Trabajar es un derecho, pero le dedicamos tantos años de nuestra vida al trabajo que cuando va llegando la edad de jubilación es normal que no nos la podamos quitar de la cabeza y pensemos en un retiro dorado en el que podamos disfrutar lo máximo posible de nuestro tiempo libre. Sin embargo, no siempre el retiro laboral llega de la forma esperada, a veces viene impuesto, es entonces cuando hablamos de jubilación forzosa.
Una figura que se asimila a un despido, ya que en este caso el trabajador afectado no ha llegado a la edad legal para jubilarse ni quiere dejar su carrera laboral todavía. Esta figura se modificó legalmente en 2018 y ahora existen dos variedades. En este artículo vamos a ver todo esto con más detalle.
2Jubilación anticipada forzosa
Cuando la empresa debe poner fin al contrato de trabajo de un empleado que ya tenga cumplidos los 61 años pero que no pueda acogerse a la jubilación voluntaria (a partir de los 63 años) ni a la convencional (65 años y 10 meses en 2020) puede optar por la jubilación anticipada forzosa. Puesto que sabe que esa persona tendrá muchas dificultades para encontrar un nuevo empleo por razón de su edad.
Esta modalidad implica que el afectado va a dejar su vida laboral antes de lo que le correspondería, con la consiguiente pérdida económica al aplicarse los coeficientes reductores por jubilarse antes de tiempo. Se pierde al año entre un 6% y un 7,5% en función de la cotización acumulada. Eso sí, el descuento es menor al que se aplica si se opta por una jubilación anticipada voluntaria.
