La inflación británica cae más de lo previsto al mínimo de un año

La inflación en el Reino Unido se desaceleró en marzo al ritmo más débil en un año, lo que suscita dudas sobre la rapidez con la que el Banco de Inglaterra aumentará las tasas de interés.

Los precios al consumidor aumentaron un 2,5%  respecto al año anterior, frente al 2,7% en febrero, declaró el miércoles la Oficina de Estadísticas Nacionales. Esta cifra es inferior a la estimada por los economistas y está por debajo del pronóstico más reciente del banco central británico de 2,8% para el mismo período. La inflación subyacente se enfrió al 2,3%, también la tasa más baja en un año.

Las cifras podrían restar fuerza al argumento para las nuevas subidas de tipos de interés este año. Se espera que los responsables de política monetaria eleven la tasa por segunda vez en seis meses en su reunión de mayo, ya que la inflación continúa excediendo el objetivo del 2%.

Las autoridades también dijeron que probablemente tendrán que aumentar los costes de endeudamiento varias veces en los próximos años a medida que repuntan las presiones inflacionarias generadas dentro del país.

La libra cayó tras la publicación de los datos con un retroceso del 0,7%  a 1,4182 dólares a las 10:19 a.m. hora de Londres.

Aunque los mercados siguen contabilizando casi plenamente una subida de tipos el próximo mes, los operadores ahora ven un 40% de posibilidades de otra alza en noviembre, frente a más del 50 por ciento a principios de esta semana.

«Es probable que el mercado cuestione la probabilidad de subidas de tasas del Banco de Inglaterra, tanto a corto plazo como a lo largo del año», declaró Alan Clarke, economista en Scotiabank. «Incluso si el Comité de Política Monetaria ignora la baja lectura en esta ocasión y aumenta las tasas en mayo, este dilema probablemente continúe durante el resto del año».

Para los partidarios de un endurecimiento de la política monetaria, los datos del mercado laboral publicados el martes proporcionaron munición, con una tasa de desempleo que cayó a l nivel más bajo desde 1975 y un incremento de los salarios al ritmo más rápido en casi tres años.

Lo que dicen nuestros economistas

«Una inflación inferior a lo previsto claramente daría al banco central motivo para la reflexión. Pero para desviar al CPM de su trayectoria actual, debería considerarse que ésta persistirá en su horizonte de política. Con una rigidez en el mercado laboral que no muestra signos de ceder, eso sigue siendo poco probable y hace que sigamos esperando otro aumento de tasas en noviembre».- Dan Hanson y Jamie Murray, Bloomberg Economics

Brian Swint y Jill Ward para Bloomberg