Las burbujas especulativas del litio amenazan la transición energética en España

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En los últimos años el litio se ha vuelto una de las materias primas más deseadas por su importancia para la fabricación de baterías para coches eléctricos, pero la especulación y la inestabilidad en su precio que conlleva pone en riesgo la transición energética. Es la conclusión de un estudio realizado por el investigador Jorge M. Uribe, quien expone que la incertidumbre en este mercado pone en riesgo el futuro suministro de este componente. En España la situación es más complicada que en otros países debido a la ambición de su propuesta para la transición energética.

El trabajo, realizado por el profesor de los Estudios de Economía y Empresa en la UOC (Universidad Oberta de Catalunya) y líder del grupo Finance, Macroeconomics and Management (FM2), junto con otros expertos de la Universidad de Barcelona y la Universidad del Valle (Colombia), establece así que las burbujas del precio del litio pueden impedir la toma de decisiones y limitar las inversiones de las empresas implicadas en la extracción y producción de este mineral.

«Los precios del litio, uno de los minerales más importantes en la actualidad para la transición energética y el sector del transporte, no son tan estables, y existe evidencia de una importante presencia de burbujas especulativas», señala Jorge M. Uribe. Y es que en la última década este mineral se ha convertido en unos de los más preciados globalmente debido a que es el componente principal de las baterías de los vehículos eléctricos y está ganando importancia en los sistemas que almacenan energía del mercado estacionario (por ejemplo, edificios y viviendas).

De hecho, recientemente Alemania anunció que construirá en el país, a través de la empresa canadiense Rock Tech Litium, la primera fábrica de hidróxido de litio en Europa para la fabricación de baterías de coches eléctricos. Una apuesta por un mercado que ha crecido exponencialmente en los últimos años y que se presenta como uno de los más cotizados ante el reto que supone la transición ecológica y energética.

«Tendemos a pensar que los precios están reflejando la realidad del mercado y que automáticamente se ajustan a la oferta y a la demanda de manera correcta, pero esto no siempre es así. En el caso del litio, el conflicto es muy delicado, porque es un mineral fundamental que va a permitir una transición energética hacia modelos más sostenibles y menos contaminantes en el sector de la movilidad y el transporte. Sin litio no hay forma de que el vehículo eléctrico prospere y reemplace al vehículo de combustión», detalla Uribe.

EL PELIGRO DE LAS BURBUJAS

Uno de los principales problemas es que no existe actualmente ninguna tecnología tan eficiente como las basadas en el litio como para producir baterías a un coste razonable, «por lo que cada día el mineral es más importante, especialmente en el sector del transporte y en la transición hacia el vehículo eléctrico», explica Uribe, quien recuerda que incluso en la generación estacionaria las energías renovables (basadas en sol y viento) no son capaces de producir energía en momentos puntuales, debido a ciertas configuraciones climáticas, por lo que el «almacenamiento de energía es una prioridad global hoy, y cada vez lo será más».

En este contexto, el litio presenta una característica diferente al resto de materias primas, pues este mineral cotiza en un mercado totalmente globalizado, experimentando importantes fluctuaciones en su precio. Según los creadores del estudio, estas variaciones muchas veces se producen sin una causa aparente o desconocida por los agentes que participan en el sector.

«Hemos detectado una presencia muy sincronizada de varias burbujas de forma simultánea a las del litio, lo que probablemente se deba a la presencia de agentes financieros y de otro tipo que no solo tratan con litio, ya que invierten en varios mercados», asegura el investigador de la UOC. Es por ello que la volatilidad y la incertidumbre que genera este tipo de especulación pueden afectar a la implantación en la sociedad del vehículo eléctrico y de los nuevos modelos de transporte más sostenibles.

«La existencia de una burbuja en el mercado del litio retrasa todas las implantaciones previstas y el progreso del sector. Por ejemplo, una empresa que quiera hacer una inversión hoy, es probable que prefiera esperarse dos años para ver cómo se estabiliza el mercado y asegurarse de que no estamos en una burbuja», resume Uribe.

De esta manera, la inestabilidad de precios puede dificultar la planificación, ya que, ante un precio que no está fundamentado, las empresas no van a hacer inversiones fuertes hasta tener la seguridad de que el precio y el coste son reales y estables, y que responden a las reglas fundamentales del mercado y no a especulaciones o a factores de muy corto plazo.

SOLUCIONES

En cuanto a cómo puede afectar la situación en España, el investigador refiere que puede suponer un problema todavía mayor, debido a que los planes hacia la transición energética y la movilidad sostenible están diseñados a corto-medio plazo. «El Estado español es más susceptible que otras naciones fuera del marco europeo, ya que su propuesta en favor de la transición energética es muy ambiciosa», añade Jorge M. Uribe.

La problemática planteada por el estudio es clara, aunque los investigadores también proponen soluciones para frenar las posibles consecuencias especulativas en este mercado. Así, ara evitar la volatilidad de los precios de este mineral y sus posibles burbujas, los autores del estudio plantean la adopción de medidas como los fondos de estabilización y la creación de reservas de capital. De esta manera se reducen los riesgos para los agentes productores y se regulariza el mercado.

«Estos fondos deberían estar ubicados idealmente en carteras, como los mercados de valores mundiales similares al oro, por ejemplo. Con ello se garantiza un precio mínimo y se elimina la incertidumbre de la subida brusca o el desplome, propios de las burbujas», aclara este experto.

Asimismo, también señalan que los estados y las empresas que operan en este sector deberían diseñar una planificación a medio y largo plazo, con el objetivo de aportar mayor seguridad y de diversificar los riesgos operativos derivados de la participación en el mercado del litio. «Si no se adoptan medidas, existe un riesgo importante, ya que los precios pueden bajar muy abruptamente y provocar situaciones de escasez de litio», concluye Uribe.