El bollo preñao consiste en una pieza de pan rellena de un pedazo de chorizo o de panceta. Es un bocado perfecto para meriendas informales, celebraciones, o pícnics, y es una receta tradicional en Asturias, aunque también en Cantabria o en Asturias.
La historia de este sabroso manjar tienen un origen muy antiguo, y se preparaban antiguamente en las lareiras de los molinos, con la harina de maíz que caía fuera de la piedra de moler. Así, todo se aprovechaba. Se rellenaba el bollo con un poco de tocino y el resultado era una rica comida, consistente para disfrutar junto al fuego. En la actualidad se siguen preparando en algunas zonas rurales, aunque es en Asturias donde mejor han sabido explotar esta tradición para ofrecérsela al mundo.
EQUIVALENTE AL CHORIPÁN

El bollo preñao es muy similar al famoso choripán argentino, aunque como podrás imaginar, las posibilidades para el relleno son muchas, incluso se puede usar algún tipo de embutido de origen vegetal para que también las personas vegetarianas puedan disfrutar de esta delicia. El truco de esta receta podría decirse que se encuentra en la masa. Es lo que le da ese sabor artesano y de tradición. No es nada difícil de preparar y el resultado es para chuparse los dedos. ¿Te animas a intentarlo? Aquí te explicamos como se prepara paso a paso.
INGREDIENTES PARA EL BOLLO PREÑAO

Estos son los ingredientes para bollo para 10 personas. Si no quieres que te salgan tantos, reduce las cantidades a la mitad, aunque se pueden comer fríos y al día siguiente siguen estando ricos.
- 1 kg de harina de fuerza
- 400 ml de agua tibia
- 80 gr. de levadura prensada de panadería
- 1 huevo grande
- 150 ml de aceite de oliva
- 1 cucharada de sal
- 5 chorizos frescos y ahumados
PREPARACIÓN DE LA MASA

En un bol grande ponemos la harina, excepto un par de cucharadas que reservamos para después. Hacemos un hoyo en mitad de la harina y vertemos la levadura previamente disuelta en el agua tibia. Agregamos también el huevo. Con una cuchara de madera vamos mezclando desde el centro hacia afuera, humedeciendo la harina con cuidado. Agregamos el aceite y la sal y seguimos removiendo la mezcla que ya comenzará a tener aspecto de masa pegajosa.
EL TRUCO PARA UNA MASA PERFECTA

Espolvoreamos la mesa o la encimera con harina y sacamos la masa del bol para trabajarla con las manos. Hay que amasar unos cuantos minutos para que la masa quede bien elástica y suba mejor al hornearla. Un truco para conseguirlo es hacer un churro con la masa y después retorcerla en forma de espiral. Luego la juntamos y hacemos de nuevo una bola. Repetimos el proceso varias veces. Hay que amasar al menos durante 10 minutos, si queremos conseguir un pan
verdaderamente espectacular. Transcurrido ese tiempo veremos que la masa tiene una textura más elástica y se puede manejar fácilmente. En el proceso puede ser necesario agregar más harina. La medida adecuada es hasta que la masa no esté pegajosa.
FORMAR CADA BOLLO PREÑAO

Formamos una bola con la masa y la devolvemos al bol, rociado con un poco de harina. Tapamos con un paño y dejamos que repose unos 60 minutos. Un truco para saber si se ha conseguido el levado óptimo es apretar con un dedo sobre la masa. Si vuelve a su posición original es que está perfecta para hornear. Una vez lista, hay que amasar un poco más para quitar el exceso de aire que sea más fácil de dar forma. Dividimos la masa en porciones según el tamaño del bollo que cada uno quiera. Se pueden hacer desde bocadillos hasta mini bollitos.
HORNEAR Y DISFRUTAR

Cortamos el chorizo en trozos del tamaño adecuado a cada bollo preñao, y lo colocamos en cada porción dándole forma para que no se vea el cierre. Precalentamos el horno durante 10 minutos a 190ºC y colocamos los bollos en una bandeja de horno sobre papel vegetal o de hornear para que el pan no se pegue. Untamos la parte de arriba de cada bollo con un poco de aceite de oliva y llevamos al horno. Dejamos cocer a 190ºC durante un cuarto de hora o hasta que este doraditos. Una vez listos, es aconsejable dejarlos reposar unos minutos hasta que se temple el pan y se asienten los sabores.
Una delicia gastronómica tradicional de Asturias

El «bollo preñao» es una delicia gastronómica tradicional en España, específicamente en la región de Asturias. Se trata de una masa de pan rellena de diferentes ingredientes, que puede incluir chorizo, panceta, morcilla, o incluso huevo duro, todo ello cocido al horno. Esta especialidad culinaria tiene una larga historia que se remonta a las tradiciones culinarias de la región.
La historia del «bollo preñao» se entrelaza con la de otros platos similares que se preparaban en distintas regiones de España y Europa. El concepto de hornear carne y masa de pan juntas ha existido durante siglos, y en muchas culturas se han desarrollado platos similares. Sin embargo, la variante asturiana del «bollo preñao» tiene sus propias características y peculiaridades.
Se cree que esta delicia gastronómica se originó como una comida práctica para los trabajadores del campo en Asturias. La combinación de pan y carne proporcionaba una fuente de energía sostenible y satisfactoria para quienes pasaban largas horas realizando tareas agrícolas o ganaderas.
El nombre «bollo preñao» proviene de la palabra española «preñado,» que significa «embarazado» o «preñado.» La asociación con la preñez se debe al hecho de que el pan está «preñado» o relleno con los ingredientes mencionados anteriormente. La elección de los ingredientes para el relleno puede variar según la región y las preferencias personales.
Hoy en día, el «bollo preñao» es una delicia popular en toda Asturias y se ha convertido en un plato emblemático de la región. Se puede encontrar en panaderías, pastelerías y ferias locales. La tradición de preparar y disfrutar de estos bollos en ocasiones especiales, como festividades locales o reuniones familiares, se ha mantenido viva a lo largo de los años.
El «bollo preñao» es un ejemplo de cómo la gastronomía regional puede reflejar la historia y las tradiciones de una comunidad. Además, es una muestra de la creatividad culinaria de las personas, que han desarrollado platos únicos a lo largo del tiempo para satisfacer las necesidades y los gustos locales.