Iberdrola recibe un capote del PSOE gracias a su ramalazo más ‘verde’

El conflicto por el cierre de las dos últimas centrales de carbón de Iberdrola en España sigue descontando capítulos. Gana adeptos, suma críticas y surgen investigaciones, como la abierta esta semana por Bruselas debido a las ayudas al sector. Pero sobre todo tiene al ministro de Energía (y su real decreto) cada vez más beligerante.

Lo bueno (o lo malo, según se mire) es que la política energética, como ha dicho en una reciente entrevista el ministro Álvaro Nadal, es una cosa del Gobierno. Aunque no solo. En estos momentos, con un Congreso fragmentado en multitud de colores, se necesita el apoyo de diversos partidos para sacar adelante leyes y reformas. O al menos tener el consenso. Eso, siempre que no se busque ir por la vía del decreto.

Y uno de los principales protagonistas, en la parte política, es el PSOE. Al cual -por cierto- el ministro Nadal le ha mandado diversos recados en sus últimas intervenciones públicas. Sobre todo por no pactar -para sacar adelante- el real decreto que persigue controlar el cierre de las centrales, y que ahora se encuentra en las oficias de las Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para su estudio.

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El secretario de Transición Ecológica de la Economía del PSOE, Hugo Morán, sale al paso de las indirectas del ministro, que critica a los socialistas de no estar preocupados por el empleo y la actividad económica en lo relativo a la política energética. Asimismo, Nadal acusa al PSOE de preocuparse mucho por el medio ambiente, y poco por las repercusiones económicas.

El PSOE, ¿de lado de Iberdrola?

No se puede concluir que el PSOE se muestre favorable a los intereses de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán en el conflicto de las centrales. Pero el choque con el Partido Popular en la estrategia energética favorece, al menos por ahora, a Iberdrola.

Morán es muy tajante con respecto a las dudas de Nadal. Asegura a Merca2 que en el último escrito intercambiado con el Ejecutivo a cuenta de la negociación sobre el real decreto, dejaron claro que “sería razonable vincular su implementación a una estrategia de transición justa y que vaya en línea con las adoptadas por los países de nuestro entorno”.

El PP ha rechazado las propuestas del PSOE para incluir en el real decreto

En esta línea, el responsable de Transición Ecológica asegura que “la única limitación que poníamos al ministro sobre la mesa para valorar la posibilidad de implementar el real decreto que pretende era muy clara: que fuera dirigida en exclusiva a garantizar un tratamiento justo a los colectivos y territorios afectados por la transición energética”. Irónico que ahora Nadal vaya diciendo lo contrario, porque Morán añade que la respuesta fue “no” a esa petición.

Lo que une a Iberdrola y PSOE

Al margen de los puntos que separan a PSOE e Iberdrola, en el caso concreto del cierre de las centrales térmicas, su defensa del medio ambiente es común. Quizá por intereses distintos. De hecho, el ministro acusa a los socialistas de preocuparse solo por lo verde; mientras que a Iberdrola le pinta la cara sugiriendo que la petición de cierre solo tenga motivos económicos, y no por razones de sostenibilidad medioambiental.

Por este motivo, Morán cree que el ministro debe ser el único que no ha atendido a los debates mundiales que hay desde hace años en torno la situación ecológica, donde se han defendido las cuestiones de verdadera importancia mundial.

Así, afirma a este medio que “la jerarquía de valores no es algo que el PSOE incorpore sobre la mesa ahora, puesto que en este proceso ha participado -por ejemplo- la OIT, las organizaciones sindicales, los gobiernos de distintos países…”. Aclara que “en todos estos debates se ha acuñado el término transición justa, que debe compatibilizar la preocupación medioambiental con los mecanismos de planteamiento justo con la cuestión social, y con la anticipación de los riesgos de carácter económico”.

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El asunto del cierre de las centrales tiene demasiadas aristas e intereses, entre ellos los regionales de las zonas donde se llevan a cabo los cierres. Pero desde el PSOE lo tienen claro: “Sin viabilidad ambiental no hay posibilidad de estabilidad económica; y, por lo tanto, se convierte en un problema social. El riesgo de destrucción de empleo es la desvinculación en materia de sostenibilidad que el ministro quiere implantar”.

Nadal ve todo como algo económico

En medio de la polémica, y tras la entrevista, el ministro Nadal sigue la turné para convencer a todo el mundo de que Iberdrola solo tiene interés económico para pedir el cierre de las centrales. Además, recuerda el coste que tendrá todo esto. De paso, vuelve a meter un viaje a las demás formaciones políticas.

Ha sido este martes en un encuentro informativo, donde ha asegurado que cerrar las centrales nucleares y de carbón, como defienden fuerzas políticas como el PSOE o Podemos, tendría «un coste estratosférico» para el conjunto del sistema y es algo que «en ningún país del mundo se está haciendo».

Y su discurso prosigue. El ministro insiste en que el cierre de las centrales nucleares supondría una subida del 25% en el precio mayorista de la electricidad, mientras que si se quita el carbón en fechas de punta de consumo (los días más fríos del invierno y los más calurosos del verano) sería otro 15% más de incremento.

Así, en este contexto navega la política energética española, esa que debe ser regida por el Gobierno pero que, en estos momentos, tiene demasiados intereses encontrados. El ministro Nadal tiene su visión; la oposición quiere plasmar sus ideas; e Iberdrola mira su cuenta de resultados. No obstante, el medio ambiente debería ser el denominador común. Pero ni eso.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.