El cáncer de piel es un tema a tener en cuenta todo el año, pero más aún si estás en verano. Los rayos del sol pueden proporcionarte un bonito bronceado, pero también muchos problemas de salud si no tienes el cuidado suficiente.
El cáncer de piel tipo melanoma se puede prevenir en algunos casos con tan solo tomar las medidas adecuadas y recordar que tu piel es una parte importante de tu cuerpo. En el 2018 los cánceres de piel sumaban la cifra de 78.000 afectados. Tan solo el 25% de las personas en edades comprendidas entre los 20 y los 50 años han ido al dermatólogo a revisarse algún lunar sospechoso.
El cáncer de piel por exposición al sol no te sale de pronto en el instante en el que te quemas. Aparece muchos años después y tiene mucho que ver con la genética de cada uno. Tienen que tener especial cuidado con los cánceres de piel las personas que tengan más de 65 años, ya que el índice de mortalidad aumenta a esas edades. Te daré algunos consejos para que pongas todo de tu parte a la hora de prevenir el cáncer de piel.
Sombras
Estar debajo de una sombrilla te quita bastante sol de forma directa y así prevenir el cáncer de piel. Pero no olvides que, aunque no te expongas directamente también te quemas. Debes de usar «crema protectora» en todo momento como verás a continuación.
El estar a la sombra hace que los rayos ultravioletas no te den de lleno, por lo que las posibilidades de cáncer disminuyen. No olvides un dato muy importante, los rayos del sol se reflejan en las superficies. Si estás en la playa o en la nieve, frente al agua de una piscina e incluso sobre la hierba.
En la nieve el sol se proyecta con una fuerza del 80%, cuando estás en la playa bajo la sombra cuando se refleja en la arena lo hace con un cuarto de su intensidad y sobre la hierba o el agua tan solo un 10%, pero tienes que saber que esos índices de exposición están ahí.
Otro dato que debes saber es que cuando estás a más metros de altura el sol también lo está, por lo que la exposición es más fuerte y para evitar el cáncer debes usar cremas adecuadas a esos niveles.
Crema solar
El uso de crema solar debe de ser directamente proporcional a la exposición al sol que vayas a tener. Debes ponerte crema solar en grandes cantidades, al menos, media hora antes de tu exposición al sol y así evitar posibles cánceres de piel.
Debes renovar esa crema cada dos horas y después del baño, además tienes que tener especial cuidado con los infantes. Las cremas que compres tienen que tener protección a la radiación UVA, UVB y a la IR-A. Según tu tono de piel debes usar una crema de más o menos protección, aunque lo recomendable es no bajar de protección «50» al principio y en niños incluso más.
Se suele olvidar proteger los labios y estos también deberías de cubrirlos con barras especiales para evitar quemártelos. Incluso es recomendable, sobre todo en verano usar maquillaje que tenga algún tipo de factor de protección contra el sol para evitar el cáncer de piel durante todo el año.
Ropa de protección
Una forma muy sencilla de protegerte del sol y de prevenir el cáncer de piel es usar un atuendo específico para ello. Debes recordar que la cabeza forma parte de tu cuerpo y que es la que más expuesta está al sol.
Un gran acierto es usar gorros para cubrirte la cabeza y si son con visera para ayudar también a los ojos todavía mejor. El uso de gafas de sol con protección también es importante, tanto en adultos como en niños. Las de las tiendas de mercado no valen, tienen que ser de las ópticas. No olvides ponerte cremas alrededor de los ojos y en la punta de la nariz.
Un truco es usar ropa oscura tupida y de manga larga para tener cuantas menos partes del cuerpo expuesta al sol. El cáncer de piel es un grave problema que puedes solucionar con tan solo usar tejidos adecuados para la exposición al sol que venden en casi todas las tiendas de deportes. Las orejas y la nuca también son partes de tu cuerpo, esas zonas si no las tienes cubiertas es necesario que les pongas crema.
Horas de exposición
No es recomendable estar más de media hora expuesto al sol directo, a partir de ese momento busca la sombra y usa prendas como te he comentado antes. Las horas en las que los rayos del sol son más perjudiciales son las del mediodía.
