado con unas pérdidas de 9,1 millones, mientras que en el mismo periodo del año anterior fueron 4,7 millones.

Según ha subrayado, esta mejora gradual del mercado contrasta con la situación vivida en el mismo periodo del año pasado, marcado por la «baja entrada de pedidos» que ha tenido su «impacto» en los resultados presentados a lo largo del 2021, con especial incidencia en el primer semestre.

En concreto, en los nueve primeros meses del año el fabricante de tubos ha obtenido unas ventas de 246,4 millones de euros, 36,8% menos que en el mismo periodo del 2020, y un Ebitda de 5 millones de euros con un margen del 2%. Tubacex ha continuado con pérdidas, que se han elevado hasta septiembre a 32,4 millones, cifra superior a las que tuvieron en el mismo periodo del año pasado (9,1 millones).

El consejero delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, ha señalado que «afortunadamente», desde mediados de 221 están apreciando «un cambio en esta tendencia» y una «mejora gradual» del mercado a nivel global, con cifras de captación «en aumento lento pero constante».

CARTERA DE PEDIDOS DE 500 MILLONES

En concreto, la compañía encara los próximos meses con una cartera de pedidos de 500 millones de euros que «verán su reflejo en los resultados de los próximos trimestres».

Por lo tanto, el grupo ha apuntado que la situación de mercado actual permite afrontar los próximos meses «con optimismo» y con la mirada puesta en el medio y largo plazo, periodo que estará dominado por la transición hacia la descarbonización del modelo energético actual.

Según ha destacado, en este contexto, Tubacex está llamado a jugar «un papel clave» porque, independientemente de su origen, todos los procesos de generación, transporte o almacenaje de energía requieren de materiales de alta resistencia a la temperatura, corrosión y presión.

Asimismo, ha subrayado que el impulso de su presencia en el segmento del Gas, «energía de transición hacia energías verdes y alternativa al carbón», sumado a la reactivación de proyectos retrasados como consecuencia de la covid-19, les está permitiendo acceder a importantes pedidos ya en cartera, con la proximidad de adjudicación de proyectos importantes en el ámbito de la extracción y producción.

En paralelo, la compañía continúa trabajando en nuevas propuestas de valor para el segmento de hidrógeno, así como en tecnologías de captura de CO2. Según ha precisado, este mercado aún representa una parte muy pequeña del negocio del Grupo, pero está «llamado a incrementar su peso en línea con la evolución del mercado energético».

Por otro lado, ha destacado que mantiene un «papel clave» en el desarrollo de materiales avanzados que impulsen la descarbonización de los sectores de energía convencional. Un ejemplo de ello, según ha apuntado, es el desarrollo de materiales para aplicaciones de tecnología ultra super crítica avanzada (AUSC) que permiten reducir hasta en un 40% las emisiones de CO2.

Según ha añadido, es un tipo de solución con foco geográfico en Asia y alta demanda en la India, donde se ha conseguido el primer contrato que será suministrados desde la planta de Tubacex en esa región. Asimismo, el Grupo está participando en varias licitaciones públicas en este país para la construcción de nuevos proyectos que se esperan para el año 2022-2023.

PLAN DE REESTRUCTURACIÓN

Por otra parte, ha subrayado que la reactivación de la demanda ha permitido que todas las plantas del Grupo hayan retomado «los niveles normales de actividad», lo que está permitiendo retirar, de manera progresiva, los ERTEs realizados en los últimos meses, siendo las plantas españolas las únicas que permanecerán con ERTEs activos.

La reestructuración iniciada en 2020 ha finalizado recientemente y ha posibilitado rebajar la estructura de costes consolidados en aproximadamente 35 millones, «aumentando la competitividad estructural, algo indispensable ante un entorno tan exigente como el que se afronta», según ha destacado Esmorís.

Asimismo, ha indicado que el «exitoso» plan de reestructuración financiera puesto en marcha por Tubacex en 2020 ha permitido mantener más 135 millones de euros de caja y una posición de liquidez por encima de los 150 millones de euros, lo que «garantizan la solidez del balance y cubren los vencimientos de los préstamos hasta el 2024».

Tubacex ha precisado que, a pesar de que la deuda financiera neta a cierre del tercer trimestre es de 368,2 millones, que combinada con un Ebitda «muy bajo» provoca un ratio de endeudamiento «muy alto», las perspectivas de generación de caja para los próximos meses son «fuertes», permitiendo volver a los ratios de endeudamiento pre-Covid a mediados de 2022.

De cara al futuro, ha señalado que el tercer trimestre del año muestra una «clara mejora» basada en las «mejores» perspectivas de las plantas del Grupo en Austria, EE.UU., India y Oriente Medio, que se mantendrá para los próximos trimestres ante una situación de mercado energético en crecimiento.

Según ha subrayado, tras varios años con un «déficit estructural» de inversiones, se aprecia una aceleración de los proyectos para sustentar el crecimiento mundial. Tubacex ha indicado que el único «aspecto negativo» es el aumento de la inflación, que, «de manera inevitable revertirá en subidas de los precios de venta al mercado».

En este sentido, ha manifestado que es «remarcable» que los usuarios finales de sus productos son precisamente los sectores energéticos «responsables de asegurar tanto el suministro a corto plazo como el modelo energético futuro».