El despropósito del Gobierno con las startups: Calviño no contempla una Ley

Los emprendedores llevan años luchando por tener una Ley que les respalde, una norma que regule la singularidad de las startups. El ecosistema lo demanda desde hace 5 años, cuando se puso sobre la mesa la necesidad de dinamizar el sector. Había un clamor importante y la Asociación Española de Startups (AES) se puso a trabajar en ello.

En sus cuatro años de vida, con el fin de defender los intereses del conjunto, recogieron todas las demandas dispersas, las ordenaron y las jerarquizaron. La Ley de Startups “es necesaria por muchas razones” explican desde la Asociación. Principalmente porque al principio una startup no es una empresa “está a medio camino” y el marco jurídico no se adecua muy bien.

En segundo lugar, se necesitan políticas fiscales que se adecuen a la realidad de otros países y “sería conveniente” tratar temas de incentivos fiscales para inversores, Business Angels… Además de trabajar los temas de Seguridad Social.

“No tiene sentido que los autónomos paguen la cuota si hasta el primer año no ganan nada”. Al principio, una startup es un proyecto. Y luego está la necesidad de que haya “un modelo de país” desde el Gobierno.

“Si creemos que las startups y la innovación son clave, tiene que reconocerse” y en necesario que se genere un marco para que cualquier Gobierno que esté al mando “tenga una base”, después “se irá concretando”.

UN PROBLEMA HISTÓRICO

Desde la AES destacan que España necesita resolver problemas históricos, como el del talento. Es necesario para la salud del ecosistema “que el talento se quede”, sin embargo, esto no ocurre con frecuencia, porque muchas startups no tienen dinero y hay quien decide irse a otro país donde hay más ayudas y beneficios fiscales.

Durante los últimos tres años, la Asociación ha trabajado con todos los partidos políticos, “en 2018 ninguno tenía esto en la cabeza, en 2019 hicimos un debate en Google Campus con todos los partidos y ya los programas electorales del año pasado recogían muchas de nuestras propuestas”.

Tanto es así, que la Ley de Startups fue uno de los grandes compromisos de Pedro Sánchez en el South Summit de 2019. Un evento que se celebró en septiembre, dos meses antes de las elecciones generales. Después, la Ley apareció incluso en el programa PSOE-Podemos para gobernar.

EL COVID LO PARALIZA

También el año pasado, la Secretaria de Estado para el Avance Digital puso en marcha una consulta pública y la Asociación Española de Startups acudió con sus propuestas. La elaboración del texto del anteproyecto de “Ley de fomento del ecosistema de Startups”, se cerró entre fin de año y principio de 2020.

En ella se reflejó qué entendía el ecosistema sobre las startups, sus necesidades, los beneficios fiscales y los temas de Seguridad Social. También se pidió una mesa de negociación y la idea era seguir avanzando este ejercicio, pero dadas las circunstancias todo está paralizado y muchas “están muriendo” explica un abogado especializado en la materia.

Sin embargo, la AES entiende que esto no debería ser así porque la innovación “debe ser uno de los ejes que pivote la economía”. Por ello no se rinden y quieren seguir trabajando “es importante para el sector y el conjunto de la sociedad”.

CALVIÑO NO CONTEMPLA UNA LEY

La Ley de Startups no es prioridad para el Gobierno ahora, dada la situación, pero tampoco lo era hace tres meses. El pasado 13 de febrero, Nadia Calviño, actual vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital de España, compareció en el Congreso para explicar sus planes para la legislatura y no mencionó nada en referencia al asunto.

El ecosistema entiende que no estaba en sus planes y ahora, en mitad de la crisis sanitaria, se han quedado desamparos. “No sabremos el impacto real hasta que esto pase, sabemos que hay muchas rondas de financiación que se han paralizado, suspendido o retrasado” añaden desde la Asociación.

Esto supone un importante problema porque las startups tienen una evolucion rápida y necesitan capital para poder seguir creciendo. Si se suspenden, se pone en riesgo la propia vida de la startups. Por eso piden al Gobierno un plan de acción.

SOLO TIENEN EL APOYO ENISA

En estos días han tenido reuniones con miembros del Gobierno, precisamente porque las startups no pueden acceder a la financiación vía ICO y necesitan instrumentos concretos que sean accesibles para ellas, o en general, cualquier iniciativa que aumente su liquidez.

La demanda es que todos los programas públicos tengan como objetivo que llegue rápido la liquidez a ellas porque corren el riesgo de desaparecer. En este sentido, reconocen que el único apoyo que han obtenido es a través de Enisa.

El organismo que depende del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha permitido que en todas las operaciones vivas, se retrase el pago de amortización de los préstamos para mejorar la situación.

“A los hechos nos remitimos, llevamos un mes y medio hablando y estas son las únicas medidas que se han tomado”. El ecosistema plantea al Gobierno un plan específico a corto plazo, “ lo necesita porque la innovación es clave para la recuperación y hay que garantizar la supervivencia del máximo número posible de startups”. Además, otros países están ayudando, y “nos podemos encontrar otro problema, el de la competitividad”, concluyen.