Ya sabemos que en gran parte de España hay «tregua» y volvemos a un tiempo primaveral o veraniego, pero no hay que confiarse porque el frío volverá y será cada vez más intenso. Ya habíamos empezado a tomar más platos calientes y de cuchara, así que más vale seguir haciéndolo, pero eso sí, variando con recetas deliciosas, fáciles de hacer, nutritivas y sanas. Es el caso del potaje garbanzos con espinacas que te vamos a mostrar. Por la forma del cocinado y los ingredientes, verás como es apetitoso y apetecible para toda la familia, incluidos los niños, que al oír la palabra espinacas o cualquier verdura, se echan para atrás.
UNA RECETA RÁPIDA Y SIMPLIFICADA
Como sabes, con las legumbres está la particularidad de que, si las compras a granel, tienes que dejarlas en remojo durante la noche, entre 10 y 12 horas. Pero en este caso la receta la haremos ya con los garbanzos cocidos y las espinacas congeladas. De esta manera, nos permite hacerlo rápido y disfrutarlo en cualquier momento. No obstante, si quieres hacerlo «como Dios manda» y desde el inicio, no dudes en hacerlo con garbanzos sin tratar y las espinacas frescas y sin cocer. Conseguirás un resultado más natural y tradicional.
LOS INGREDIENTES Y EL TIEMPO PARA EL POTAJE DE GARBANZOS
Con los garbanzos y las espinacas ya preparados, el tiempo de preparación apenas es de 30 minutos, entre la cocción y el resto. Veamos los ingredientes para 4 comensales:
400 g de garbanzos cocidos y 200 g de espinacas congeladas.
600 ml de caldo de ave.
150 g de salsa de tomate casera.
4 huevos.
1 cebolla.
50 ml de aceite de oliva virgen extra.
2 dientes de ajo.
1 sobre de azafrán y 1 cucharadita de pimentón de la Vera.
Media cucharadita de comino rallado.
Un toque de pimienta negra recién molida y sal al gusto.
LOS PRIMEROS PASOS DE LA RECETA
Veamos ya cómo elaborar este potaje de garbanzos y espinacas. Lo primero es picar la cebolla en brunoise y la ponemos a dorar durante unos cinco minutos, con el aceite de oliva virgen extra, en una sartén amplia y a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no llegue a tostarse.
A continuación, cuando la cebolla ya empiece a estar dorada, añadimos la salsa de tomate y el ajo picado, removiendo, y dejando reducir unos minutos.
LOS SIGUIENTES PASOS Y EL TURNO DE LAS ESPINACAS
Pasado este tiempo, añadimos las espinacas y removemos el conjunto, dejándolo cocinar durante diez minutos más. Mientras, pondremos los garbanzos con el caldo en una cazuela y lo llevamos a ebullición. Eso sí, como hemos visto, si usamos garbanzos ya cocidos o en conserva, los aclararemos previamente en agua usando un colador. Es importante eliminar cualquier atisbo de conservantes, colorantes, etc.
EL POTAJE DE GARBANZOS CON ESPINACAS EN FASE FINAL
A continuación, añadimos a la cazuela con los garbanzos, el sofrito de espinacas. Mezclamos y añadimos el azafrán, el comino, la pimienta negra recién molida y rectificamos de sal si fuese necesario. Lo cocinamos a fuego medio durante otros 5 minutos y entretanto, en otra cazuela, cocemos unos huevos durante un tiempo similar, ganando así tiempo.
EL MONTAJE Y LAS CLAVES
Ya solo quedaría montar el plato y servir la ración de potaje de garbanzos con espinacas y un huevo cocido, a ser posible con la yema semilíquida y cortado por la mitad. Dará el toque final perfecto, a parte de resultar una combinación de sabores y textura deliciosa. Como ves, es un plato de cuchara ideal para servir como primer plato o plato único incluso, dependiendo de la cantidad. De todas formas, se combina perfectamente con pan normal, tostado, colines, o acompañar de una ensalada ligera.
SI VAS A REMOJAR LOS GARBANZOS
Sin embargo, si quieres acelerar el tiempo de cocción de la legumbre es cierto que es importante que las metas en remojo previamente al cocinado, en caso de que no optes como te hemos indicado por garbanzos ya cocidos.
Si no te ajustas al tiempo de remojo tanto por exceso como por defecto el resultado no será óptimo. Tradicionalmente, era típico dejarlas en remojo toda la noche. Sin embargo los expertos culinarios consideran que es suficiente mantenerlas en agua una durante hora la víspera del cocinado para conseguir intensificar su sabor. Se debe utilizar agua de mineralización débil tanto para remojarlas como para cocinarlas.
TIEMPO DE REMOJO ESTIMADO
De cualquier forma, si al final los echas en remojo, los garbanzos son una de las legumbres que más tiempos de hidratación requieren: 8 horas, lo mismo que los frijoles, frente a las cuatro a ocho horas de las habas, judías, poroto, habichuelas o frijoles blancos o las cuatro horas en las judías mungo o la soja verde.
Luego hay casos más extremos con las 24 horas mínimo para los altramuces en el caso de máximos o la soja en el de mínimos, ya que basta en este caso con unos 15 minutos con agua en un recipiente hondo y con el doble de agua en volumen, como hacemos con el arroz.