La alimentación moderna está llena de trampas invisibles. Durante años, hemos señalado a la comida rápida, a los fritos y al azúcar añadido como los grandes villanos de nuestra dieta. Sin embargo, hay un alimento que suele pasar inadvertido, pese a ser señalado por numerosos especialistas como uno de los más dañinos para el organismo: los aceites vegetales refinados industriales.
El nutricionista Carlos Ordinas ha puesto este tema en el centro del debate tras un vídeo viral en TikTok. Allí, advierte que este tipo de aceites actúan como un auténtico “óxido” para las células, permanecen en el cuerpo durante años y pueden generar efectos graves sobre la salud. Sus declaraciones han despertado un creciente interés y han obligado a replantear la manera en que miramos aquello que consideramos un simple alimento cotidiano.
4Alternativas más seguras: rescatar las grasas tradicionales

Ante este panorama, la pregunta es inevitable: ¿qué hacer para reducir la exposición a este alimento? Ordinas propone recuperar grasas tradicionales que, lejos de ser enemigas, pueden resultar más seguras y beneficiosas. Entre ellas, destaca el aceite de oliva virgen extra, la mantequilla, el aceite de coco virgen y el sebo de res.
El aceite de oliva virgen extra, en particular, cuenta con el respaldo de entidades como la Fundación Española del Corazón, que lo considera un aliado en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Su resistencia a la oxidación y su riqueza en antioxidantes lo convierten en un alimento clave dentro de la dieta mediterránea. También la mantequilla y el aceite de coco virgen, consumidos con moderación, ofrecen una estabilidad mucho mayor frente al calor, lo que los hace menos dañinos al cocinar.