Si algo debe tener muy claro el autónomo es que incluso las decisiones que toma a nivel particular le pueden afectar profesionalmente. Por eso, lo mejor en la mayor parte de los casos es proteger el patrimonio personal y el familiar a través de la separación de bienes. Esto es algo que se puede hacer antes de contraer matrimonio, pero también después.
La separación de bienes permite al autónomo mantener a salvo de los riesgos asociados a su actividad profesional el patrimonio de su familia. Así, si algo va mal, esos bienes no se verán afectados ni tendrán que responder de posibles deudas contraídas por el profesional en el ejercicio de su actividad.
4¿Por qué le conviene al autónomo el régimen de separación de bienes?
Ya hemos visto que en España la responsabilidad del autónomo es ilimitada, y está claro que ejercer una actividad por cuenta propia implica siempre un riesgo elevado de contraer deudas. El autónomo puede tener deudas con sus proveedores, con los bancos e incluso con Hacienda y la Seguridad Social.
Si ese autónomo está casado en régimen de gananciales, en caso de que no haga frente a sus deudas sus acreedores podrán tomar acciones contra todo su patrimonio. Es decir, que pueden ser los bienes de su cónyuge los que acaben pagando lo que él o ella debe. Y eso en el mejor de los casos, ya que si la familia no tiene bienes suficientes podrían llegar a perderlo todo.
La única forma de proteger los bienes del cónyuge que no es autónomo y, por tanto, salvaguardar cierta parte del patrimonio familiar, es optar por la separación de bienes. Así, de ninguna manera podrán los acreedores dirigirse contra el patrimonio del cónyuge no deudor.
