Una de las grandes claves del éxito de los realities son, sin duda, las características de sus concursantes. En el caso de ‘La Isla de las tentaciones’, una de sus últimas participantes ha desvelado en qué consiste el casting para entrar a formar parte del programa.
Se trata de Naomi Asensi, quizá la concursante más conocida de la última edición. La valenciana ha explicado cómo fue “captada” para el programa junto a su pareja, dejando ver que la producción de Mediaset se toma muy en serio este proceso.
Redes sociales: la clave

Vivimos en la era de la imagen digital, en la que las redes sociales juegan un papel clave. Por ello, no es de extrañar que en esta ocasión todo comenzara en Instagram, tal y como relata Naomi.
“Yo estaba tan tranquila de viaje en México con una amiga y de repente me llega un mensaje directo en Instagram de una chica que me decía que le gustaba mi perfil y que si me podía llamar”, explica la ex concursante de ‘La isla de las tentaciones’ en su cuenta de TikTok.
La joven no tardó en averiguar por dónde iban los tiros. “En su perfil ya ponía que trabajaba en la televisión, y yo enseguida até cabos y se lo mandé a Adrián”, cuenta refiriéndose a su pareja, con la que participó en el concurso. Y no andaba desencaminada, pues cuando Naomi llegó a España y se puso en contacto con su interlocutora, rápidamente confirmó sus sospechas.
Por su parte, su novio Adrián no tenía nada claro que ambos llegaran a ser seleccionados como concursantes, pero finalmente el tiempo les llevó a ser una de las parejas más mediáticas de la sexta edición del reality.
Un casting peculiar

‘La isla de las tentaciones’ es uno de los realities de mayor audiencia de la televisión. De ahí que los responsables de la selección de participantes dediquen bastante tiempo y esfuerzo en esta etapa previa a la emisión. Y es que el secreto de su gran éxito de audiencia reside en el carácter de sus concursantes.
Es lógico si tenemos en cuenta la dinámica del programa. En cada edición cinco parejas acuden a una isla paradisíaca para poner a prueba su fidelidad. Allí son separados en dos casas: en la primera, las chicas de dichas parejas convivirán con diez solteros, mientras que en la segunda casa, los chicos de las parejas convivirán con diez solteras.
Estos solteros son denominados “tentadores”, pues cumplen la función de incitar a los miembros de las parejas a que sean infieles. Tras un mes en esta situación, los participantes deciden si quieren volver a casa solos o junto a sus parejas.
Todo ello con todos los elementos propios de un reality de estas características; es decir, cámaras, fiestas, polémicas… Y por supuesto, unas citas semanales con la audiencia llamadas “hogueras” en las que los concursantes se reúnen para hablar de las experiencias que están viviendo y conocer las de sus parejas. La presentadora, en este caso Sandra Barneda, modera estos encuentros entre discusiones, llantos, e incluso, desmayos.
Hay que puntualizar que este formato está basado en el programa estadounidense ‘Temptation Island’, cuyo funcionamiento es muy similar.
Tests psicológicos

Dada la carga emocional de ‘La isla de las tentaciones’, no nos sorprende que los participantes sean sometidos previamente a varios análisis psicológicos. Así lo describe Naomi Asensi tras vivir la experiencia en primera persona:
“Te mandan 800 test psicológicos y otros tantos con preguntas. Él tiene que rellenar algunos sin que yo lo vea y yo sin que él lo vea. Cuando pasas esa fase haces una videollamada y luego hay un casting presencial en Madrid”. Una vez superadas estas pruebas, se da por finalizado el proceso y se seleccionan las cinco parejas que formarán parte de la edición.
Como vemos, no es tan sencillo llegar a ‘La isla de las tentaciones’. Y si no que se lo digan a Adrián, pareja y compañero de concurso de Naomi, cuyo perfil no convenció en un principio a los responsables del casting. “Me dijo que le metiera caña, querían ver cómo era Adrián en una situación de tensión”, confiesa la joven.
“Por eso en el casting yo le decía a Adrián, como veis en el vídeo, cosas de las machucas, porque ellos querían ver cómo sería en una reacción de tensión, ya que allí era todo amor», continúa. Es más, Naomi matiza que las reacciones que vemos en el programa no siempre responden a la personalidad real de los concursantes. “Adrián no es tan sensible, no llora; de hecho, cuando nosotros discutimos, él es el que levanta la voz y yo la que se pone a llorar. La tensión de las cámaras y de la tele te hace cambiar tu personalidad”.
En esta línea, no hay que olvidar que shows como este necesitan intensidad en su contenido para generar audiencia.
¿Qué hay detrás de las cámaras?

Al igual que Naomi ha querido contar su experiencia con el casting, la ex concursante de la quinta edición de ‘La isla de las tentaciones’ Claudia Martínez también ha compartido en sus redes sociales detalles sobre lo que ocurre en la isla cuando las cámaras no están grabando. Por ejemplo, ha desvelado una de las dudas más frecuentes entre el público al declarar que son las propias concursantes las que se maquillan, visten y peinan para las hogueras emitidas cada semana, ya que no cuentan con profesionales para ello.
Además, ha explicado que no pueden tener sus propios móviles durante las semanas que pasan aislados en las villas, los cuales custodia el equipo de producción. Tampoco pueden usar relojes, por lo que desconocen totalmente el horario en que se encuentran.
Todo forma parte de un show que, lejos de decaer, sigue atrayendo a millones de espectadores en cada edición. Gracias a las palabras de Naomi hemos podido saber que ‘La isla de las tentaciones’ debe gran parte de este éxito al exhaustivo proceso que el equipo lleva a cabo para encontrar a los concursantes perfectos.