sábado, 14 diciembre 2024

La energía renovable: un potencial infinito y una dura incertidumbre

El futuro energético en España, y debería ser en todo el mundo, se escribe en forma renovable. Sobre esta cuestión no hay dudas. Sin embargo, la incertidumbre política en nuestro país supone un lastre mayor de lo previsto.

Así se ha puesto de manifiesto en la presentación del ‘Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2018’. El informe, que radiografía de manera detalla la situación, refleja una evolución continua que, en la mayoría de ocasiones, tiene su único freno en la gestión administrativa.

Esta queja la ha trasladado el presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (Appa), organismo que elabora el estudio. José Miguel Villarig ha asegurado durante la presentación que “estamos improvisando en la política energética”, algo que provoca que las cosas no se hagan bien o, al menos, todo lo bien que debería hacerse.

La queja por parte de Appa, recurrente en los últimos años a la vista de cómo se ha desarrollado el sector, se centra en la incertidumbre creada y la inseguridad jurídica que a veces se desarrolla con los cambios legislativos. Algo, lógicamente, que perjudica a los inversores -sobre todo los pequeños- a la hora de dirigir su dinero. Pese a todo, Villarig se mostró muy optimista durante la presentación del informe y el futuro que espera a la energía renovable.

IMPACTO EN LA ECONOMÍA

Una de las primeras variables que se deben tomar del estudio, de manera clara, es precisamente su impacto en la economía. Así, la tasa de crecimiento del sector se situó en el 10,7% en términos reales, alcanzándose los 10.521 millones de euros de aportación al PIB de forma directa e inducida. De esta forma, el sector renovable constituye, a día de hoy, el 0,87% del PIB nacional encadenando cuatro años de crecimiento.

Los motivos de este crecimiento, según explican desde Appa, son diversos. En generación eléctrica, las subastas de 2016 y 2017 y la competitividad alcanzada por algunas tecnologías -especialmente eólica y fotovoltaica-, han reactivado al sector. Además, la estabilidad de los usos térmicos y los buenos números experimentados por los biocarburantes, completan las causas del crecimiento experimentado en 2018.

Por lo que respecta al empleo, creció un 3,3% respecto al año anterior, y el Sector Renovable registró un total de 81.294 empleos en términos globales en 2018. La creación de empleo de forma neta respecto a 2017 fue, por tanto, de 2.627 nuevos puestos de trabajo. Bien es cierto que esa mejora aún queda lejos de las tasas que se alcanzaron en el año 2008, con una cifra cercana a los 145.000 empleos directos e indirectos.

Por tecnologías, las energías que crearon nuevos puestos de trabajo netos en 2018 fueron: la eólica (1.961); la solar fotovoltaica (966); los biocarburantes (158); la minihidráulica (53); la geotermia de baja entalpía (13); la marina (11); la solar térmica (9); la minieólica (3) y la geotermia de alta entalpía (3). Por el contrario, destruyeron empleo solamente la biomasa (-507) y la solar termoeléctrica (-43).

EL DESEMPEÑO ENERGÉTICO

En cuanto a la generación, las energías renovables aumentaron su participación en el consumo de energía primaria 1,7 puntos porcentuales respecto a 2017, esto fue debido a una mayor aportación de la energía primaria de origen renovable, situándose el porcentaje de renovables en el 13,9% del total de energía primaria. Cifra que la posiciona en tercer lugar, por detrás de los productos petrolíferos (44,9%) y del gas natural (21,1%).

Las renovables supusieron el 15,1% de la energía final en España en 2018. Si observamos el comportamiento de las renovables no eléctricas, con un crecimiento del 8,1% respecto a 2017, su contribución fue del 6,7% de la energía final. Dentro de los usos directos de las renovables se observa un leve repunte de los usos térmicos y un crecimiento importante de los biocarburantes. El consumo de biodiésel experimentó un incremento del 42,4% y el de bioetanol un 12,7% durante el año 2018.

En el caso de la energía final bruta procedente de energía renovable, medida de referencia para el cumplimiento de los objetivos del 20% a 2020, se ha experimentado un leve retroceso situándose en el 17,3%.


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