sábado, 14 diciembre 2024

FCC se juega más de 5.000 M€ bajo la sospecha de pagos de comisiones ilegales

El sprint final de año para FCC en Latinoamérica se antoja de infarto. Porque la empresa, cuyo máximo accionista es Carlos Slim, no llega al mismo en su mejor momento. Según publicó el periódico La Estrella de Panamá, la constructora acabará declarándose culpable de un supuesto pago de comisiones ilegales en el país. Además, haría lo propio respecto a los delitos de corrupción de funcionarios públicos y contra la administración pública. ¿A cambio? Una multa de 20 millones de dólares. Peccata minuta si lo comparamos con los más de 900.000 euros que facturó FCC en tres proyectos en solitario, más otros casi 2.000 millones en consorcio con la firma brasileña Odebrecht, entre 2009 y 2014.

El acuerdo con la Justicia panameña llega en un momento delicado para FCC por lo que este reconocimiento de culpa puede suponer en cuanto a su reputación. Porque en juego tiene dos contratos que podrían ‘ascender a los cielos’ a la compañía de Carlos Slim, o ‘bajarla a los infiernos’, además de un millonario arbitraje. El contrato más cercano: el del metro de Bogotá.

Será el próximo lunes, 21 de octubre, cuando la capital colombiana sabrá qué empresa es la adjudicataria de una de las deficiencias que todavía mantiene. La inversión prevista es de 12,9 billones de pesos (unos 3.000 millones de euros). Enfrente, un enemigo poderoso. Dos empresas chinas, China Harbour Engineering Company Limited (CHEC) y Xi’an Metro Company Limited, que han presentado una oferta económica inferior.

Según el pliego de condiciones del proceso, la oferta “más económica”, será la que acabe triunfando. Si la oferta china reúne todas las condiciones establecidas por los pliegos, y no ha presentado cantidades inferiores a las del mercado, el reto se presenta harto difícil para la firma de Carlos Slim.

El primer envite favorable o no a FCC tendrá lugar el lunes 21 de octubre y es la concesión del metro de Bogotá

No es la única licitación de aquí a fin de año en la que el magnate mexicano se juega los cuartos, que diría un castizo. Antes de que concluya 2019 se sabrá quién construirá la Línea 3 del Metro de Panamá. Siete empresas o consorcios optan a un ‘pastel’ de unos 1.800 millones de euros. Entre ellas, FCC, que se ha asociado a la surcoreana SK Engineering, y las mexicanas Cicsa y Carso, ambas de Carlos Slim.

EN PERÚ NO ESTÁN CONTENTOS CON FCC

Colombia, Panamá… El tercer país que podría ‘sostener’ o ‘derrumbar’ a FCC en la recta final del año es Perú. Allí, la compañía de Carlos Slim se enfrenta al Estado por los retrasos en las obras de la línea 2 del metro de Lima.

La obra, que fue adjudicada en 2014, está a punto de ver cómo un tribunal arbitral acaba dictando un laudo. El mismo podría llegar en diciembre y, en juego, están más de 615 millones de euros. Es la cantidad que, por una parte, reclaman FCC, ACS, Impregilo, Sansaldo y Cosapi al Estado peruano. ¿Por qué? Por incumplimiento grave del contrato de concesión. Dicho de otra forma, porque el Gobierno no entregó los terrenos a tiempo para poder llevar a cabo las obras.

El Gobierno peruano, que ha mostrado su enfado por cómo van las obras, reclama esa misma cantidad a FCC y al resto de empresas por los daños socioeconómicos y ambientales causados por la demora. La obra tenía que haber estado terminada este año. Fue en 2017 cuando las constructoras solicitaron un arbitraje ante el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones) contra la República de Perú.

Visto lo visto, Latinoamérica se está convirtiendo en un auténtico quebradero de cabeza para FCC. Andorra, según publicó El País, está investigando si la compañía hoy a los mandos de Carlos Slim pagó sobornos para conseguir obras al otro lado del Atlántico por 434 millones de euros. Según el diario, FCC recibió siete de las diez adjudicaciones públicas recogidas en los anexos de un contrato, firmado en 2010, y que reflejan comisiones del 4%. Los países donde se consiguieron dichas adjudicaciones fueron Panamá, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica.


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