Productos congelados de Lidl que es mejor no probar

Aunque Lidl se ha consolidado como una una cadena de supermercados que puede presumir orgullosa de que sus productos se consideren de calidad pese a sus precios básicos- el eje de su estrategia-, no todos los productos de la marca alemana cumplen con esta generalización. Algunos son frescos, otros, preparados. Hoy nos vamos a enfocar especialmente en los productos congelados de Lidl que mejor no probar. Sí, entre los que menos se recomiendan suelen destacar los frescos y algunos elaborados. Incluso algunos de la línea de productos para veganos. Es más, la mayoría de los congelados que vamos a mencionar a continuación no son desaconsejados por ser de Lidl sino por ser alimentos que se pueden hacer caseros más saludables. Ojo, que no todos los congelados, de esta cadena de supermercados o de cualquier otra, son malos o mejor evitarlos. Existen algunas falsas creencias sobre que el congelado destruye sus vitaminas y nutrientes, o que perjudica las propiedades del alimento. Todo depende de cómo sea el proceso de congelación y cómo lo descongelemos nosotros en casa. Así pues, veamos algunos de los productos de la sección de congelados de Lidl que es mejor no comer de forma habitual.

 

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EMPANADILLAS CONGELADAS

empanadillas lidl

Hay productos que independientemente que sean de Lidl o de cualquier otra cadena de supermercados, no merece la pena comprar como congelados. Los ingredientes de esas mismas recetas en formato casero resultan más económicas, por una parte, y más saludables, en segundo término. Entre los productos congelados de Lidl que menos recomendamos comprar y comer se encuentran las empanadillas y miniempanadillas. Sí, hay una gran variedad y la marca distribuidora tiene buena fama en general. Pero aquí persisten mantecas y grasas poco saludables que es mejor evitar, además de algunos azúcares que no deberían aparecer. Quizás la única vía para comer empanadillas congeladas de Lidl sin caer en demasiadas calorías sea hacerlas al horno untándolas solo de clara de huevo, pero nunca de aceite, y menos de girasol. Â