La ficción de época de RTVE, La Promesa, nuevamente ha sacudido a los espectadores con una serie de acontecimientos que transforman por completo lo que tendía a ser un relato envuelto en los silencios y las apariencias en un campo de batalla emocional, que llevaron a los personajes a cargar con sus propios fantasmas. La detención de Lorenzo de la Mata, los enfrentamientos entre los distintos miembros de la familia, las reconciliaciones entre protagonistas y, sobre todo, la reveladora noticia de una infidelidad, han encendido la mecha de una relación que, sin duda, no dejará a nadie indiferente.
3LA SUPERVIVENCIA Y DECISIONES AL FILO

Con tantos frentes abiertos, la historia se desarrolla en un campo donde las decisiones personales provocaban repercusiones colectivas. A su vez, cada personaje cuenta con un dilema que le obliga a optar entre permanecer fiel a los suyos o posibilitar su propia supervivencia. La carga dramática aumenta porque no hay ningún tipo de respuesta sencilla ni recorrido libre de dolor.
El marqués, ensimismado en la culpa, tendrá que decidir si se levanta para contraer su legado, o si se deja vencer por el peso del pasado. La decisión no solo lo marcará su propio destino, sino que también marcará el destino de otras personas que dependen de él en palacio. El poder endeble de Alonso podría abrir algunas rendijas que otros personajes no dudarán en atravesar.
Curro, a pesar de su reciente liberación, tendrá que mostrar si es capaz de reconstruir una vida sin estar a merced del espectro de Lorenzo. Su capacidad para transformar el dolor en esperanza será una de las claves más seductoras de cara a lo que se avecina. La serie plantea hacer parecer, a través de él, un mensaje de resiliencia y de la posibilidad de sanar después de la tempestad.