Procura esconderte a la sombra durante esas horas o irte a casa a descansar si tienes oportunidad, aunque regreses luego a ver las preciosas puestas de sol que hay en las playas españolas.
No debes estar todo el día expuesto al sol, porque además de poder sufrir un cáncer de piel las células de tu cuerpo se oxidarán y se deshidratarán y terminarás con un aspecto a «pasa seca» que no te hará ninguna gracia. El bronceado excesivo se puso de moda en los 60 y desde entonces los casos de cánceres de piel han ido aumentando de forma alarmante.
Observa tus lunares
Eres la persona que mejor conoce tu cuerpo. Sabes perfectamente qué lunares tienes y cómo son de forma, grosor y color. Cuando estés en la ducha tan solo tardarás un minuto en revisarlos mientras te lavas. Un acto tan sencillo puede ahorrarte que el cáncer de piel llegue a niveles difíciles de controlar.
Un diagnostico prematuro de cáncer de piel ayuda a que el tratamiento sea menos agresivo. Examinarte tú solo no es tan complicado como puedes llegar a pensar.
Tan solo tienes que acostumbrarte a realizar siempre el mismo mantra, es como lavarse los dientes, la cara o peinarse son acciones que se realizan de forma autómata. El mirar si puedes tener algún indicio de cáncer de piel es fácil. Comienza enfrente del espejo, desnudo, y levanta los brazos, luego ve girando. Mira bien las manos, pies y brazos, nuca, hombros y no olvides observarte los genitales usando un espejo si no llegas bien.
Niños y cáncer de piel
Los niños son tú responsabilidad y evitar que sufran cáncer de piel es algo que está en tu mano. Un niño va a la playa a disfrutar en la arena y no recuerda si se puso crema o no. De echo va a intentar evitar que se la pongas. Las cremas en spray son más rápidas de poner y menos tediosas a la hora de extenderlas, es una buena opción para los niños, además son más refrescantes.
Los niños suelen estar jugando en la arena y a menudo tienen la piel más blanca, por lo que deben usar camisetas para el sol y gorras con viseras. Tienes que enseñarles que la crema solar es importante y que estar rojo no es divertido sino peligroso.
No debes dejar que los niños estén expuestos al sol de forma directa hasta los tres años. Que jueguen bajo la sombrilla es una buena opción. Las quemaduras solares en la infancia y en la juventud pueden ser los precedentes al cáncer de piel en un adulto.
Evita las salas de bronceado
Si trabajas en verano y tienes un tono vampiro al más puro estilo «Crepúsculo», puede ser que te resulte una buena idea ir a una sala de bronceado a estar morenito. Eso es un gran error y casi es preferible continuar con el tono blanco en la piel
En las cabinas de bronceado te expones hasta 15 veces más a los rayos UVA si comparas estar el mismo tiempo tumbado al sol. Esta exposición de forma prolongada puede ser un aliciente para que sufras cáncer de piel a largo plazo.
Ni los médicos ni los dermatólogos aconsejan que uses métodos artificiales de bronceados como los son las lámparas y las cabinas bronceadoras.
Además, estar moreno acudiendo cinco minutos a esas cámaras es adictivo y puede ser que parezcas un conguito en poco tiempo con el añadido peligro de sufrir cáncer de piel.
Ve al dermatólogo
Al igual que acudes al médico cuando tienes un resfriado o te duele el estómago también debes ir cuando tienes problemas en la piel. La piel es la encargada de recubrir todo tu cuerpo y tienes que prestarle especial atención.
Si después de realizarte la exploración compruebas que tienes lunares antiguos o nuevos que o han cambiado de forma, grosor o color o tienen un aspecto extraño debes ir a que te los vea el especialista.
Es especialmente necesario que acudas a revisiones dermatológicas si en tu familia hay casos de cáncer de piel, el factor de riesgo genético influye bastante en este tipo de cáncer. Si tienes muchos lunares debes ir a que te los vean.
