Flexicrianza es una propuesta educativa que contempla las posibilidades que tienen los padres y madres para educar a sus hijos e hijas y que impulsa posibles acciones. El objetivo es romper con la concepción de madres y padres perfectos para promover una educación real y beneficiosa. En la siguiente entrevista, Sergio Montoya Chica, cocreador de esta propuesta educativa, desarrolla los distintos puntos de la Flexicrianza.
¿Están mejor preparados los padres y madres de hoy para la educación de hijas e hijos?
Estamos en un momento muy interesante por los cambios sociales y los retos como humanidad que estamos enfrentando. Las redes sociales han globalizado las estrategias educativas y eso está bien, siempre será positivo más y mejor acceso a la educación, pero también estamos viendo imágenes distorsionadas de lo que es la educación de hijos e hijas con madres y padres que se presentan como modelos de pasarela, en casas perfectas, haciendo según ellos lo que se debe hacer en la crianza, según el método X.
Cuando convertimos la educación de los hijos e hijas en una búsqueda de la perfección educativa, por un lado podemos llenarnos de estrés por no cumplir nuestros objetivos o por quererlos cumplir a rajatabla o porque estamos “sobreinformados” y no sabemos qué hacer en un momento determinado.
Estamos en un periodo de transición brusco en esto de la crianza infantil, donde pasamos de “ningún niño trae un manual bajo el brazo” para justificar nuestras «metidas de pata» porque no sabíamos nada de educación de hijos e hijas, a estar saturados de información y de recursos.
La competencia ahora no es entre los que no saben, o saben poco de educación de hijos (que todavía se mantiene según en qué región y nivel educativo estemos hablando) sino entre los que estando muy informados y formados, que venden que su método o forma de educar es mejor que la de su colega de Instagram.
Un posible efecto nocivo de esta situación es que tengamos madres y padres sintiéndose culpables porque no saben si están usando las técnicas de crianza adecuadamente.
¿No es eso Flexicrianza? ¿Otro método para decirle a los padres y madres lo que deben hacer?
Sí y no. Por un lado, sí estamos haciendo una propuesta, pero por otro está abierta a múltiples posibilidades y no se cierra a revisar y ensayar diferentes métodos. En este sentido, Flexicrianza es un método no-método. Nuestra propuesta conceptual y metodológica es precisamente ser flexibles frente a las realidades particulares que les toca vivir en su familia específica.
Pero, aunque esto pueda parecer que finalmente la propuesta de flexibilidad es que “cada padre y madre haga lo que pueda con los recursos que tengan”, realmente es un poco más complejo que esto y requiere que efectivamente los padres y madres “hagan cosas”. El mensaje tampoco es “hagas lo que hagas está bien” porque eso no tiene sentido, pero sí esperamos que se reduzcan el estrés y la culpa de muchas madres y padres por no ser lo que se espera de ellos.
¿Qué significa que en Flexicrianza los padres y madres deben “hacer cosas”?
Por un lado, como profesionales de la psicología y de la evolución del espíritu humano, una de nuestras propuestas iniciales es que los padres y madres hagan un proceso de autoconocimiento. Si no sabemos quiénes somos, cómo reaccionamos ante determinadas situaciones, qué valores son importantes para nosotros, cómo queremos o podemos resolver los conflictos, difícilmente podremos proyectar esto en la educación de los hijos e hijas.
Por otra parte, es necesario que, independientemente de si los padres y madres viven juntos, haya un cierto consenso sobre los pilares básicos que quieren enseñar a sus hijos e hijas. Esto, a su vez, implica que los padres y madres se hagan ciertas preguntas y desarrollen habilidades de comunicación efectiva, ya no solo para poder llegar a esos acuerdos con la persona coeducadora, sino que servirá para poder ejercer mejor esa función educativa.
Un tercer bloque de “cosas para hacer” que proponemos, relacionado con este consenso anterior, es qué habilidades queremos desarrollar en nuestros hijos e hijas y cómo conseguirlo. Esto es, qué técnicas, conocimientos, estrategias debemos aprender para poder conseguir eso que queremos.
¿Podrías sintetizar cuáles son las líneas de actuación de la propuesta de Flexicrianza?
La propuesta del “método no-método” de Flexicrianza es que se respetan los estilos y capacidades propias de padres y madres. Se valora lo que puedan hacer desde su intuición y desde su sentido común, pero se les invita a que piensen en tres bloques. En primer lugar, los conceptos fundamentales que deben enmarcar la educación de hijos e hijas. En segundo lugar, las habilidades que deben ser ajustadas o desarrolladas en los padres y madres para poder desplegar esos conceptos y, luego, las estrategias específicas de educación. Por último, las habilidades a desarrollar en nuestras hijas e hijos.
Desde el punto de vista más metodológico, esto implica un cambio en la manera en que entendemos la crianza o educación de hijos e hijas. Tradicionalmente, creemos que es “algo que hacen los padres y madres con los hijos e hijas”. La propuesta de Flexicrianza es que es “algo que hacemos todos con todos”. Es un ejercicio circular de interinfluencia. Como miembro de un grupo familiar, a través de lo que enseño, aprendo y a través de lo que aprendo, enseño.
Dicho de otro modo, todos somos profesores y alumnos en un ambiente particular que es atravesado por otros elementos, como es el medio social y cultural donde nuestra familia tiene lugar, donde nos influimos mutuamente todo el tiempo. Entender esta complejidad nos permite actuar de una forma más consciente y activa. De ahí, precisamente también nuestro eslogan: “Ideas útiles para estar mejor en familia”.
En definitiva, la Flexicrianza es una solución más al reto que supone la educación de los más pequeños de la casa. En la página web de Flexicrianza es posible conocer más información sobre el método, cursos, consultas y testimonios.