Todos los que tienen gato saben de afilada arma que tienen en las pezuñas en forma de uñas-garra, propio de la familia de los felinos a los que pertenece. Así que se hace aún más imprescindible, más que con los perros, tenerlas a buen cuidado y cortarlas para evitar no sólo arañazos a una persona sino daños en sofás, ropa, alfombras, etc. Pero no hay que tenérselo en cuenta, obviamente, porque es su naturaleza felina, su instinto y comportamiento innato. Lo que sí podemos hacer es cuidar esta parte vital de su anatomía y recortar esas garras para minimizar peligros. Pero, si lo has intentado, seguro que te ha resultado difícil o imposible, y si no, que efectivamente pasas de ello porque es morir en el intento. Por eso te mostraremos cómo hacerlo de manera eficaz y con la mínima molestia para ti y tu minino.
LA IMPORTANCIA DE LAS UÑAS EN UN GATO
Y en los felinos en general. Las uñas son una parte vital en su cuerpo. Con ellas realizan todo tipo de actividades propias de su especie: cazar, trepar, arañar, rascarse, jugar, estirar e incluso liberar estrés. Necesitan sus uñas para expresarse y actuar, así que no puedes quitárselas, pero si cortarlas para evitar disgustos con nosotros, otras personas, mobiliario, etc. Y más aún si el gato apenas sale del hogar, porque al final tiene que descargar energía marcando territorio, jugando… y eso lo hace con las uñas, es decir, marcando, aparte de que también emplea tiempo en afilarlas para tenerlas siempre preparadas en cualquier ocasión.
QUÉ HACER PARA QUE EL GATO CONTROLE SU USO
Aparte de cortarle las uñas, puedes lograr minimizar los posibles daños y consecuencias del uso de tu gato de las uñas, sabiendo que difícilmente lograrás que tu mascota deje de tener esos comportamientos. Puedes, por ejemplo, si tienes a tu gato desde hace poco, enseñare a canalizar sus impulsos a través de rascadores, con el logra la doble acción de limar sus uñas a la vez de saciar sus ganas de arañar todo. Tienes todo tipo de modelos en las tiendas de mascotas, desde planos hasta forma de árboles o postes rascadores. Pero veamos cómo cortarle las uñas.
CONSIDERACIONES PREVIAS
Si ves que con el rascador no es suficiente, no queda otra que cortarle las uñas, por el bien propio y del mobiliario y objetos de tu casa. Sin embargo, ya sabes que el gato es muy independiente y arisco si te metes en su territorio y entorno, más aún en su propio cuerpo. Por eso antes has debido de acostumbrarle al contacto, que seáis extraños desde el punto de vista corporal.
Comienza porque te deje tocarle las patitas y luego presionarle ligeramente la almohadilla, usando el viejo método de recompensa como refuerzo positivo. De paso, ya podrás examinar de cerca sus uñas cada semana. Normalmente estarán retraídas, así que si aún así sobresalen, es momento de cortarlas, porque de normal no deberían sobresalir en este estado. Veamos ya cómo hacerlo.
LA HORA DE LA VERDAD
Lo primero es buscar el momento adecuado, que el gato esté relajado y no a la defensiva. Ponle en tu regazo, mimándolo, que vea que vas a hacer algo que no le hará daño ni disturbará, que es por su bien. Si se resiste, eso sí, no lo fuerces, porque recuerda que son felinos y acabarán más y más agresivos.
Si está tranquilo, es el momento de proceder, pero ¿qué clase de cortaúñas usar? ¿Una convencional o específica? Lo mejor es conseguir una de punta redonda de acero inoxidable, especialmente diseñado para gatos. Veamos ahora la técnica…
CÓMO CORTAR LAS UÑAS A TU GATO
Si ya estás seguro que tu gato está preparado y tienes todo lo que necesitas, veamos cómo hacer la manicura felina. Ponle sobre tu regazo y asegúrate de que su carita está mirando al frente. A continuación, sujeta el cortaúñas con una mano y con la otra en una de sus patas. Recuerda presionar ligeramente la almohadilla para liberar las uñas, porque son retráctiles y por defecto las ocultan.
Ve cortando con cuidado y paciencia una a una. Basta con recortar la zona blanca, nunca la rosada, porque ahí sienten ya dolor. Ah, y muy importante, recortar siempre en dirección al crecimiento, de lo contrario, se quedaría enganchada con todo luego.
PATAS DELANTERAS Y TRASERAS
¿Hay alguna diferencia entre ellas en cuanto a las uñas? Aunque se cortarán igual, la respuesta es que sí. Las uñitas de las patas traseras de tu gato son más largas que las delanteras. Como los gatos usan más las garras del frente, suelen rebajar su largo naturalmente. Pero insistimos que la necesidad y método para unas y otras es similar, usando también los mismos refuerzos positivos previos, además de premiarlo al terminar la faena, para que vea que todo es por su bien y encima con recompensa. Con ello lograrás también que cada vez sea más fácil todo.
¿Y SI MI GATO ES REBELDE?
Cuando un felino comienza a mostrar una mala actitud que se refleja en conductas fuera de lo normal, es importante estar atento y averiguar la causa para aplicar las medidas correctivas lo antes posible.
Las patologías que causan un intenso dolor pueden ser el motivo de conductas extrañas en los felinos, ya que al sentirse vulnerables o débiles pueden ponerse en estado de defensa, lo que causa que se pongan un tanto irascibles. Aunque esto pasa con más frecuencia en gatos de avanzada edad, no deja de ser un problema a cualquier edad.
Es importante enseñar al felino desde pequeño, ya que es el momento de moldearlo a las conductas que el dueño espera. Además, el sedentarismo puede llegar a desarrollar malas conductas, ya que el animal puede aburrirse y estresarse, aumentando su ansiedad e irritabilidad.